Sigo caminando mientras intento taparme los rayos del sol hacen que entrecierre un poco los ojos. Richard, a mi lado, caminaba como si el sol no le hiciera el mínimo efecto, pero en casa, el verano no solía ser tan fuerte, por suerte, todavía conservaba los short y las playeras holgadas que Maddie me había comprado aquella vez en el centro comercial cuando compre el vestido para la graduación de Matthew. ¿Me pregunto cómo estará? ¿Todavía me recordará? ¿Aún seguirá queriéndome o se habrá olvidado de mí?
Pero te llamo.
-Quizá y ni siquiera era él.
Pero sabía tu nombre.
-Quizá tenía el número abandonado y sólo quiso saber si tenía servicio o lo eliminaba.Seguimos caminando por los edificios en los que los nuevos estudiantes se están quedando, incluyéndome, para poder llegar el área principal, donde van a estar los clubes y los directores de las fraternidades.
La noche anterior casi no había dormido nada gracias a los nervios. Aparte, desde que llegue a la habitación, lo único que pude hacer fue hablar con mis padres y jugar los únicos dos juegos en el celular. No pude conectarme a internet, ya que tenía código la red de la escuela. Y después de terminar de hablar con mamá y aburrirme de los juegos, mi única opción era dormir, pero el sueño no me pegaba a las cinco de la tarde.
Terminé durmiendo a la una de la madrugada después de contar veinticinco veces las manchas en la ventana frente a la incómoda cama.
La habitación no estaba tan mal, pero tampoco tan bien: Era un pequeño cuarto con la cama y una mesita de noche, una ventana al frente y la puerta alado de la cama y, casi alado de la puerta, había una puerta para el pequeño baño y un espejo pequeño.
—¿Qué se supone que veremos hoy?—le pregunto a Richard por segunda vez.
—Vamos a ver los clubes que hay, a los directores de algunas fraternidades—me explica—. No necesariamente tienes que escoger en ese momento, hoy en la noche una pequeña fiesta en cada casa de fraternidad para que vayas conociendo y viendo.
—Y...¿Entonces como se cuál fraternidad escoger?—le pregunto—Dijiste que hoy me explicarías.
—Pues aquí las fraternidades no se escogen por las cosas que te gustan hacer—me mira—.Según la escuela eso sería muy aburrido, así que simplemente escoges a las fraternidades por las personas que hay.
—¿Entonces escojo una fraternidad en donde sienta que las personas son más interesantes?—le pregunto.
—Mejor empezaré a explicarte las cosas de cero—bufa—.Hay fraternidades para chicas y para chicos, no hay mixtas. Hay tres rangos de fraternidad: Alfa, Delta y Gamma, de cada una sólo hay dos fraternidades. Por obvias razones, en las Alfa están todos los niños populares y fresas de las escuelas y para desgracia de las demás fraternidades, son las más reclamadas. Después están las demás, y bueno, aceptan a todo tipo de personas.—comienza a explicarme— Si no me equivoco, esté año las directoras de las fraternidades Alfa de chicas son Lucy Beckham y Lillian O'Connor y te diré que son unas perras con pocas neuronas y mucho maquillaje, así que ni te les acerques si quieres mantener tus neuronas a salvo. Las otras chicas son mejores personas.
Se me sale una pequeña risa.
—¿Y si tienen pocas neuronas como están en está escuela?
—Dinero—responde en seguida—y para tu suerte o desgracia, también están estudiando periodismo. Ambas. Las dos. Juntas. Tercera guerra mundial.
—Sólo espero que no sean otra Jennifer o Alice—murmuro.
—¿Qué?—pregunta confuso.
—Nada, nada.
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Novela Juvenil¡Disponible en todas las librerías de México y Amazon para todo el mundo! ¡Ganadora Wattys 2016! Gracias por esto;3 "-Courtney, acéptalo.-dice el chico con la mirada ansiosa. -¿Que acepte qué?- murmura la chica con la mirada caída. -Acepta que nos...