Mi Sueño, Mi Pesadilla [Michael Jackson] {#1} (EDITANDO)

Capítulo XXI - 14 de Febrero

- Vaya... - Dijo Mike descansando en mi pecho mientras yo le acariciaba el cabello sudado - Feliz aniversario, princesa.
- Feliz aniversario, princeso.
Soltó una risita - Te amo.
- Yo te amo más - Lo besé dulcemente.

Nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, la claridad del día hizo que abriera los ojos, y al hacerlo, me encontré de nuevo con esas pupilas marrones tan brillantes y esa hermosa sonrisa debajo de ellas.

- Buenos días, Bella Durmiente. Feliz día de los enamorados - Sonrió.
- Buenos días, Peter Pan. Feliz día, también - Me perdí en su mirada.

Nos quedamos un rato mirándonos directamente a los ojos, las palabras sobraban en ese momento.

- ¿Quieres ir a desayunar? - Dije levantándome de la cama en dirección al baño. Michael empezó a reír - ¿Qué es tan gracioso?
- Que tienes un pétalo en el trasero - Volvió a reír.
- ¡Michael! - Me lo quité rápidamente.
- Se veía más lindo ahí que en la cama.
- Por Dios, Michael... - Entré al baño para darme una ducha. Escuché las risas de Mike detrás de la puerta - ¡Eres un tonto! - Dije desde el baño. Él seguía riendo.

Abrí el agua caliente. Después de que estaba a la temperatura adecuada, me metí. Me relajé un poco. Pensé en todo lo que había pasado desde que estoy con Michael, en todo este año desde que nos conocimos, desde que escribió "Te Amo" con pétalos de rosa en mi cama para declararse, cuando la cena de navidad, la de año nuevo, cuando me invitó a Neverland, el susto que me llevé al pensar que estaba embarazada- Reí al recordar eso - Soy muy feliz junto a Michael, y aunque aún soy joven, quiero vivir el resto de mi vida con él, no necesito a nadie más. Él, es simplemente increíble.

- Wow, Michael, tengo mucha suerte de tenerte... - Dije en voz baja de modo que sólo yo lo escuchara.
- Y yo de tenerte a ti, Chloe - Sentí una voz junto a mi oído y un cuerpo muy pegado a mí abrazandome por detrás.
- ¡Michael! ¡Me asustaste! - Dije dando un salto. Rió - Pero me alegra que estés aquí - Me volteé y le sonreí.
- No eres la única afortunada en esta relación, bonita.
- ¿Tú crees? - Me acerqué a sus labios.
- Oh sí, no lo creo, estoy seguro y lo compruebo con esto - Acabó con los pocos centímetros que habían entre nuestros labios, haciendo de este, un beso de amor verdadero.

Nos quedamos un buen rato ahí bajo la lluvia artificial, abrazados, fue un momento dulce, pero sin llegar a nada más. Sentía que él estaba ahí, que lo tenía conmigo y que no iría a ninguna parte. Pensé: ¿Qué más puedo pedir?

- Chloe... - Dijo Michael mientras nos abrazabamos.
- ¿Sí?
- Tengo hambre...
Reí - Luego comemos, no arruines el momento.
- Pero... Es que...
- Ag, está bien... - Cerré la llave de la regadera y me salí de la ducha poniéndome la bata de baño.
- No te enojes, princesa... Esta noche nos bañamos juntos de nuevo si quieres.
- Ujum - Salí del baño para vestirme.

Me dio un poco de rabia que Michael arruinara el momento por su estómago, pero no debería sorprenderme, así es él.

Me vestí cómoda, con un legin (No sé cómo se escribe, espero que me hayan entendido:p) negro, una franela larga morada y unos converse morados.

Me estaba peinando y hablando con Mike cuando recordé:

- ¡Las chicas! Quizá ya se levantaron, que malos anfitriones somos... - Empecé a hablar como loca toda nerviosa.
- Chloe... Chloe... ¡Chloe! ¡CHLOE! ¡Ya! Son las diez de la mañana, con suerte estarán en su habitación abriendo los ojos.
Suspiré aliviada - Es cierto, olvidé ver la hora - Reí inocentemente.
Sonrió y negó con la cabeza.

Bajamos a desayunar, y en efecto, no estaban las chicas, así que decidí esperarlas para comer juntas, pero Michael no se aguantó. La verdad es que yo no tenía mucha hambre.