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El despertador sonó. No quería levantarme. No quería cruzarme con Lauren. Camren estaba en peligro tras nuestro beso y todo lo que sucedió ayer por la noche. Cabía la pequeña posibilidad que ella no recordara nada, al fin y al cabo, estuvo completamente borracha mientras sucedía.

-¿Por qué no dejas de mirarme raro? -me preguntó Lauren-.

-Yo no te miro raro -me hice la tonta-.

-¿Es por lo que pasó ayer en el parque?

Todas mis alarmas se encendieron. Al igual que mis mejillas.

-Pensaba que no lo recordarías...

-Sería difícil no acordarse -dijo riendo-.

¿Se lo estaba tomando a broma? "¿Quién eres tú y qué has hecho con Lauren Jauregui?"

-Oye, yo... -no sabía cómo empezar- Quería pedirte disculpas, fue un error. Tú estás saliendo con Matthew... No creas que yo intenté aprovecharme de ti ni nada por el estilo... sabía que estabas borracha, intenté detenerte, pero...

-Camila -puso sus manos en mis hombros-, relájate, ¿quieres?

Asentí bruscamente. Estaba aterrada.

-Siempre has sido una dramática... -dijo Lauren, negando tiernamente-. Ayer me sentía destrozada por lo de Matt. La que debería pedir disculpas soy yo, soy plenamente consciente de que necesitaba consuelo, me aproveché del hecho de que tú siempre te preocupas por mí y haces lo que sea necesario para hacerme sentir mejor.

-Yo siempre estaré a tu lado para consolarte -dije más calmadamente-. Es sólo que no esperaba que me pidieras ese tipo de consuelo...

-Pero me lo diste de todas formas, ¿cierto? -dijo sonriendo pícaramente haciendo que me sonrojara-. Si no hubiese aparecido Dinah hubiéramos acabado sin ropa.

-¡LAUREN! -le di un golpetazo en el brazo y me cubrí el rotro con las manos. Ella rió a carcajadas.

-¿De qué os reís, chicas? -apareció Ally-. ¡Yo también quiero reírme!

-No sé si a ti te haría gracia -dijo Lauren divertida-, pero si quieres te lo cuento...

-Lauren, ni se te ocurra.

- Uhh -exclamó Ally-. ¡Mani! ¡Dinah! Venid, que éstas guardan un secreto y no me lo quieren contar!

-¡¿Qué secreto?! -gritaron ambas corriendo hacia nosotras-.

"Lo que me faltaba ya. A ver cómo arreglamos esto".

-El padre de Matt ha muerto -dijo Lauren, de repente-.

Todas se quedaron perplejas y sus rostros se tornaron serios. Lauren aprovechó la ocasión y les contó lo sucedido ayer con su novio (omitiendo nuestro encuentro final).

-Pedazo de borrego mierdoso -dijo Dinah-. Si lo vuelvo a ver le pego una patada que se va volando a China otra vez.

-Nuestra Cheechee agresiva, cómo la quiero -dije agarrándome a su cuello, intentando darle besitos, a lo que ella me respondió con un manotazo en la cara.

-Estuvo feo lo que te hizo -empezó Ally-, pero creo que todavía podríais arreglar las cosas. Está claro que él se equivocó, estaba dolido y la tomó contigo, Lauren.

-Lo sé -afirmó-. Esta mañana me ha mandado un mensaje desde Miami disculpándose, diciendo que debió respetar mi decisión.

-Me alegro -contestó la más mayor-. Realmente parece un buen chico.

Tras bajar a desayunar me senté al lado de Lauren.

-Entonces... ¿todo bien con Matt?

-Él es un buen chico, sí, pero creo que le pediré espacio.

-¿De verdad? ¿Por qué? -pregunté sorprendida-.

-Es extraño, pero... creo que si de verdad le quisiera, hoy estaría más triste, o más dolida, o más lo que sea... Pero en realidad me siento indiferente, y eso es lo peor que alguien puede sentir. Indiferencia.

Me sorprendieron sus palabras tan significativas. Yo estaba de acuerdo con ella. Si hay algo incluso peor que el dolor es la indiferencia, el sentimiento de no sentir absolutamente nada.

-Así que, ¿ahora eres toda mía? -me sorprendí a mí misma preguntar, no sin esconder mi pícara sonrisa.

-¿Otra vez estabas celosa, Camzi?

-¿Estás evitando mi pregunta? -contraataqué-.

-¿Estás evitando tú la mía?

Amaba mi nueva relación con Lauren. Tenía su lado desinhibido e informal, el cual nos permitía flirtear entre nosotras descaradamente, como si fuera lo más normal del mundo. Y por otro lado, compartíamos una gran confidencia y cercanía, hablábamos sobre cosas importantes, profundas, y podíamos hacerlo durante horas. No es que nuestra relación no fuera buena antes, pero no compartíamos tanto como ahora, sobre todo a causa de la incomodidad que el tema Camren nos suscitaba. Ahora, esta incomodidad ya no existía; ahora, nos sentíamos más libres que nunca. Supongo que una gran prueba de ello es que la noche pasada nos enrollamos como si nada, como quien le apetece chocolate y dice "oye, pues voy a comer un poco". Pues lo de ayer fue algo parecido, algo como "-Oye, ¿nos enrollamos? -¡Pues vale!". Y al día siguiente... ¡puf! como si nada hubiera pasado, sólo un comentario vago y casual como "Estaba rico el chocolate, ¿verdad?" y ahí se acababa el dilema. Todo un lujo.

Para que no deje de ser "nuestro lujo", seguiré mi vida carpe diem y evitaré preguntas tóxicas como "Me gustó besar a Lauren Jauregui?" y rechazar pensamientos innecesarios como "Esta mujer cada día está más sexy". Hay que tener cuidado con los sentimientos, pueden estropearlo todo. A veces, para conservar algunos lujos hay que sacrificar otros.

The Boom • CAMREN •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora