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Justo cuando pensé que todo iba bien, que por fin iba a hacer con mi vida todo lo que quería sin que mi hermanito San Stefan interviniera, ahí estaba yo sonriendo sinicamente mientras me daba otro de sus discursos.

-Damon, tu eres mejor persona que yo, puedes serlo, solo necesitas pensar un poco mas como cambiar todo este mal y odio que llevas dentro.
-hermanito- dije corrigiendole- a; no soy persona, soy un vampiro y b; era-dije haciendo énfasis- mejor persona que tu, no me interesa serlo ya, no es divertido. Mirate -lo señalo todo- tan preocupado por una causa perdida -señalándome- solo déjalo ir, y deja de intentar curarme, yo no quiero hacerlo- di otro trago a mi bebida
-Eres mi hermano, te quiero cerca, somos solo tu y yo y no quiero perderte, pero tampoco puedo permitir que sigas de este modo, recuerda que lo peor viene después,
-yo no siento arrepentimiento-le corté- esa es la diferencia entre tu y yo- y sin más, me levante del sofá y camine fuera antes de que dijera algo mas.

El problema con Stefan era que su único propósito en la vida era arreglarme, pero no soy un juguete roto, solo soy yo siendo en lo que me convertí estos 151 años, ni mas Ni menos.

Días como este eran faciles de vivir sin romper cuellos, estaba nublado y con una ligera llovizna, la gente caminaba apresurada por el pueblo huyendo de la proximidad de la lluvia. Amaba estos días tristes, sin sol, grises y melancólicos. Era embriagador.
Caminé al Grill sin mucha prisa, era de tarde y martes, no habían muchas personas yendo en días como hoy, necesitaba borrarme la cara de cachorro rogando no ser pateado mas de mi hermano.

-Que tal- dijo uno de los chicos, Joe, el mejor camarero del grill
-Bien Joe, que tal todo?
-fácil- dijo restandele importancia- Bourbon?
-Que bien me conoces

Me sirvió un trago, dos, tres, luego perdí la cuenta. Hasta cuando Stefan iba a dejarme en paz? No habían matado a nadie en Mystic Falls desde que, bueno, no tenía ni idea, la Sheriff incluso parecía impresionada pero me creyó cuando le dije que yo no había ocasionado ese incendio en aquel departamento hace dos semanas, no había cometido homicidios cerca; bueno, solo uno, pero el me provocó y ni siquiera bebí su sangre. Disfrutaba de mi bonita vida como semi vegetariano, bebiendo alcohol y bolsas de sangre, nada sádico.
Bien, tal vez estaba siendo un idiota por lo de Elena, pero eso no lo sabría nadie, ni mi hermano, ellos eran felices y yo me prometí no arruinarselo apagando mi humanidad y hacerlos buscarme y terapearme, debía simplemente superarlo y seguir con mi vida, y lo estaba haciendo, ya estaba en mi última etapa de duelo, no me metía en problemas y era un buen chico de acciones aunque de palabra era otra cosa, tampoco era perfecto.
No entendía como podría seguir siendo un crío cuando debí madurar hace 151 años, malditas inmortalidad y amor desperdiciado, amando a quien nunca le interese por una eternidad y enamorandome de su clon novia de mi hermano. Que vida la mía, que idiota.

-te estas pateando la conciencia?-dijo una chica sentándote a mi lado de la barra
-ella me patea a mi- solté irónico bebiendo otro trago -bonitos labios- dije señalándole apenas, era lo único que lograba enfocar
-bonitos ojos- dijo ella mirando a Joe y pidiendo un trago, tenía una libreta en mano y estaba apuntando cosas, cosas que no lograba ver, cuanto alcohol había bebido?
-Que es eso? - dije señalando sus apuntes- parece serio
-solo indicaciones para no perderme- dijo como si nada
-indicaciones? -dije divertido- no eres de aquí?
-llegue ayer, y tu? -vi sus labios esbozar una sonrisa
-he vivido la mayor parte de mi vida aquí- solté
-Pues el bar te conoce bien
- somos buenos amigos.
La chica parecía agradable, Joe le invito un trago de mi parte.
-Podrías decirme tu nombre?, o te pongo uno? -Ella sonrió
-Para qué? No creo que lo recuerdes
-Me arriesgaré- sonreí de vuelta
-Lana- extendió su mano, yo correspondí el saludo con una sonrisa
-Bonito nombre, yo soy...-pero fui brutalmente interrumpido
-Damon-dijo mi hermano llegando a mi lado
-Ese soy - sonreí ampliamente- y este es mi hermano menor Stefan
-parece tu niñero- dijo ella divertida saludando a mi hermano
-Por el momento-me señale.

Le guiñe y camine hasta la Puerta con mi hermano, no me dio tiempo de despedirme, él me arrastro lejos de la entrada

-te he buscado por horas
-Bien, ya me encontraste, para mi desgracia- sonreí- que quieres?
-tus cosas no están en casa, podrías decirme donde están?
-solo me mude, Caroline me ayudo y bueno, han pasado dos días de eso, me has espiado? -me burle
-tu lees mis diarios- soltó- en donde vives ahora?
Mire a todos lados- trajiste coche?
-tendremos que caminar
Torcí el gesto, estaba borracho y debía caminar a casa, porque demonios no fui en coche?

Caminamos al Sur del pueblo, cerca de unas vías del tren abandonadas, habían un conjunto de casas grandes en ese lugar

-este es mi humilde hogar-llegando a la puerta- y no estas invitado
-no seas infantil
-Stefan, me estoy emancipando de Ti y Elena, puedo vivir solo y sin causar problemas

Entre a casa, Caroline había hecho un buen trabajo, al parecer quería ser diseñadora de interiores y la deje ser a cambio de que mudara mis cosas.

Todo era oscuro, sobrio y sombrío, roble oscuro, cuero y terciopelo, muy mi estilo. Alaric hubiera sido feliz aquí.
-Tienes sangre? - preguntó
-Hay un escondite en la cocina, no le digas a nadie de mi secreto.

Stefan sonrió divertido, había reconocido el trabajo de su amiga.
-Te dejo-dijo por fin
-Largo-sonreí- solo cierra la puerta.
-Nos vemos
-lo que sea-dije tomando un ultimo impulso y llegando a mi habitación a velocidad vampirica, después caí agotado.

Tenía una sensación de vació cuando desperté, sentía el estomago raro, tenía hambre.
Me duche y vestí con pijama, no quería salir, prepare mi desayuno y una bolsa de mi bebida favorita, empecé a comer comida cuando descubrí que en realidad si calma la ansiedad. Puse música y comí y bebí hasta que estuve por mucho satisfecho. Oh, dulce tranquilidad, no mas cuchicheos del pobre y problemático Damon, no mas miradas cutelosas, no mas Caroline entrando de la nada.

-Damon-escuche la puerta abrirse de golpe, Caroline, había cantado victoria demaciado pronto.
-hola-dije sarcástico- estas en tu casa.
-Qué día es hoy? - soltó de pronto tomándome desprevenido, y dándome la copia de la llave
-miércoles? Que no tienes calendario? -sonreí- Caro, soy vampiro, he vivido mucho tiempo y no me la paso viendo fechas,
-28 de junio
-Y no te pregunte- dije terminando de hablar- y?
-Es tu cumpleaños
-ya tuve suficientes
-si, y uno mas no te hará daño- no la mire, solo me deje caer en el sofá, ella se sentó en el de enfrente mio-sera divertido
-Caroline, no estoy de humor y la idea de vivir lejos de ustedes era no verles la cara todo el tiempo
-te he organizado una fiesta, es en el grill y hay mucho Bourbon, bueno- dijo corrigiéndose- lo habrá- suspire, no iba a dejarme en paz hasta que cediera - solo debes poner tu lindo trasero en el grill a las 8
-cumplidos de cumpleaños? -Sonreí- solo mi divertida presencia?-asintió esperanzada- llegare a las 9, tal vez 10 y quiero una botella esperándome

Ella sonrio y salió de la casa dando brinquitos.

-Felices 173 -sonreí- 23 años Damon.

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Espero comentarios, si veo que gusta le sigo, saludos.

Radioactivo (Damon Salvatore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora