Limit (Harry Styles) *español*

4

HARRY

"... y cuando me mudé a San Francisco yo solo tenía 9 años. Y de eso hace ya casi 9 años y aún sigo fascinada y cada día veo algo nuevo y eso simplemente me maravilla porque..."

No paraba de hablar. Después de que la chica -Violeta era su nombre- pillara a Harry de pie en el borde del edificio y hubieran pasado la etapa incómoda de ella mirándolo a él como si se hubiera vuelto loco, ella quiso que se sentara y desde entonces ha estado hablando. Pronto se dio cuenta de que Harry no era muy hablador de manera que ella era la que hablaba. Y habla mucho.

Harry no está seguro de si se debe encontrar para sus adentros increíble, cosa que sería nueva para él o si debería encontrar obviamente molesto que es lo que suele sentir. Todo le irrita fácilmente. La mayoría del tiempo no quiere estar molesto pero no importa quien hable o lo que diga que él secretamente rueda sus ojos y muerde su lengua para evitar hablar.

Porque aunque Harry no sea muy hablador, hay palabras en su cabeza; y opiniones y alguna vez hasta broncas. Y a veces tiene la necesidad de estallar y empezar a echar broncas alrededor, sin importar quién le esté escuchando. Sin embargo, marcado contraste con todos a su alrededor, se lo guarda para él mismo. Nadie debe saber como odia la música pop o lo fastidioso que cree que es que sus vecinos siguen dejando correr a su gata por ahí libremente de manera que siempre va al patio de Harry y rasguña la puerta. A nadie le importa las historias de Harry o sus sentimientos, y él lo sabe, así que se lo guarda todo para él y no lo comparte.

Violeta parece ser diferente. Tiene incluso más palabras -no frases- en su cabeza que Harry. Y parece que no puede luchar contra la tentación de dejarlos salir. Después de todo está muy a gusto como para contarle a un desconocido básicamente todo sobre su vida.

Harry mira a la chica que tiene al lado la cual está sonriendo mientras mira su cámara que cuelga de su cuello. Sonríe dulcemente y luego acomoda un mechón de pelo detrás de su oreja. Se ríe, muerde su labio inferior y entonces mira a Harry que la mira confundido con los ojos entrecerrados. Harry supone que acaba de compartir una anécdota pero él no estaba escuchando.

"¿Alguna vez dejas de hablar?" Sin importarle pregunta y Violeta frunce el ceño.

"Bueno, supuse que ya que tu no hablabas... Hablaría yo."

"Bueno, no te he pedido que me contaras la historia de tu vida."

"Bueno, no te había pedido permiso."

"Eres un poco irritante."

"Tu eres un grosero."

Harry cierra la boca y tiene que presionar sus labios para tratar de esconder su sonrisa. ¿Qué está pasando? ¿Cómo lo hace esta chica para hacerle querer sonreír? No parece que a ella realmente le guste mucho. Después de todo piensa que es grosero y ¿a quién le gusta una persona grosera? Harry sabe que lo es y esa es exactamente su intención. No hace nada impetuosamente. Ahora quiere ser grosero de manera que Violeta se dirá a sí misma de levantarse, irse y alejarse de él para siempre. Él no quiere que ella se vaya pero por otra parte si lo quiere. Porque si ella se queda, puede que empezara a gustarle y eso le haría romper su propia regla: No dejes que nadie ni nada se vuelva cercano a ti.

Esta regla le ha evitado muchos desamores y dolor. Pero tiene el presentimiento de que Violeta será capaz de cambiarlo, y es por eso que en cierto punto odia a la hermosa chica más aún. Él no la odia realmente; es ese odio de cuando alguien es muy simpático y todo eso y no hay nada que odiar y tú simplemente odias esa persona porque no hay nada que odiar de ella. Es un sentimiento un poco complicado y a Harry no le acaba de gustar y está teniendo dificultades en descubrir lo que significa.

"Así que Harry, ¿qué haces?"

"Uhh..." Toma a Harry por sorpresa. Está muy interesada en Harry y él no sabe cómo sentirse en interesar a alguien. "Yo como que voy a la escuela... Aún." Sabe que está jodiendo todo eso de 'no-dar-conversación'. "¿Tú?"

"Yo ya no voy al cole. Dejé de ir hace un año."

"¿Ya te has graduado?" Ahora Harry siente un cierto interés.

"No, yo como que abandone el cole." Violeta ríe y entonces, por un segundo, su sonrisa eterna se desvanece y en su lugar parece triste y por alguna razón a Harry no le gusta esto, la triste expresión que tiene en su cara.

"¿Por qué? ¿Que tienes, 15 años?"

"Me ofendes," Ríe y luego sacude la cabeza. Harry frunce el ceño. "No, tengo 18. Si siguiera yendo al cole me hubiese graduado este año."

"Pues, ¿por qué ya no vas?"

"Simplemente no quiero perder mi tiempo en la escuela cuando podría estar haciendo cosas más divertidas."

Harry está estupefacto. Él odia la escuela. No le hacen bullying ni nada de eso; simplemente es invisible, aunque no le importa demasiado. Le encanta el hecho de que nadie le preste atención porque si no tendría que hablar con gente que no le gusta, en primer lugar. Sin embargo, odia la escuela. Cada hora que pasa dentro de ese edificio es como una tortura. A él le hubiese encantado poder dejar la escuela y simplemente hacer lo que quisiera.

"Pues hazlo." Dice de repente Violeta. Harry la mira, confusión escrita por toda su cara.

"¿Huh?"

"Has dicho que te encantaría hacer eso. Pues hazlo. ¿Qué te está parando?"

Harry no le responde. Violeta dejó el cole como si fuera muy fácil hacerlo, pero no lo es. Harry puede odiar las responsabilidades pero las tiene y no puede hacer nada al respecto. Debe haber algo que está mal en la vida de Violeta, si no ella iría a un instituto normal como todos los demás. Pero hay algo diferente en ella y no es solo el hecho de que haya abandonado el instituto. Violeta es la primera en despertar el interés de Harry.

"¿Sabes qué?" Violeta habla de nuevo. Harry no la mira. Está mirando al frente pero sabe que ella está sonriendo. "Voy a ayudarte."

"¿Ayudarme a qué?"

"A vivir tu vida."

"No quiero vivirla. Me gusta mi vida tal y como es." No es cierto. Lo que acaba de decir es una mentira. Él odia su vida y odia lo que se supone que debe hacer pero lo hace porque todo el mundo lo hace, y él es sólo un chico que tiene mucho más odio por todo en su corazón.

"No, voy a enseñartelo."

"¿Enseñarme el qué?" Harry está confundido. No sabe de dónde viene todo esto.

"Te voy a enseñar que la vida es digna de ser amada."