Amor Prohibido

Epílogo

Hola chicxs les traigo el epílogo y con este doy por completada la historia.

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Cinco años después  

     Cinco años desde que nos fuimos, cinco largos años sin poder ver a mis amigos o familia. Pero valieron la pena, aunque según mis informantes, Melisa aun nos busca pero no nos encuentra.

— Muy bien con cuidado... — Decía Javier mientras yo subía a la camilla.
— Tranquilo amor, estoy bien.
— Muy bien, levantate la bata para asi poder hacer el ultrasonido — decía la doctora.
— Doctora diganos, ¿¡es niña o niño!?
— Es una niña, felicidades — respondió la doctora.
— Gracias, amor es una niña — dije emocionada
— Así es bebé, es una hermosa niña — Dijo abrazandome.    

    Salimos del Hospital y nos dirigimos a la casa, yo tenía que estar de reposo. Al llegar me fui a acostar y Javier fue al supermercado a buscar la comida y uno que otro antojito que tenía.     

     Ya llegaba cinco meses de embarazo y me daban muchos antojos, especialmente dulces, mis favoritos eran los de chocolate. Javier y yo estabamos súper felices, uno de nuestros planes era formar una familia y al fin se nos estaba cumpliendo.    Pero nuestro mayor miedo era que Melisa nos encontrara y al enterarse de que estoy embarazada intente de hacer algo contra la bebé. Ya sabíamos que ella era capaz de cualquier cosa.

— Bebé ya llegue, te traje el chocolate que tanto te gusta — Dijo Javier llevandome el chocolate a la cama.
— Me empecé a tomar el chocolate
— Amor ahora que sabemos el sexo del bebé, necesitamos ir pensando en un nombre.
— Si tienes razón bebé.
— ¿Que te parece Stefanie? — Sugerí.
— Suena bien, Stefanie Jones Aguilar, me encanta.     

     Estuvimos un rato acostados viendo una película, y obviamente llamamos a los chicos para decirles la noticia.

— Hola chicos — saludamos a coro Javier y yo.
— Hola ¿como te fue en el ultrasonido? — preguntó Vane.
— Si, ¿dinos ya te dijeron el sexo?  — siguió Carlos.
— Si ya nos lo dijeron — dijo Javier.
— No nos dejen en suspenso, no sean malos. — habló Sofí.
— ¡Es niña! — todos se emocionaron.
— Felicidades por esa gran noticia chicos — dijo Marcos.      

    Luego llame a mi madre, ella y Tony también nos felicitaron, ya hacía mucho que no veía a mi hermano y lo extrañaba un montón. Pero preferimos no dar nuestra dirección actual a nadie.       

    No podía creer el tiempo que hacía que me había ido de París, tuvimos que viajar casi al otro lado del mundo, mantener oculta nuestra dirección hasta de la gente que amamos, para que no nos pudieran encontrar, pero todo había valido la pena, ahora estabamos a salvo y yo tenía una pequeña presiosura en mi vientre, esperando cuatro meses más para poder salir

     De repente mi teléfono comenzó a vibrar, era un número desconocido así que contesté:

— Pon el altavoz — tenía una voz muy grave — ¿Ya lo has hecho?
— Si, ¿quien eres? — pregunté.
— Callate y escucha, se que Javier está ahí y se que estás embarazada, cuídense las espaldas... Cualquiera los traiciona, todos tienen un precio y yo estoy dispuesto a pagarlo.

     Dicho eso colgó, no podía ser nadie más que Melisa, pero esa voz quien era el que estaba al teléfono...

Continuara...