Mi Sueño, Mi Pesadilla [Michael Jackson] {#1} (EDITANDO)

Capítulo I - Conozcámonos un poco

Soy Chloe Jones, tengo 18 años y mi sueño es ser una estrella del pop. Vivo en una pequeña casita en la ciudad de Chicago, E.E. U. U.

Mi madre, Kelly Grace, es una ama de casa muy entregada a su familia, ella es mi heroína, la adoro. Mi padre, Thomas Jones, es militar, casi no lo veo, pero gracias a él tenemos ropa, comida y un techo en donde vivir.

Tengo un hermano menor de 10 años, Marlon Jones, adoro a ese insecto, aunque a veces lo quiero ahorcar. Estudio en el instituto público IES Chicago North, mis mejores amigas: Catrinah y Jessie, van al mismo curso que yo, sólo que Jessie está en otra clase.

El primer día de clases, entré al instituto un poco extrañada, estaba remodelado y cambiado... En eso, Catrinah se me subió encima por detrás para abrazarme.

—¡Catyy! —Dije estando muy feliz de verla— ¿Cómo estás? ¿Qué tal el verano?

—Muy bien, muy bien... No mires ahora —Hice un gesto para que notara que no entendía nada de lo que decía— Voltea disimuladamente — Seguía sin entenderla—¡Qué ahí está Nick! - Dijo con un poco de sarcasmo.

—Ahhh.. —Reí. Sí, a veces puedo ser muy lenta...—. Ya —Sonó el timbre, ¡A clase!

Nick es el chico que me gusta, ¡es muy lindo! Pero no creo que se interese en mí, soy invisible.

(...)

Tuvimos un largo día de clases, sólo quería llegar a casa y relajarme, pero tenía que ayudar a mamá, casualmente, hoy es día de limpieza en casa.

Iba saliendo del Instituto cuando tropecé con una piedra y caí sobre Nick sin querer.

—Perdona, perdona, soy una tonta... —Me miró fijamente a los ojos (¡¡Los suyos eran grises!!).

Nos levantamos.

—Soy Nick, encantado de haber tropezado contigo —Besó mi mano.

Estaba en shock.

—Chloe... —Dije sonrojada y con voz temblorosa.

—Chloe... Bonito nombre para una bonita chica... —Sonrió de medio lado.

Reí tímidamente. No sabía que decir.

—¿Te acompaño a tu casa? —Dijo.

—No... No hace falta, yo...

—No acepto un "No" por respuesta.

—Pues, okay, vamos —Sonreí.

Catrinah se quedó atrás asombrada de ver cómo me iba con Nick.

Empezamos a hablar, reímos, un poco de todo.

—Aquí me quedo, gracias, Nick —Dije despidiéndome.

—No, gracias a ti por ser tan hermosa —Besó mi mano.

Le sonreí y entré a mi casa.

(...)

Al otro día, volví del instituto, cansada como siempre. Comí y me fui a dormir.

Al rato, escucho la voz de mi madre a lo lejos, cada vez se va haciendo más clara, hasta que está metida totalmente en mis oídos y me despierta.

—Tienes un llamada —Dice.