Nuestro Matrimonio Concertado

≬ CAPITULO 10 ≬

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LYSANDER MONTCLAIR

Paris / Francia

Mantuve mis ojos fijos en la fotografía que sostenía entre mis dedos.

Tan solo veía una imagen en blanco y negro, con un punto en específico, el cual la doctora había señalado como él bebe que crecía en el vientre de Céline.

No sabía porque había estado la ultima hora mirando esta fotografía, tampoco lograba explicar porque mi mente no dejaba de repasar las instrucciones que había dado la doctora y mucho menos le veía sentido al recordar la sensación que me inundo cuando le estaban haciendo el ultrasonido a la mujer de melena dorada.

Deje caer la imagen cuando escuche la puerta de la entrada, estaba en el comedor esperando que Rosenda terminara de hacer el almuerzo, no me sorprendió ver a Vance parecer debajo del umbral junto a su mujer.

-Amigo –se acercó a saludar –Te hemos llamado, ¿Por qué no contestas?

-Estaba distraído, no escuche.

Me levanto para recibir el abrazo de Vance, su mujer se acerca con una sonrisa de oreja a oreja, el castaño se hace a un lado permitiéndole que la dama se me acerque, la envuelvo con mis brazos y dejo un casto beso en su mejilla.

-Hola Carlotta, ¿Cómo vas?

-Lysander te has perdido últimamente.

La mujer de Vance era una hermosa y elegante italiana, su cabello era castaño y le llegaba a los hombros, sus ojos eran de un color gris, había estado casada con mi amigo desde hace unos tres años y de hecho se podría decir que la consideraba como una amiga.

-Eh estado ocupado.

Carlotta rodeo los ojos.

-Como siempre.

Los invite a tomar asiento informándoles que Rosenda no demoraba en servir la comida.

- ¿Qué es eso? –pregunto la italiana, estirando su mano

Chasquee la lengua al ver la ecografía en sus manos, ella la miraba con curiosidad y luego la volteo para que su marido la viera, Vance no tardo en dirigirme una mirada acusadora.

-Pensé que lo llevarías con cautela.

-Eso eh hecho.

-Amigo puedo apostar que llevas viendo esto desde hace un buen rato, apuesto a que era esto lo que te tenia distraído –recrimino Vance

Lo ignore observando como Carlotta le golpeaba el brazo y luego me devolvía la fotografía, mis manos picaron con ansias de tenerla de nuevo en mi poder, cuando la agarre no demore en guardarla en uno de mis bolsillos.

-Así que fuiste a la ecografía.

Asentí.

- ¿Cómo fue?

Me sentía cómodo con la italiana, a pesar de que mi amigo me juzgaba con la mirada.

-Llegue justo a la hora, sin duda Céline se sorprendió.

Carlotta rio suavemente.

-Nos hicieron una serie de preguntas y luego pasamos a que le hicieran el ultrasonido, sus ojos brillaron cuando la doctora le señalo lo que era él bebe.

- ¿Y tú? –indago

- ¿Yo que? –fruncí el ceño

La italiana doblo un poco su cabeza, como si fuera obvio a lo que se refería.