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Capítulo 2
~ Cita doble (1)~

Escucho como suena mi despertador. Maldito, lo odio. Lo apago y vuelvo a recargar la cara contra la almohada. Siento los rayos del sol contra mi rostro y suspiro con frustración, odio los martes, bueno prácticamente odio las mañanas. Me volteo para que el sol deje de pegar contra mi rostro cuando siento que choco contra algo duro, levanto la vista y me encuentro con una...  ¿Espalda? ¿Qué rayos...? ¿Quién rayos duerme en mi cama? ¿Qué mierda ocurrió anoche?
                                                                        Toque la espalda del desconocido para molestarlo y que así se voltease y lo logre, aunque continuaba dormido lo reconocí.

Oh. Dios. Mio. No me imagine que Jamie fuera quien estaba en mi cama, pero, ¿Qué hace aquí ?

— ¿Jamie? — lo llame para que despertara, pero no me hizo caso, así que utilice mi plan B.

Le pegue una cachetada en la mejilla.

-—¿Qué mierda...? — Jamie se levanto de golpe y me miro confundido — ¿ Tu me golpeaste?

Asenti — Sí, lo siento pero no te despertabas y ya es tarde y tenemos que ir al instituto — me levantó de la cama y quedo frente a el con los brazos cruzados — Quiero saber algo — él asiente respondiendo a mi pregunta no dicha. — ¿Por qué estas en mi cama?
Asiente mas para si mismo que para mi.

— Porque te quedaste dormida en el sofá con Zack y yo te cargue hasta aquí — recuerdo algo de eso pero es vago — tu no me querías dejar ir y hasta me pediste acostarme a tu lado, acepte, pensaba irme luego de un rato, pero, al parecer me quede dormido.

— Bien— no recuerdo nada, estaba muy agotada ahora me doy cuenta. — Me daré una ducha, tu solo quedate aquí — hice señas raras para hacer referencia, — y luego tu te darás una ducha - y me metí al baño rápidamente y prepare mi ducha.

Termine diez minutos después y me puse una toalla alrededor del mi cuerpo y otra alrededor de mi cabello.
Salí y me encontré con Jamie dormitando en mi cama ya hecha. Abrió los ojos justo cuando salia y su mirada rápidamente se dirijio a mis piernas, sentí que mis mejillas se ponían de color carmesí.
— Listo, puedes entrar — asintió y me hice a un lado para dejarlo pasar.
Su mirada seguía en mis piernas y eso me hacia estremecerme y ponerme nerviosa. — Lindas piernas — susurro cuando paso por mi lado, pensó que no lo escucharía, idiota.

— Te escuche.

Cerro la puerta riendo - Ese era el punto.

Me puse unos jeans oscuros, una remera negra y mis converse negras con blanco y también un suéter sencillo negro cerrado , que hacia que mi hombro estuviera al descubierto. Es un día un poco frío en California, ya que estamos cerca de invierno.
Seque mi cabello, me lo alise y lo deje suelto haciendo que se formen mis ondas.

Escuche como el agua de la ducha se detenía y luego la puerta se abrió de la cual salió Jamie con una toalla alrededor de su cintura.

—¿Ves algo que te guste? - Santo por dios, lo estuve viendo fijamente. Piensa algo rápido.

Detrás de el esta unos de mis posters de Ansel Elgort y eso me dio una idea.

—Mmm, sí —eso lo sorprendió, abrió los ojos de manera exagerada  y me miro casi con la boca abierta,— detrás de ti esta un dios griego que amo profundamente, ¿qué? ¿Pensaste que te veía a ti? — Comence a reír como loca — Es sexy, ¿no? — le dije cuando conseguí dejar de reír.
Volteó para ver el póster y frunció el ceño.

Estúpido Idiota ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora