Capítulo XXXV - No soy un juguete

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Bueno... Firmé un contrato. Frank me llamó y me lo recordó todo.

Mierda.

Era el día del dichoso ensayo. Pedí un taxi, el cuál pagué con los ahorros que tenía de cuando me pagaron por las entrevistas y esas cosas. No soy tan famosa como Michael, pero la gente me reconoce.

Iba en el auto muy nerviosa. Después de un mes sin verlo, sin hablarle, al fin iba a verlo, ¿Qué le iba a decir? No voy a poder evitar sentir cosas mientras lo tenga cerca. Quiero abrazarlo, besarlo, decirle que lo amo, sentirlo cerca de mí, pero no puedo, no lo haré, mi orgullo gana de nuevo.

Aún no me cabe en la cabeza que me haya hecho esto, pero sin embargo lo necesito.

Bajé del taxi y me dirigí al estadio en donde serían los premios. En la puerta habían varios vigilantes pero al parecer me reconocieron porque me dejaron entrar sin problemas.

Iba caminando por un largo pasillo que daba a donde estaba el escenario.

Tenía el corazón a mil, no sabía cómo actuar, estaba muy nerviosa, también emocionada, y a la vez asustada y molesta; no quiero que mi desordenada mente arruine la presentación, no me lo perdonaría. En estos momentos odio a Michael, pero no le arruinaría la presentación... ¿A quién engaño? No lo odio, de hecho lo amo con toda mi alma, pero como siempre, mi orgullo gana de nuevo.

Salí de ese estrecho pasillo, y me encontré con el escenario a lo lejos. Las luces, el sonido, los bailarines, era todo tan mágico, es lo que quiero, es mi sueño, pero lamentablemente ahora es mi pesadilla.

Me acerqué a la tarima y ahí estaba Frank, hablé con él y me dijo que subiera a penas terminara la canción que estaban ensayando (Bad).

Terminó la canción y mi pulso se volvió a acelerar. Al parecer Michael no había notado mi presencia.

Subí a la tarima como Frank me ordenó y me dieron un micrófono. Agradecí al productor por darmelo, me giré para empezar y... Ahí estaba él... Con sus característicos pantalones de mezclilla, su camisa roja, sus calcetines blancos y sus mocasines negros. Ahí estaba él... Regalandome su bella sonrisa.

No pude evitar sonreír al ver su hermoso gesto.

- Hola - Dijo acercandose e hipnotizandome con sus ojos.

- Hola... - Dije tartamudeando.

- ¿Cómo estas?

- Bien... ¿Y tú? - Me temblaba la voz.

- Mal. Ya no estoy contigo...

- ¡Bien, chicos, a sus posiciones, ahora I Just Can't Stop Loving You! - Dijo Frank por el micrófono interrumpiendo nuestra conversación.

- Suerte - Dijo mientras nos dirigíamos a nuestros puestos.

- Es sólo un ensayo... - Dije cortante.

Hizo un gesto de "Okay, okay" y se puso en su posición.

Comemzamos a cantar esa hermosa canción que él escribió para mí.

La letra es hermosa, me recuerda a cuando estábamos juntos, y me duele que ya no sea así.

Mientras cantaba, escuchaba la letra, interactuaba con Michael lo menos posible, pero al escuchar esas hermosas palabras con ritmo y mirarlo a los ojos al mismo tiempo era muy difícil. Era difícil soportar la idea de que nuestro amor ya no exista, que ya no haya un "Nosotros", que sea sólo un "Yo" y "Él", duele.

No pude aguantar más, de nuevo mis sentimientos ganan. Las lágrimas salieron solas. Paré de cantar y puse mis manos sobre mi rostro avergonzada.

Mi Sueño, Mi Pesadilla [Michael Jackson] {#1} (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora