Me convertí en un villano con una enfermedad terminal

Capítulo 117

Dado lo antiguo que parecía el objeto, era más probable que Seung-hyun lo hubiera recibido de Jae-young en lugar de haberlo comprado él mismo.

Incluso como regalo, le parecía demasiado insignificante.

"¿Quién regalaría algo así?"

Seok-hyung miró fijamente el peluche, arrugado entre sus dedos, y lo dejó caer al suelo sin cuidado.

Definitivamente, no encajaba con "Han Seung-hyun".

Quizás con ese otro hombre débil y patético, pero no con él.

—...¿En qué estoy pensando?

Negó con la cabeza de inmediato.

Mientras ese cuerpo siguiera respirando, "Han Seung-hyun" era "Han Seung-hyun".

Aunque supiera que en su interior habitaba otra persona, eso no cambiaba nada.

"Para mí, el director Han debe seguir siendo el director Han. No puede ser de otra manera."

Seok-hyung fijó la vista en el pequeño peluche que yacía en el suelo.

Después de un instante de duda, lo recogió de nuevo.

Sí, al final no era más que un simple muñeco.

Sería más extraño si le diera tanta importancia.

Solo tenía que entregarlo y ya.

Convencido de ello, lo metió en su bolsillo sin mayor cuidado.

Ya había reunido todo lo que le habían pedido, pero, por alguna razón, no se apresuró a regresar.

No tenía ganas de volver a casa.

Sin embargo, no era momento para caprichos infantiles, debía moverse.

Con un suspiro, salió de aquella casa desconocida, dejando atrás la extraña sensación de echar de menos un rostro que veía todos los días.

Ese día tenía un aire particularmente extraño.

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Los rumores sobre el estado de salud de Seung-hyun se propagaron rápidamente.

Algunos dudaban de su veracidad, pero había testigos de lo sucedido en el vestíbulo del hospital.

La presencia de un testigo hizo que la historia se difundiera aún más rápido y con mayor credibilidad.

El doctor Kim y el hospital A solían ser muy reservados con la información de los pacientes.

Sin embargo, ante la presión directa del presidente Han, el mayor benefactor del hospital, no pudieron seguir guardando silencio.

«—...No se trata de una dolencia menor. Sin duda, su salida de la empresa ha influido en su estado. Y... su regreso tampoco será fácil.»

Aunque lo expresó de manera indirecta, el mensaje era claro.

Durante una comida, en la que nadie mencionó el asiento vacío, el presidente Han habló con tono despreocupado.

—Supongo que alguien ha investigado sobre él.

Silencio.

—......

—¿Han averiguado algo?

El presidente Han lanzó la pregunta con indiferencia, tanteando a su familia.