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Viernes noche. Último y más espectacular concierto. Efectos visuales, confeti y una buena dosis de momentos Camren. Entre la cesura de Ambition y Reflection, nos pusimos a cantar "You're beautiful" a capella, por lo que todo el público se unió a nosotras. Aquella canción había cobrado un nuevo significado desde la última vez.

Desde la marcha de Lily, Lauren se dirigió a mí un par de veces, algo dubitativa, pero me alegró ver cómo ponía interés en volvernos a juntar. Nuestra relación se encontraba en una especie de punto muerto, sí; pero con Camren nunca se sabe, el punto podría revivir en el momento menos pensado.

Al cantar de nuevo "You're Beautiful", la letra adaptó otro tono muy diferente a pesar de seguir siendo la misma. Era una letra esperanzadora, desprendía ilusión y nostalgia. De nuevo pude percibirlo en los ojos brillantes de Lauren, justo en los últimos versos y cuando todo el público cantaba con nosotras, aquel resplandor tan característico en su mirada, como una centella, como un destello que irradiaba una insondable calidez.

But it's time to face the truth...

Pero no canté el último verso, no canté el "I will never be with you". Quité el micro de mis labios, rodeé a Lauren con los brazos y la abracé con todas mis fuerzas, causando que ella tampoco pudiera cantar el verso. Correspondió mi abrazo. Para entonces el público ya había sustituido el canto por los gritos y los chillidos eufóricos.

El concierto terminó a lo grande. Las chicas hicimos la reverencia final y yo juraría que resultó uno de los momentos más increíbles de toda nuestra carrera.

-Hoy has cantado genial, Camz -dijo Lauren entrando en mi camerino-.

-Lo hemos hecho perfecto, las dos.

Me volteé para mirarla. La última vez que estuvimos en esta situación acabó... de una forma memorable, por decir algo. Hice un pequeño gesto para que se sentara a la silla justo de al lado.

-¿Echas de menos a Lily? -rompió el silencio Lauren-.

-Un poco.

-¿Volveréis a veros cuando regresemos, no?

-Quedamos en mantener el contacto, pero no sé si nos veremos o no.

-¿Por qué no íbais a veros? -preguntó algo sorprendida-.

-Nos gustó la forma de cerrar nuestra relación, no tenemos prisa para llegar más lejos. Siendo amigas está bien.

Ella simplemente asintió.

-Yo hablé con Matt.

-¿En serio? ¿Y qué dijo?

-Le pedí disculpas por no haberle dicho la verdad. También quise limpiar tu nombre de cualquier culpa.

-No hacía falta, Lauren -dije con sinceridad-. Entiendo que fue difícil para él.

-Para ti también lo fue y cargaste con todo sin rechistar.

-Bueno, un poco sí rechisté... -reí ligeramente-.

-Quiero que sepas que lo siento, Camz -dijo triste-. Por todo lo malo que te he hecho pasar.

-Lo malo es insignificamente si lo comparamos con todo lo bueno que me has dado.

Y de nuevo, el brillo en sus ojos. Quería saber qué significado tenía ese resplandor, sólo sabía que era buena señal, pero desconocía qué expresaba concretamente. De pronto, me encontré acariciándole la mejilla.

-Siempre has sido tan hermosa.

-Camz...

-Dime.

Se moría por decirme algo pero su lengua y sus cuerdas vocales le traicionaban, como es usual en ella.

-Me sentí muy celosa con lo de Lily -dijo por fin, aunque todavía vacilando-.

Se me escapó una sonrisa boba, después poniéndome seria lo más rápido posible.

-Perdóname, no debí haberme alejado así de ti.

-Te eché de menos -cogió mi mano y entrelazamos los dedos inconscientemente. Con la otra, volví a acariciarle la mejilla-.

-Yo también, Lauren. Muchísimo.

Nos miramos unos instantes a los ojos. Sentía unas ganas irreflenables de besar sus labios, tantas, que mi mirada bajó a ellos sin querer. La chica mayor no dijo nada, pronto copiando mi acción.

-Tú sí que eres hermosa, Camz -susurró-, incluso tus mayores defectos lo son.

Entre nosotras había algo más que dos miradas intensas. Había deseo, ansia, pasión. No me percaté de ello antes quizá porque mi subconsciente luchaba contra ello, pero ahora era muy obvio: Lauren sentía algo por mí. No tuvo que decirlo, la forma en que me miraba, la forma en la que yo le importaba... era la máxima expresión de ello. Por suerte, cuando no encontramos las palabras adecuadas o cuando el miedo nos impide decirlas, las acciones son una segunda opción de expresarte y resultan tan decisivas como las palabras.

Me incliné lentamente buscando una reacción por parte de Lauren. No me atreví a alzar la mirada para ver sus ojos, así que no separé la vista de sus labios. Quería que supiera cuales eran mis intenciones.

Los primeros segundos fueron difíciles ya que a Lauren le costó arrancar, yo simplemente iba recostándome más y más hacia ella esperando que me correspondiera. Eso no sucedió hasta que sólo nos separaron unos centímetros. Entonces, Lauren se rindió ante la situación, ante sus sentimientos y ante mí, y restó la breve distancia que nos separaba.

Nuestros labios titubeantes se encontraron. La mayor había perdido esa usual seguridad que desprendía cada vez que nos besábamos y yo no iba a permitir que hubiera ni una pizca de posibilidad de que ella se echara atrás. Me envalentoné. Volví a chocar sus labios después de haber puesto firmes los míos, la besé con mayor confianza y destreza inclinándome todavía más hacia ella. Mi trasero ya no tocaba la silla mientras que con las manos me apoyé en los reposabrazos del sillón de Lauren. Fue un movimiento atrevido.

Su cabeza fue encorvándose hacia atras sosegadamemte, obligándome a enderezar mi cuerpo para no perder el contacto con sus labios. Ahora me encontraba de pie, enmedio de las piernas de Lauren. Deslicé la mano por debajo de su pelo, sujetándole la nuca y sosteniendo el peso de su cabeza para que estuviera más cómoda. Ella reacció ante el gesto y acomodó las manos en mi cintura, acercándome.

Su aliento en mi boca empezaba a ser sofocante. Pasé mi lengua sutilmente por su labio inferior pidiéndole permiso. Impulsivamente ella jadeó contra mis labios y aproveché entonces para dar una rápida pasada con mi lengua.

-Camila...

Me detuve y abrí los ojos para mirarla. En lugar de decir nada, ella me empujó hacia su dirección hasta que mis rodillas se acomodaron al sillón quedando a horcajadas sobre sus muslos.

-Camila...

-Dime -susurré mientras aún sostenía su cabeza-.

-¿Camren es real?

Su pregunta me pilló desprevenida, no me la esperaba para nada. De hecho, en ese instante me hubiera esperado cualquier tipo de palabras, excepto esas. Me separé un poco para verla mejor y se me escapó una risita nerviosa.

-¿A qué viene esa pregunta?

Entonces me dijo que me quería, y que si ella me quería a mí y yo le quería a ella, eso significaba que Camren era real. Yo asentí, medio atontada por su repentina declaración y el atropello consiguiente de sentimientos arrolladores.

Lauren me correspondió, tras todo este tiempo.

-Disculpad... -una voz masculina me bajó de las nubes-.

Di un bote torpe hacia atrás para bajar del regazo de Lauren mientras ella se incorporaba con la misma torpeza. Era Yong, exactamente igual que la otra vez. Él sonrió discretamente, intentando adoptar un tono neutral (fallando considerablemente).

-Disculpad -repitió-. Vengo a despedirme.

The Boom • CAMREN •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora