Nuestro Matrimonio Concertado

≬ CAPITULO 14 ≬

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CÉLINE DELACROIX

Paris / Francia

Siento mi cabeza palpitar y un zumbido permanente en mis oídos, trato de enfocarme mientras todo me da vueltas, siento sus manos aun en mis hombros dando ligeros masajes que logran relajarme poco a poco.

Casarme.

¿Acaso acaba de pedirme matrimonio?

Casarnos.

¿Estaré alucinando?

¿Le habrán puesto algo a la comida?

¿Me estoy volviendo loca?

Muevo mi mano apartando a Lysander, el retrocede poniéndose en mi campo de visión.

Deberíamos casarnos.

¿Se habrá golpeado la cabeza?

Tengo que volver a mis cinco sentidos, puedo oír el eco de mi corazón acelerado y tengo que regularme por el bienestar del bebe, empiezo hacer unos ejercicios de respiración hasta que me siento completamente consiente.

-No sé si oí mal –digo –Pero acaso, ¿Me pediste que nos casáramos?

-Sí, así es –responde con seriedad

- ¿Por qué? –Frunzo el ceño

Decir que me encuentro confundida se le queda corto.

-Ya te dije, por mi madre y si lo vez de cierta forma, es una vida más plena para él bebe.

Me incline hacia atrás repasando la postura de Lysander, no había pisca de broma en sus palabras, su mirada era neutral, estaba tranquilo como si habláramos del clima.

- ¿Y si él bebe no es tuyo? ¿Has pensado en eso? –ya ni sé que digo - ¿Quizás voy por tu fortuna? ¿Sabes incluso con quien estas? ¿Y si te arrepientes?

Me muerdo la lengua al ver como la expresión de Lysander cambia a una de enojo.

- ¿Qué no soy el padre del bebe?

Siento como si estuviera caminando en una cuerda floja, el tono que implementa al dirigirse conmigo es brusco, amenazante.

Niego rápidamente con la cabeza.

-No, ósea yo sé que eres el padre –trato de explicarme –Pero tú no estás seguro, aún no se ha hecho la prueba y si de la nada dices que ya no quieres hacerte responsable...

-Cállate, Céline –ordena

Automáticamente cierro mi boca, como si él tuviera un control que me maneja.

Se te hace tarde para salir a correr.

Por cada segundo que transcurre puedo escuchar el chirrido de unas cadenas, como si mi cabeza tratara de advertirme algo, pero mi cuerpo aparentemente danza en un hilo maniobrado por sus dedos.

-Te voy a preguntar esto una vez y me contestas con la verdad.

Paso saliva al ver sus ojos marrones, brillando con brazas peligrosas.

- ¿Soy el padre de ese niño?

-Si –asiento

Pasa su lengua por su labio inferior, ahora así frente a frente, me siento como una presa a punto de ser capturada por el depredador.

-Bien, te di mi palabra una vez, me hare responsable del bebe mientras fuera mío y lo es, ¿No? –me ahogo con mi propia respiración –Y si fueras por mi dinero, ¿Qué pasa? No me volveré pobre ante tu derroche –cierra los ojos un momento y suelta una risa seca –También puedo asegurar que te conozco tan bien, que hasta tú te sorprenderías, pero me es más interesante pensar en que me aburriré de ti.