_________Dreams.

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Las puertas del elevador se abrieron con un sonido mecánico, y todo se sintió como un mal sueño

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Las puertas del elevador se abrieron con un sonido mecánico, y todo se sintió como un mal sueño.

Los paramédicos corrieron con la camilla a toda velocidad, y la sangre dejaba un rastro oscuro sobre el suelo reluciente de la Torre.

Sam estaba inconsciente.
Su respiración era inestable.
El oxígeno en su rostro, los electrodos en su pecho, la sangre empapando sus ropas...

Astrid no podía moverse.

Todo a su alrededor sonaba amortiguado, como si el mundo entero se estuviera alejando.

Las voces de los médicos y los Vengadores tratando de ayudar retumbaban en sus oídos, pero las palabras no tenían sentido.

-¡Lo estamos perdiendo!

-Presión bajando.

-¡Preparen el quirófano!

Sus ojos estaban fijos en Sam, en su piel ennegrecida por la explosión, en la forma en que su cuerpo se sacudió cuando empujaron la camilla a la sala de operaciones.

Las puertas se cerraron de golpe.

El golpe seco la sacudió como una bofetada.

Y todo el aire en sus pulmones desapareció.

Sus rodillas cedieron, sus manos temblaron.

El temblor en su pecho se convirtió en una ola de fuego.

No pudo respirar.

No pudo pensar.

No pudo hacer nada más que quedarse allí, sintiendo cómo el mundo se derrumbaba a su alrededor.

Ella debía protegerlo.

Ese era su trabajo.

Ese era su maldito trabajo.

Pero había fallado.

Y Sam estaba muriendo por su culpa.

La presión en su pecho se hizo insoportable, y lo único que quería era gritar, desaparecer.

Entonces, sintió un calor a su lado.

Un cuerpo fuerte, cálido, sólido.

No lo pensó.

No tuvo tiempo de hacerlo.

Simplemente se giró y se lanzó a sus brazos.

Los brazos de Bucky la rodearon al instante.

Su agarre era firme, protector, como si supiera que ella estaba al borde de romperse.
Astrid se aferró a él con todas sus fuerzas, sus dedos enterrándose en su chaqueta, su rostro escondido en su pecho mientras los sollozos la sacudían con violencia.

-Bucky... Es mi culpa... es mi culpa...

Él no dijo nada al principio.

Solo la sostuvo más fuerte.

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