Capítulo XXVIII - Sí, cómo sea

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Recibí una llamada que me dejó en shock, no sabía qué hacer, no sabía qué pensar, no estaba ni triste, no sabía ni cómo sentirme, no sabía si decirle a Michael o no.

Me quedé sentada en la cama intentando procesar toda la información. A los quince minutos, aproximadamente, salió Michael del baño con una toalla atada a la cintura y sus perfectos rizos mojados.

- No viniste... - Estaba recargado del marco de la puerta del baño.

Yo ni siquiera lo escuchaba, estaba perdida en mis pensamientos. El corazón me iba a mil, estaba temblando, me quedé fría, seca, todavía no lograba procesar nada.

- ¿Chloe...? - Se acercó - Princesa... ¿Pero qué tienes? Estás super pálida ¿Qué ocurre?

Seguía sin mirarlo y sin responder.

Se arrodilló frente a mí para verme a los ojos - Dime qué pasa.

- Mi mamá y me hermano están secuestrados - Al decir eso, mi mente reaccionó a todo y empecé a llorar. Cubrí mi cara con mis manos.

- ¿Qué?

Seguía llorando.

- Pero... Pero ¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo dijo?

Yo seguía llorando.

- ¡Respondeme, Chloe! - Ya se empezó a preocupar.

- La llamada... - Balbuceé.

- ¿Qué?

- Una voz robótica detrás del teléfono me lo dijo, y mi mamá estaba llorando... ¡Escuché su voz, Michael! ¡Mi familia está secuestrada! Mi hermano, pobre hermano... Sólo tiene trece años... Esto no puede estar pasando. No a ellos... No a mí... ¿Por qué? - Seguí llorando.

Michael me abrazó fuertemente, haciéndome sentir que no estaba sola, que lo tenía a él, y que siempre lo tendré.

Pude notar que él estaba casi tan preocupado como yo. Él se toma mis problemas como si fueran suyos. Lo amo tanto.

- También dijo que si llamaba a la policía los mataría.

- Quien sea que haya hecho esto, tiene que pagar, y será tras las rejas.

- Sí, pero no quiero que mueran, Michael, ¡son mi familia!

- Lo entiendo... Y ¿Qué más te dijeron?

- Que me estarían esperando en el callejón que está a treinta minutos de aquí, a las afueras de la cuidad. (Neverland está a las afueras de la cuidad), a las doce y cuarto, que me dirían lo que querían a cambio de su libertad y que fuera sola ¿Qué hago, Michael? - Deje llorando. La rabia y la desesperación me invadían.

- Llamaremos a la policía.

- Pero, ¡Michael! ¿Quieres...?

- Aún no... - Me interrumpió - Hay que ser inteligentes.

- ¿Cómo?

- No quiero que estés en peligro, no te dejaré ir sola.

- Pero Mi...

- Bobby y yo iremos contigo sin que se den cuenta de que estamos.

- ¿Cómo?

- Es de noche, no se ve nada, y Bobby se sabe esconder.

- Está bien...

- No te preocupes, todo está bien, te lo prometo... - Besó mi mejilla.

- No, Michael, no hagas promesas que no sabemos si se pueden cumplir.

Mi Sueño, Mi Pesadilla [Michael Jackson] {#1} (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora