Capitulo 3: El transcurso

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Narra Dani:

Me desperté fatigado a las 10:00, escuchaba un ruido de cacerolas de fondo el que me resultaba extraño ya que en casa nadie cocinaba y siempre pedíamos comida rápida, al vestirme tome la botella de agua que había cogido la noche anterior y baje por las escaleras.

Me detuve un momento en el salón y vi que la estantería había sido ordenada, me dirigí a la cocina y vi a Ainoa cocinando un estofado, parecía entretenida asique no la interrumpí, deje la botella de agua al lado del fregadero y me dispuse a ir a mi cuarto nuevamente, ella al verme me saluda con una sonrisita a lo que yo le respondo con una sonrisa.

Volví a mi cuarto, abrí mi armario y cogí algo de ropa deportiva, tenia ganas de salir a correr y hacer deporte, Ale aun seguía dormido, seguramente se quedo trasnochando como hace siempre.

Al bajar por las escaleras Ainoa no se percató de mi vestimenta, me despedí y me dispuse a correr un rato.

Narra Ainoa:

Al despertarme no había nadie despierto aun, asique decidí ordenar todo un poco, fui habitación tras habitación viendo si había algo que limpiar tan solo el salón estaba un poco desordenado, al hacerlo conocí al hermano de Dani aunque estaba dormido.

Tenia un poco de hambre asique fui a ver si había algo de comer, fue una sorpresa ver que tan solo había comida rápida o precalentada, vi que tenían algunos vegetales para cocinar un estofado asique me puse a ello, fue fácil encontrar los utensilios estaba todo bastante ordenado para ser una cocina de dos chicos.

Tarde unos minutos en prepararlo todo, cuando estaba terminando de cocinar escuche a alguien bajar las escaleras, no preste mucha atención tan solo seguí cocinando el estofado, quien bajaba era Dani que parecía un poco adormilado, tan solo dejo una botella y se dispuso a irse de nuevo, extrañada le salude a lo que el me contesto con una leve sonrisa.

Minutos después bajo y me dijo que iba a salir a hacer deporte, no preste mucha atención.

Ratos después escuche como Ale bajaba las escaleras, los pasos se acercaban a la cocina, al aparecer por la puerta vi que Ale no llevaba camiseta y que tenia el pelo bastante alborotado, yo sonrojada le salude a lo que él me miro y saludo extrañado, le explique lo ocurrido el día pasado mientras que él tomaba un cuenco y se preparaba unos cereales.

Terminada la conversación, él limpio el cuenco que acababa de utilizar y relleno la botella que traía de su cuarto.

Ale:- Encantado de conocerte Ainoa, nos vemos.

Yo impresionada le respondí de igual forma y seguí cocinando mientras que él volvía a su habitación, terminado el estofado me dispuse a probarlo y descubrir que había salido sabroso, con mucha ilusión me dispuse a guardarlo para cuando volviesen los chicos para dárselo a probar.

Eran las 11:30 cuando volvió Dani de correr, él bastante sudado se dispuso a darse una ducha mientras que yo preparaba la mesa para cuando viniesen, minutos después se presento Ale en la cocina, se sentó y cogió un bol con un poco de estofado y se lo comió bastante rápido, recogió su parte de la mesa y sin nada que decir se fue de nuevo.

Narra Dani:

Cuando volví de correr vi que Ainoa había preparado estofado para comer, no le dije nada tan solo fui a darme una ducha, antes de entrar al baño fui a la habitación de Ale para decirle que fuese a comer un poco del estofado, el un poco desinteresado me asintió con la cabeza.

Volví al baño , me di una ducha y pensé sobre aquel muchacho que no recordaba su identidad.

Cuando termine fui a mi habitación y cogí algo de ropa limpia, me percate de que el muñeco de Golden había sido movido de lugar, supuse que había sido Ainoa que entraría en mi habitación mientras dormía, hice un típico truco para saber si entraron a mi habitación, coloque una lamina de lápiz en el filo de la puerta, si vuelve a entrar le llamare la atención.

Días de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora