Siempre pensé en la música como un campo de batalla. Todos los días artistas luchaban por ganar un espacio de reconocimiento en un mercado saturado, que no parecía dejar espacio a los débiles. Pero para los Sardelli la música siempre fue un motor, un impulso, no una competencia eterna por destacar. Y esta noche, frente a un estadio repleto, estaban a punto de demostrarlo.
Desde el backstage se escuchaba un público que vitoreaba una y otra vez el nombre de la banda. Afuera, miles de personas a punto de un colapso esperaban ver el show de sus vidas. Por el contrario, adentro el silencio pesaba demasiado.
Miré a mi alrededor. Guido estaba probándose un piloto que Meli le había prestado para acompañar una nueva estética, observaba su reflejo en el espejo más ausente que atento al outfit. Patricio tenía los brazos cruzados y la mirada clavada en el suelo, mientras Mía sentada a su lado hacia de cuenta que no existía, algo malo había pasado entre esos dos, estaba segura. Gastón, en cambio, parecía ajeno al drama, pero estaba absorto en su teléfono chateando con quién sabe quién. Su pareja y Galileo jugaban con un pequeño peluche de elefante, para tratar de distraerlo del ruido ensordecedor.
- Che tienen quince minutos para salir - intenté romper el hielo
- Es que hay gente que no sabe ser responsable - dijo Mía de mala gana
- Sí , y otra que malinterpreta todo - le respondió Pato
- Vamos, chicos, ánimo. No es momento de discutir - intervino Meli
- ¿Nos dejan solos? - pidió el rubio con firmeza - Solo la banda y equipo
A regañadientes el resto salió del cuarto. Guido se acercó y me rodeó con su brazo derecho, apoyé mi cabeza en su pecho y noté que su corazón latía a mil por hora, estaba más que al borde de un ataque de nervios.
- Vengan acá - le pidió a los hermanos que se unieron al abrazo en forma de círculo - Vos también - señaló a Mía que se acercó dudosa - Miren, se bien que no soy el mejor dando discursos y no pretendo darlo, pero sea lo que esté pasando en la vida de cada uno piensen en el ahora, miren hasta donde llegamos ¿Escuchan eso? - afuera los gritos eran cada vez más ensordecedores - Cada uno de nosotros puso algo de alma y corazón en este proyecto. Airbag lo es todo para mí, como se que lo es para ustedes, porque literalmente nos cambió la vida. No sé que es lo que está pasando, quién se peleó con quién, quién tiene razón, pero todo eso lo vamos a dejar atrás esta noche. Vamos a salir a tocar ahí arriba y dejar que la música nos consuma fibra por fibra. Lo único que les estoy pidiendo es que seamos unidos, aunque sea las próximas horas, déjenme pensar que siempre vamos a estar para el otro - se le cortó la voz antes de poder continuar
El abrazo grupal se intensificó. No bastaron más palabras para comprender que cualquier cosa era mínima teniendo en cuenta dónde estábamos ahora.
Los Sardelli se tomaron menos de dos minutos para estar listos y salir a escena. Ayudé a mi prometido a peinarse, mientras una fotógrafa gatillaba la situación como si su vida dependiera de eso. Mía tendría que estar grabando algo para las redes, pero en su lugar corrió a abrazar a Patricio apenas se colgó la guitarra, le susurró algo al oído que podía jurar que hizo que se le escapara una lágrima que secó rápido.
Gastón por su parte se veía radiante, dio un par de saltitos y estiró su cuello como si estuviera por subirse a un ring.
Y es que de eso se trataba después de todo.
- ¿Listo? - le pregunté a mí novio
- Nunca se está listo para algo así - sonrió nervioso
Noté tan real sus palabras que pensé que a lo mejor no era buen momento para reclamarle que todavía no había hablado con mis viejos para darles la noticia. Sentía que la prioridad ahora era transmitirle tranquilidad.
Pero no iba a safarse por mucho más tiempo.
Cómo el grupo que éramos caminamos por los pasillos que llevaban al escenario juntos. Nos detuvimos únicamente para chocar los cinco con Galileo y uno esperaría que Pato besara a Meli pero en ningún momento soltó de mi mejor amiga.
Nunca en mi vida había necesitado tanto un par de tapones para los oídos. Un contador con números rojos iluminaba las pantallas y cuando llegó a cero el público enloqueció. Abriendo la velada en ese momento cada uno de los fans estaba recibiendo la noticia más esperada desde "Al Parecer Todo Ha Sido Una Trampa": MARZO 2025 - NUEVO ÁLBUM - EL CLUB DE LA PELEA.
Miré a Guido, esperando verlo entusiasmado, listo para devorar el escenario, pero en cambio, parecía congelado. Sus hermanos estaban a punto de salir, pero él no se movía.
Mía intentó sacarlo de su trance.
- Tenés que salir primero - le dijo pero él ni siquiera parpadeó
Me acerqué y tomé su mano con fuerza.
- Guido... - pero no hubo respuesta
Sin pensarlo demasiado, me acerqué, pasando mi mano por su nuca para acercarlo a mí. Lo besé con todas las ganas que tenía, con la certeza de que nuestro amor era el impulso que necesitaba.
Cuando nos separamos tenía la mirada llena de vida.
- Ya lo tenés, ahora salí a darlo todo - le dije acomodando el cuello de su piloto
- Te amo
- Yo mucho más
Me guiñó un ojo antes de salir disparado al escenario, seguido de sus hermanos.
Anarquía en Buenos Aires retumbó en los parlantes, y el estadio entero tembló con la ovación del público. De pronto, me di cuenta de algo que me erizó la piel.
Estaba a punto de casarme con un rockstar con todas las letras.
Y nada en el mundo podría hacerme más feliz.
El sonido en los parlantes era tan fuerte que tuve que retroceder un poco entonces sentí como casi me caigo por tener la presión baja. Tragué saliva y respiré hondo. Tal vez era la emoción del momento, el cansancio o el hecho de que no había comido mucho en todo el día, pero un pitido agudo se instaló en mis oídos y caminé lentamente hasta el baño, intentando que nadie notara lo mal que me sentía.
Apenas crucé la puerta, me miré en el espejo: estaba pálida, con ojeras marcadas. No aguanté más y tuve que ir corriendo a buscar un tarro para vomitar. Escuché entonces el sonido de la puerta abriéndose.
- ¿Estás bien? - preguntó Mía que se acercó corriendo alertada
- Sí, creo que algo me cayó mal - mentí mientras me acercaba al lavamanos para enuhagarme un poco la cara
- ¿Algo te cayó mal? - repitió, cruzándose de brazos - Si apenas comiste. Mira, no quiero ser pesada pero también vomitaste el día que grabamos "Verte de Cerca", me preocupas
No dije nada porque en el fondo sabía que la respuesta podía lastimarme más si lo creía cierto.
- _______ - cambió su tono al notar que estaba llorando - ¿Qué está pasando?
- Es que no puede ser, es imposible... - dije dándome cuenta que ahora temblaba pero de nervios
Mi amiga me abrazó con fuerzas y nos quedamos en silencio unos segundos. Ninguna de las dos sabía exactamente que decir, pero tampoco sabíamos que estaba pasando.
Durante las últimas dos semanas intenté sostenerme de la idea de que estaba bajo mucho estrés.
Pero no podía negar algo que ya era más que evidente.
El problema es que era improbable.
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guilty as sin? Guido Sardelli - Temp. 2 Saga SUPERSTAR
FanficYo persisto y resisto la tentación de preguntarte si una cosa hubiera sido diferente ¿sería todo diferente hoy?