Radioactivo (Damon Salvatore)

Plan "A"

toda la mañana la pasé pensando en la mejor forma de convencer a Lana de que mi tipo de vida era su mejor opción; no encontraba la mejor manera, pero sabía que debía ser directo, sencillo y nada tenebroso.

En el hospital del pueblo, la chica había ido a por unos estudios que le indicaban el tiempo que tendría de visión, pude oírlo mientras tomaba un vaso de agua en la sala de espera

-es menos tiempo de lo esperado, tus ojos están cada vez mas dañados, parece que estás perdiendo la visión tan rápido que me sorprende que aun puedas distinguir

-he tenido repentinos dolores de cabeza, incluso he dejado de ver por las noches, mi ceguera nocturna es peor y creo que estoy cada vez mas cerca de todo

-¿como ves en este momento?

-puedo verlo como por el centro de un cilindro, el contorno de mi visión es negra, y se hace cada vez mas oscura y permanente, a veces veo mejor que otros días

-eso es normal, estás luchando, tus ojos están intentando deshacer tu condición, pero no han podido

-me tengo que ir doctor, tengo trabajo y necesito prepararme

-claro, es un placer, nos vemos en una semana.

-gracias.

Lana se dirigió al local, ahí hizo inventario y aproveche para acercarme mas a ella

-quisiera un perro- dije divertido al verla saltar del susto

-Damon, que sorpresa, no te he escuchado entrar

-lo sé, supongo que soy como un ninja- dije haciendo movimientos con mis manos- entonces?

-tenemos varios pequeños en adopción, si es que estás interesado.

me acerqué a la jaula de los perros, pero todos ladraban fuerte con solo mirarme, incluso algunos me gruñían de forma insistente

-creo que los perros no son lo mío, que tal un gatito?- dije mirando la jaula de los gatos, había una inmensa variedad de colores, pero había uno muy divertido a la vista, era irónico que este gato fuera cuidado por ella- quiero ese- dije apuntando al gato negro sin un ojo que estaba recostado contra la pared

-estás seguro?, nadie lo ha querido adoptar desde que ha llegado por- lo miró compasiva- por su condición

-claro, por eso lo quiero, seguro que nos llevaremos bien, también soy rechazado social- sonreí

-bien- dijo quitándole importancia y caminando hacia el felino- ven pequeño

me lo entregó junto con todo lo que necesitaba, había ganado su confianza con solo el pequeño Hamlet entre mis brazos. Lana sonreía feliz de ver como el amiguito se restregaba en mi pecho.

esa fue mi señal

-Lana, tienes algo que hacer mañana después del trabajo?

-no que yo sepa- dijo entregándome la nota y las cosas de Hamlet

-entonces paso por ti a las 7, espero que luzcas bonita, yo pongo la cena- dije guiñándole, ella sonrió y asintió divertida, era mi oportunidad de hacer que ella entendiera y aceptara su nuevo destino, por lo menos eso era lo que yo creía.

a las  7 en punto estaba en la puerta del local, Lana aun no me había visto, por lo que pegó un salto cuando me vio parado junto a ella en la caja.

-hola- saludé en susurro, pero aún así se asustó

-definitivamente eres un ninja- dijo sonriendo- hola, que tal está el pequeñito?

-se ha adueñado del sofá mas cómodo de la casa, y mi favorito, lo pasa genial

-que bueno, no pensé que fueras a ser tan puntual- se había cambiado de ropa, y su perfume olía a lilas y jazmín, sonreí por el detalle. - espera a fuera, solo termino unas cosas y salgo.

obedecí, camine a la entrada y espere por unos 3 minutos- los conté- y luego de ayudarle a cerrar el local, caminamos a mi coche

-a donde vamos?- miró al frente, estaba un poco nerviosa

-a mi casa, quiero que veas el gran chef en mi y a Hamlet- ella me miró divertida

-que trágico nombre para un gato, supongo que le queda un poco

-es muy divertido, además está un poco loco, ya lo verás.

después de una agradable cena y una conversación agradable sobre su vida y la mía, decidí poner a andar mi plan A, decirle la verdad sobre mí, y darle la opción de ser curada.

-entonces, tienes un hermano, que edad tiene?- seguía acariciando a Hamlet entre sus brazos, que envidia le tenía al pequeño.

-tiene unos pocos años menos que yo- sonreí esperando su reacción- tiene 142 años

-¿disculpa?- se veía verdaderamente confundida- 142

-sí- sonreí - somos inmortales desde hace mucho tiempo, quieres que te cuente esa parte?

-eres un loco o algo así?- se veía asustada- no vine aquí para ser lastimada, o sí?

el nerviosismo de su voz me hizo dudar de si seguir con todo y simplemente mostrarle lo que era, tenía la sensación de que ella simplemente necesitaba ser curada y nada más, quizá, un poco de sangre bastaría para curar sus males, pero yo era egoísta y un perdedor, la quería para mi, quería que compartiera mi destino, que fuera mía.

-lo dicen seguido, pero lo normal- dije despreocupado- estoy bromeando, tiene 17.

-creo que tengo que irme- caminó hacía donde estaban sus cosas, Hamlet tomó su lugar en el sofá y me miró molesto

-te llevaré- no le estaba preguntando, aunque ella no estaba en condiciones de rechazarlo, era tarde y la oscuridad de la noche era peor vista desde sus ojos

no contestó nada, simplemente sonrió y se siguió al coche con una mano medio extendida al frente, la tomé y guié hasta el asiento del copiloto, ella agradeció el gesto, me percate de lo difícil que era para ella caminar en la oscuridad.

una ves en su departamento, Lana me miró apenada

-lamento ponerme de esta forma, pero necesitaba llegar a casa, mañana tengo trabajo y...

-no te preocupes- dije parándole el discurso- me disculpo por una broma tan tonta, que descanses

abrió su puerta y antes de entrar dentro del departamento, me dio un beso en la mejilla y un abrazo

-todo un placer Damon, fue una buena velada

-el placer fue todo mío.

mientras miraba como cerraba la puerta, decidí por ella.

Debía tener una oportunidad.