El pasillo del castillo se sentía más largo de lo habitual mientras Alaia caminaba por él. La rutina de esos días le pesaba más que nunca, su mente era un rompecabezas al que no le encontraba sentido, caminaba con el mismo silencio tenso que envolvía su relación con Oliver. Desde aquel beso, desde la confesión, todo parecía haber cambiado, y no sabían cómo volver a la normalidad. Ella, intentando actuar como si nada hubiera pasado, pero sin poder ignorar la distancia entre ellos. Él, haciendo lo mismo, pero con una evidente frustración que no lograba ocultar.
Se cruzaron en el pasillo, como lo habían hecho tantas veces este último tiempo, Alaia no pudo evitar sentir el peso de su mirada. Oliver la observaba con intensidad, y de pronto sintió como los rodeaba una fuerte tensión.
- ¿Vas a salir hoy?- preguntó él, tratando de sonar casual, pero su tono nervioso traicionaba una incomodidad palpable.
- Sí, voy a ver a Dalila. Necesito un poco de aire fresco, ya sabes...- su voz salió vacía, como si intentara convencer más a sí misma de que era una conversación normal como las que tendría con cualquier persona.
Oliver la miró por un momento más largo de lo que ella esperaba, y de repente, el silencio entre ellos se hizo insoportable. -No puedo soportar esto, Alaia- dijo, finalmente. Su voz no sonaba como siempre; había una mezcla de frustración y vulnerabilidad en sus palabras. -No puedo seguir así, con esta frialdad entre nosotros. Lo que pasó, lo que tú y yo... No puedo simplemente fingir que todo está normal.
Alaia lo miró, sorprendida por la confesión. Quiso decir algo para defenderse y explicarle que ella tampoco sabía cómo manejar la situación. Pero las palabras no salían. Todo lo que sentía era un nudo en la garganta, el mismo nudo que había estado acumulando en los días anteriores.
- Oliver...- intentó comenzar, pero él la interrumpió.
- No quiero más silencios incómodos, Lía. No quiero que estemos así, tomando otra dirección para no vernos, actuando como si no hubiera pasado nada entre nosotros. No quiero que me ignores. No quiero que sigas escapando de esto, de nosotros.
El aire entre ellos vibraba con algo más que palabras. Era como si todo lo que habían reprimido estallara de golpe. Sin previo aviso, Oliver dio un paso hacia ella, y antes de que Alaia pudiera reaccionar o hablar, fue sorprendida por los brazos del pelirrojo tomándola por la cintura con una urgencia que la sorprendió.
Y la besó, con desesperación, como si ya no pudiera esperar más. No había nada suave en el gesto, solo una necesidad abrumadora de hacerle entender que lo que sentía era real, que no iba a huir de eso.
Alaia quedó paralizada por un momento, incapaz de apartarse. El beso fue intenso, frenético, y por un segundo, todo lo demás desapareció. Por desgracia cuando Alaia se dio cuenta de la locura que estaban cometiendo puso sus manos en el pecho de Oliver y lo empujó hacia atrás para separarse, en cuanto se separaron, sus respiraciones agitadas y miradas sorprendidas llenaron el silencio del pasillo.
- ¡¿Pero qué haces?! ¡¿Te volviste loco?!- dijo Alaia, casi aterrada por lo que acababa de suceder. Miró a su alrededor, como si esperara que alguien hubiera visto lo que había pasado. -¡Podrían habernos visto! ¡Estamos en el castillo, Oliver! Pudo aparecer mi madre o Maimón en cualquier momento.
Oliver la miró fijamente, sus ojos llenos de una mezcla de arrepentimiento y deseo. -¿Y qué pasa si alguien nos ve?- respondió, con un tono desafiante pero también vulnerable. -Ya no puedo seguir ocultando lo que siento, Lía. Ya no puedo seguir... actuando como si esto no importara. Lo que pasó entre nosotros es real, y ya no puedo esconderlo- el chico alzó su mano derecha para tomar delicadamente la mejilla de su chica y dejar unas suaves caricias mientras le hablaba.
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Una Princesa Diferente - Noel Cabrera
RomanceElla se guiaba por la razón, él por el corazón, ella era como un témpano de hielo, él la chispa que podía derretirla, ella decía que no tenía debilidades, pero era la debilidad de él. Alaia y Oliver se habían conocido a los cinco años, y once años f...