𝑬𝒔𝒕𝒂 𝑩𝒊𝒆𝒏 𝑵𝒐 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒓 𝑩𝒊𝒆𝒏 || Lᴏᴏᴋɪsᴍ x Hɪᴛ Vɪʀᴀʟ ||

52

—¡Cof, cof! —Eul sostenía a Hobin, ayudándolo a incorporarse.

—¡Agh! ¡Vete a la mierda! —gruñó Hobin, molesto.

—No pensarás pelear con él, ¿verdad? —pregunté, viendo a Taehoon y Mangi plantados frente a ese tipo. Vaya, qué diferencia de altura.

—¿Te crees un mafioso o algo así? —soltó Taehoon, cruzado de brazos.

—¿Te excita abusar de los débiles? —añadió Mangi con desprecio.

El tipo ni se inmutó. Ni una sola reacción. Qué irritante.

—Contéstame —Mangi arremetió, pero el sujeto lo esquivó con facilidad.

Eso fue... boxeo.

—¿Lograste esquivar eso? —comentó, impresionado.

Me distraje al ver a la chica rara sonriendo con entusiasmo... Qué inquietante.

—Hey —me llamó Rumi, jalándome a su lado—. Di whisky. —Posé en la foto mientras de fondo, Gyeoul salía con una expresión bastante... peculiar—. ¡Eres de One Punch TV! ¡El canal que exhibe a todos, hasta a las celebridades! Es un gusto conocerte, Gyeoul... Estoy suscrita a tu canal.

Alcé una ceja al escuchar el nombre. Me sonaba a un anime que vi.

—Creo que esta es una buena foto tuya, ¿no crees? ¿Qué opinas, Jinx? —Rumi me mostró la foto, donde Gyeoul salió fatal.

—Sí, salió bien —respondí, indiferente.

No salgo mal en la foto... milagros existen.

—Voy a subirla a Instagram, jejeje.

—¿Qué crees que estás haciendo? ¿Me tomaste esa foto? —Gyeoul se puso nerviosa—. Será mejor que la borres o...

—¿O qué? No es bonito manipular a la gente, ¿verdad? —me incliné hacia ella.

—Es divertido manipular a los demás... para conseguir lo que quieres, ¿no? —contraatacó Rumi, sonriendo—. Descuida, terminé la transmisión antes. Pero tengo malas noticias: otras caerán en tu truco, pero nosotras no.

Yo sí estoy grabando, pensé, pero mejor me guardé el comentario.

—Te gusta actuar y engañar a los demás, todo para que te den lo que quieres. Y lo peor... eres adicta a eso.

—Vaya, no te tienes ni un poquito de respeto. Eso da pena —la miré sonriendo con lástima y le di unas palmaditas en el hombro—. Valórate un poco.

—Es como inyectarte una droga cada vez que las cosas salen a tu manera. Te hace sentir amada, ¿verdad? Pero deberías mirarte bien en el espejo... Porque no importa cuántas capas de maquillaje y ropa cara uses... Nosotras podemos ver lo que realmente eres.

Me alejé, observándola con un deje de lástima.

—Oigan ustedes, ¿qué le acaban de decir a Gyeoul? —preguntó un chico, tomándole la camisa a Rumi para levantarla.

—Solo la verdad —respondí, restándole importancia—. Deberías enseñarle a valorarse.

Cuando me iba a atacar, Taehoon apareció y le dio una patada directa a la cabeza.

Me acerqué a Rumi.

—¿Estás bien? —pregunté, revisándola.

—Sí, aunque me asusté un poco —respondió con una pequeña sonrisa.

—Oye, me voy.

El tipo se detuvo a pocos centímetros de la cara de Taehoon.

—Espérame —antes de irse detrás de Gyeoul, nos miró.