El Ángel

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Verano de 1972. 10 de la mañana del 15 de junio.... Todo iba igual de aburrido en mi casa, a las afueras de Manchester. Tomé mi máquina de escribir para relatar la columna de hoy, y a la vez seguir escribiendo mi libro, en eso, al teclear oigo un sonido como de algo rasgándose... genial, la cinta se había roto. Tomé mi chaqueta y mi sombrero, y salí a la gélida calle, nublada como siempre, y busqué por el mercado de la ciudad en busca de un repuesto para la cinta de mi máquina. Pasé por varios lugares, pero en ninguno había lo que buscaba. En eso llego a un lugar donde había artículos variados, pero vacile un poco al ver al hombre que los vendía (un hombre de estatura baja, con ojos desorbitados y un guante negro con lo que parecían ser garras. Lo peor era que él tenía lo que buscaba. Me acerqué y le pregunté por el precio de la cinta, a lo que él me dijo que todo lo que el exhibía era gratis, pero con la condición de ser devuelto al tercer día. Yo acepté pues llevaba prisa por escribir la columna, le dejé mi nombre y mi dirección y me fui corriendo de ahí, pues casi no podía ni respirar por un olor extraño que salía de ese hombre.

Volví a mi casa y continué con mi trabajo. Cuando por fin terminé la columna me dediqué a descansar un poco y a seguir escribiendo mi libro, no sin antes llevar lo escrito a la editorial enfrente de mi casa. Mi libro es la historia de un asesino serial, al que bauticé Demon... este buscaba gente de todo tipo, en especial que vivan solos... Me basé en la historia de una chica que vivía en un pueblo alejado, y me obsesioné.
Escribí un capítulo más, su segunda muerte... no sé por qué, pero decidí que fuera a un escritor como yo. Y escribí que el asesino entraba a su casa por la ventana lentamente sin hacer ruido, y con una avidez buscaba por la casa... llegaba al cuarto del escritor, abría la puerta lentamente y lo veía, impaciente por matarlo, se acercaba a él, y lentamente ponía un paño en su cara mientras arañaba sus brazos y aún con vida le sacaba los ojos, muriendo asfixiado a los pocos segundos. Demon saco un cuchillo plateado y marco a su víctima con el número dos... Tomé lo que acababa de escribir y lo guardé en un legajo rojo, junto al primer asesinato...

NOTICIA DE ÚLTIMO MINUTO (18/6/1972):

El joven escritor Richard Clinton fue encontrado sin vida en su hogar, sin ojos y con arañazos en los brazos. Se concluyó que la causa de muerte fue asfixia. El asesino parece ser que entró por la ventana, y dejó un mensaje, al parecer con la sangre del ahora difunto, en la máquina de escribir: 'Teníamos un trato... ahora, gracias por darme un nombre, pero no por eso te libraste de mi... tengan alerta de mi presencia, pues Demon está en las calles...

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