Tengo miedo de perderte

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-¿Dónde está Elías,mamá?-Le pregunté,con las pocas fuerzas que tenía.

Mi madre le hizo un gesto a mi padre para que se apartara y detrás suya se podía ver una camilla con un joven con el cabello moreno.Lucía dolido y estaba más pálido de lo normal,al parecer había perdido mucha sangre.Unas pequeñas gotas se hallaban en su rostro,humedeciéndolo y haciéndome entender que...En verdad lo había pasado mal.

Una gran sensación de miedo inundó mis entrañas y,sin hacer caso de los cables que sujetaban mi cuerpo,me levanté violentamente y me dirigí a su lado dificultosamente.

-¡¡Elías!!¡¡ELÍAS,RESPONDE POR FAVOR!!-Gritaba desesperada,con las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-¡¡Tranquila,Lucy!!¡Él está bien,solo está cansado!

-L-lucy...M-menos mal que estás bien...Me asustaste...

Su voz se notaba temblorosa.No,da igual lo que diga mi hermano...Elías no se encuentra bien.¿Qué debería hacer para verle otra vez sonreír,y no de forma costosa?

Volví a correr a su lado y agarré su mano,mi padre agarró del hombro a mi hermano y le dijo que no con un gesto de la cabeza,sabían que necesitaba estar a solas con él,así que salieron de la habitación.Pero antes de eso,mi hermano se paró en el marco de la puerta y me miró de reojo con tristeza.

-¿Crees que pueda sentir algo por él?-Le escuché decir.De el resto no me enteré,estaba demasiado encerrada en mis pensamientos.¿Porqué le cuesta tanto abrir los ojos?Esto no es  normal...Quizás debería llamar a una enfermera...

No,tranquila,Lucy...Todo va a salir bien...Dentro de unos días volveremos al instituto y todo seguirá como siempre,¿verdad?¿Verdad que si?

-Vamos a salir de esta...-Le susurré como un suspiro.

-Eso seguro...-Dijo mirándome con un solo ojo,y apretándome con sus pocas fuerzas mi mano que agarraba la suya.

Su mano perdió fuerzas y Elías cerró los ojos con fuerza,reprimiendo un grito.

Los pitidos se escuchaban muy fuertes.Estaba bloqueada,no sabía que hacer,así que simplemente grité su nombre hasta que llegaron los médicos,alterados por mis gritos y los pitidos de la máquina conectada a su pulso.Una enfermera me agarró fuertemente de los hombros y me recostó en mi camilla,diciéndome que me tranquilizara y que todo iba a salir bien.

Yo estaba muy asustada...¿Porqué está así?¿Qué le ha pasado?

-No puede ser...¡¡LE ESTAMOS PERDIENDO!!-Gritó uno de los médicos.

La enfermera me dijo tranquilamente que saliera de la sala,que iban a probar con una cirugía para ver si podían salvarle.Estaba bloqueada...¿Acaso...ese era el fin...?

-No...No puede ser...

-Tranquila...Haremos todo lo posible para que esto acabe bien...Tu debes volver a casa y recuperarte...¿Vale?

-¡¡NI HABLAR!!¡¡ELÍAS ME  NECESITA!!

-Elías está ahora mismo luchando por su vida,a perdido mucha sangre y nos necesita ahora mismo para ayudarle,si quieres puedes quedarte en la sala de espera,pero procura volver pronto...¿Vale?

-De acuerdo...

Me sentía completamente vacía,no tenía esperanza alguna de que Elías fuera a salir de esta...Ni la más mínima esperanza...

Elías nunca ha sido una persona fuerte,es prácticamente imposible que se cure...

Salí de la habitación y caí de rodillas al suelo,entonces mi hermano me vio y se acercó a mi corriendo y me agarró de los hombros,dirigiéndome delicadamente a una silla.Mis padres me miraron con rostro preocupado,pero yo ahora mismo estaba ausente...

Estaba completamente pálida,mi rostro no mostraba más expresión que la del pánico que recorría cada milímetro de la sangre que corría por mis venas...No íbamos a salir de esta...

-Tranquila Lucy,ya verás como se recuperará pronto...Es un chico fuerte...-Me dijo mi madre,mirándome casi con lágrimas en los ojos.

La miré fijamente,con mis ojos desorbitados y las lágrimas cayendo dolorosamente por mis mejillas,expresándole que algo no iba bien...

-Mamá tiene razón...Saldrá de esta...-Me dijo mi hermano.

-No...No va a salir...No va a salir...-Me puse a repetir psicóticamente.

-Shhh...Tranquila cariño...¿Cómo crees que se sentiría Elías si te viera en ese estado?

En mi mente se relató esa imagen como si de una película se tratase:yo enloquecida mientras Elías estuviera nervioso sin saber que hacer...Pero ahora no está...Y probablemente no volverá a estar...

Cesé de repetir constantemente la misma frase,pero me inundé en mis pensamientos y lloré,simplemente lloré hasta quedarme completamente seca.

Mis padres me abrazaban intentando calmarme,pero los únicos brazos que podían calmarme en ese momento eran los de Elías...

Unas horas después,una enfermera salió y nos dijo,con su mejor sonrisa,que Elías debía quedarse hasta más tarde por las revisiones a las que debía someterse,y que nos fuéramos a casa.

Entonces,aquella amable enfermera me vió en tan lamentable estado y se acercó a mi,que aún me encontraba sentada y paralizada.

-Tranquila,confía en nosotros...Tu novio saldrá de esta...-Me dijo para intentar reanimarme.

-N-no es mi novio...-No pude evitar decir,ligeramente sonrojada ante mi rostro completamente pálido.

Mi madre me acompañó a un cuarto de baño para vestirme con la ropa de calle,puesto que aún llevaba puesta la bata de hospital.

Me trajo unos vaqueros negros cortos y una blusa de manga corta blanca,me acabé de vestir,recogí mi cabello en una coleta a la izquierda,me enjuagué la cara y simplemente salí de ese hospital destrozada...

Debería haberme quedado con Elías toda la noche...Al fin y al cabo es culpa mía que él esté así...

Miraba al suelo cabizbaja de camino a casa,aún ligeramente debilitada por la operación,mi hermano no dejaba de mirarme con preocupación,como intentando indagar en mis pensamientos,entonces yo me percaté de ello e intenté sonreír,pero en vez de eso...Emergió de mi una triste lágrima,fría como el hielo y cálida como un abrazo,acompañada por una sonrisa torcida por el dolor.

Entonces él me abrazó,mis padres observaban por el retrovisor mi penoso estado,pero hicieron como si nada y le dejaron el reanimarme a mi hermano.

-Tranquila Lucy...Elías va a estar bien...Está en buenas manos...

-¡No!¡No va a estarlo!¡Es demasiado débil!-Gritaba en sus brazos,completamente derrumbada.

Mi madre miraba por el retrovisor izquierdo,y sin que me diera cuenta ella rompió a llorar silenciosamente,con una mano tapándole la boca y cerrando los ojos con fuerza.Entonces mi padre se dio cuenta del sufrimiento de mi madre y posó una mano sobre su pierna derecha,tratando de calmarla,completamente en vano...

El silencio se hallaba roto por mis descontrolados e incansables llantos,cosa que hacía la estancia demasiado incómoda como para que el mismo hierro no se derritiese en lágrimas...

-¿Porqué tenía que pasar esto justo cuando estaba todo yendo mejor?¡¿PORQUÉ?!

-Cariño...Elías sabe lo que hace,te aprecia mucho,es por eso que no lo dudó dos veces a la hora del trasplante,quiere que vivas...-Dijo mi padre.

-Lo se,pero...¿Qué va a ser de él?

-Está en buenas manos...

Finalmente llegamos a casa,bajé del coche y no sentía mis piernas del gran peso que cargaba mi alma,seguía sin comprender porqué había pasado todo esto...

-Lucy...Debes comer algo,acostarte y simplemente...No pensar más en esto,¿está bien?Mañana ya verás como todo se ha arreglado y volverás a verle sonreír...

-Si...Eso es lo mejor...

Hice justo lo que me dijeron y después me acosté.Intenté no pensar en nada,absolutamente en vano y finalmente caí rendida...

Loca por un aspergerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora