Escucha a la lluvia, junto con el sonido del trueno danzan en armonía creando belleza a sus pies...
Piper McLean siempre ha vivido por el patinaje sobre hielo, pero después de que Jason la traiciona, su mundo se desploma. Alejarse parece la única op...
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—Esta definitivamente fue la peor idea que pudiste ofrecer. —Percy estaba claramente irritado, pero estaban a mano. Él fue quien obligó a Jason a asistir a la fiesta de negocios más aburrida del año.
—Yo creo que te ves bien. —Hazel intervino en la conversación, casi dándole aires al chat de primos que mantenían vivo a diario.
Todos estaban encerrados en un apartado del local donde los organizadores podían poner sus pertenencias o realizar cambios de atuendos, justo lo que hacían con su primo en ese momento.
Ventajas de que fuesen los hijos de los grandes empresarios que organizaban una reunión para otros grandes empresarios en búsqueda de fortalecer los lazos.
—Odio cuando la camisa está muy abierta, y no porque no abroche bien mis botones... —Su primo quería quejarse de más cuando se notaba que pensaba en los beneficios que podría tener al vestirse de esa manera a última hora.
—Hoy follas. —Thalía confirmó lo que había en la mirada de Percy, dándole seguridad para quedarse como estaba—. Jason, creo que tu motel tendrá visitas esta noche, en breves minutos, porque cierta rubita está llegando con su familia.
Jason se levantó rápido de su lugar para negar y borrar esperanzas de que volvería a dar su apartamento para dar nidos de amor a todos. Desde la última vez que fue a limpiarlo, se llevó una sorpresa que le quitó todas las ganas de ser complaciente.
Más el mal humor que llevaba consigo por todo lo que estaba pasando con Piper, solo tenía ganas de buscar mil excusas para ahuyentar a sus fieles clientes, todo con tal de no meterse en problemas.
—No, mi apartamento costará dos mil pavos la noche. Ya no lo daré de gratis para que me dejen pruebas de embarazo en el baño. No quiero ser el responsable de ese tipo de cosas al permitir hacer de todo a escondidas de sus padres. —Sí, sonaba tan enojado que la sorpresa de todos sus oyentes se transformó en un silencio irrompible.
Al parecer, todos temían que lo descubierto se relacionase con alguno, por lo que se mantuvieron en tanto silencio como pudieron para no dar pie a conversaciones que los llevaran a hablar más.
Dándole a entender de que todos pasaron por ese detalle y solo una persona fue descuidada al no ocultarlo. Un motivo más del porqué dejar su apartamento como zona prohibida.
Estaba tan cerca de hacerse tío que le daba miedo, ya que fácilmente sería incriminado por dejar que eso sucediera en su apartamento. Si los adultos no dejaban que pasen ese tipo de cosas, era mejor hacer caso antes de arruinarlo todo.
Logrando que ese enojo creara una tensión más densa de la que ya había solo por la mención de tal suceso. Una tensión asfixiante que, con un poco de suerte, delataría a la persona descuidada.
Miró a todos varias veces para incitarlos a soltar todo lo que tuvieran que decir, haciendo funcionar lentamente su táctica, ya que varios cederían a la presión.
