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Miré con incredulidad a las tres mientras se tomaban fotos.

—¡Qué lindo eres! ¡Qué lindo!
—¿Te parece justo? ¡Jajaja!

Con la mirada, regañé a Daniel.

—¿Seguros que huyeron de su casa?
—No son celebridades, ¿no?
—S-sí...
—¡Por supuesto! —fingí demencia.

—Ey... chicas. —Daniel sujetó la muñeca de una de ellas.
—¡Aah! ¡Me agarró de la mano!
—¿Conocen a... Hostal? —preguntó Daniel, serio. Aunque la seriedad no funcionó: las chicas se sonrojaron.
—Eh, ¿no es un hotel... muy costoso?

¿Acaso no saben de Hostal? ¡Qué decepción! ¡Estamos perdiendo el tiempo!

—Ah... perdón, pero debemos irnos. —Daniel tomó mi muñeca dispuesto a irse.

Hasta que un rugido sonó. No fue mío. Ya comí, no quiero pasar vergüenza.

Miramos a las chicas que se tocaron sus estómagos con vergüenza. Solté una pequeña risa.

—Vengan, chicas, las invitamos a comer —las llamé con voz calmada y cariñosa.
Vengan y caigan en nuestra red.

...

—Coman despacio —comenté, mirándolas mientras ocultaba el hecho de que estaban comiendo como animales.

Las observé con detalle: ropa gastada... y estamos en invierno.

—¿No tienen frío? Si no tienen dinero, deberían conseguir un trabajo.

—¿Un trabajo? ¡Jajaja!
—Los menores necesitan permiso de los padres para eso. Si denuncian nuestra desaparición, la policía podría encontrarnos.
—Y aun si trabajamos, hacen lo que quieren y ni siquiera nos pagan... hay muchos jefes que intentan hacer cosas raras con nosotras.

Parpadeé, un poco innecesaria esa información.

—E-entonces... ¿cómo consiguen dinero? —preguntó Daniel.

—¿Dinero? —se miraron y sonrieron— No necesitas saberlo.
—Ja, ja, es muy ingenuo.
—No preguntes, te vas a traumar.

Las miramos con sorpresa. Entonces ellas...

—¡E-esperen! ¿Ustedes... también venden calcetines?

Se miraron por unos segundos, para luego reírse.

Le di un leve golpe a Daniel para que se callara.

—¡Ah! ¡Ahora me acuerdo! ¡Nuestro "papá" estaba usando unos para vender!
—¿¡En serio!?

Me acerqué, inclinándome hacia ellas.

—¿P-papá? ¿Su papá vende calcetines?

—¡Jajaja! ¡En serio no sabe nada!
—¡Cree que es nuestro papá de verdad!

Solté una risa nerviosa.

—Es que de pequeño se cayó, así que es muy ingenuo —aclaré con una sonrisa nerviosa—. Hay que cuidarlo. —Le pellizqué la mejilla a Daniel, ocultando mi molestia.

Se quejó en voz baja.

—Jeje, se entiende.
—Llamamos "papá" al líder de la familia fugitiva... el líder es el "papá" y la líder es la "mamá".

Hmm, a mí me nombraron tía.

—Perdón, para serles sincera... íbamos a sacarles los 500 000 wones.
—Pero como son tiernos, no vamos a hacerlo. ¡Debemos irnos ahora!

—Oigan... queremos unirnos... a su familia fugitiva —dijo Daniel, mirándome de reojo.

...

—¿Seguros? Nuestro "papá" da mucho miedo...
—Sí, tiene tatuajes y nos pega si no le hacemos caso.

𝑬𝒔𝒕𝒂 𝑩𝒊𝒆𝒏 𝑵𝒐 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒓 𝑩𝒊𝒆𝒏   || Lᴏᴏᴋɪsᴍ x Hɪᴛ Vɪʀᴀʟ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora