Radioactivo (Damon Salvatore)

Demons

Genial, ahora tenía este problema existencial sobre el acercarme o no a Lana, es decir, si hubiera sido en cualquier otro momento de mi vida, iba a poder seducirla sin problema y aprovecharme lo que pudiera, pero ahora tenía este tema de la humanidad y no quería que sufriera o alterar lo que sea que ya tuviera ella planeado para sobrevivir como pudiera.

me sorprendía la forma en la que lo tomaba todo con tanta calma, si la veías en la calle caminando la verías como cualquier chica normal egresada de la universidad y queriendo comerse el mundo, pero al descubrir los difíciles tiempos que se le aproximaban te daban ganas de abrazarla y llorar.

los días siguientes los pasé en el grill, bebiendo y sonriendo a las chicas que se acercaban para que les invitara un trago, Lana no apareció hasta el tercer día después de mi cumpleaños, al parecer habías conseguido un trabajo en una tienda para mascotas, y bueno, acababa de cerrar y ella iba a relajarse, llevaba su fiel cuaderno de notas, de solo verlo tenía unas inmensas ganas de arrojarlo contra el suelo.

- te pasa algo?- dijo mirándome fijamente, Joe sonrió mientras le servía un trago de vodka- pareces molesto

-no, es solo el calor

-hace frío- dijo ella divertida, y tenía razón, estaba lloviendo ese día y soplaba una suave brisa helada-seguro que te encuentras bien?

-si, solo debo irme, a mi cuenta Joe- dije saliendo deprisa fuera del lugar, llovía como el infierno. 

Me dirigí a la casa familiar, ahí se encontraba Stefan, tenía que decirle lo que estaba pasando y que me diera uno de esos consejos de viejo agrio que a veces da cuando no esta matando gente a sangre fría, me sorprendió no verlo por ahí, pero si a Elena y a Caroline bebiendo un poco y platicando.

-alguna sabe donde está mi hermanito?- dije tomando un trago de inmediato

-ha salido a comprar algunas cosas, se te ofrece algo?- Elena estaba de mal humor, eso no era bueno, especialmente desde que se ha convertido en vampiro

-nada que te interese - miré a Care de forma interrogativa, ella solo me sonrió en forma de disculpa y negó en señal de no saber que era lo que le estaba pasando a la siempre dulce Elena

Me dirigí a mi antigua habitación, al parecer nada había cambiado desde que me fui. Como extrañaba mi bañera, era genial en todos los sentidos, tenía la forma perfecta para relajarse, así que decidí tomar un baño en lo que mi hermano regresaba.

"-Damon, no podemos estar juntos, eres un maldito demonio, no puedo simplemente ignorar eso

-sabes que puedes, nunca te haría daño, te lo he demostrado, muchas veces

-eso no me garantiza que en cualquier momento recuerdes lo que eres y me mates, comprende que de por si mi vida es complicada, deberías de dejarme en paz de una vez y seguir con tusvida, o lo que sea

-no me mires de esa forma, intento ser buena persona

-no eres una persona Damon- mirándome con desprecio y miedo- lo siento"

-DAMON! - salté del susto de la bañera, salpicando todo

-que pasa!

-lo siento, pero es que no parabas de hablar

solo lo miré, de  verdad había hablado dormido?. Camine a la habitación con la toalla en mi cintura y luego de estar presentable, hable.

-tengo problemas hermano, necesito de tus consejos de anciano sabio

-de que se trata?- al parecer le disgustó mi comentario, lo vi torcer el gesto

le conté toda la historia, incluyendo la parte en la que Care me dijo que me alejara de ella, y de su enfermedad, él me escuchó con atención y luego de un momento, por fin pudo hablar.

-creo que Care tiene razón, no hay forma de que puedas ayudarla, y tu presencia solo lo empeoraría todo

-que clase de hermano eres tu?- negué frenético, - deberías decirme que vaya a por ella

-lo haría si fuera otra situación, pero somos lo que somos, y si no quiere que ella sufra, simplemente aléjate de ella

-tu que en lugar de dejarla ir, luchaste por Elena?, no creo que eso sea un buen consejo viniendo de quien hizo lo que quiso

-y lo entiendo, pero Elena no se estaba quedando ciega y tu no eres un santo

-y tu lo eres?

-no, pero me contengo, a ti te cuesta contenerte, eres...

-un maldito demonio, lo se

-no quise decir eso

-no se ni porque vine a este lugar

caminé fuera de la casa a mi coche y me dirigí a mi casa, los Salvatore somos bastante idiotas cuando se trata de dar consejos, en que demonios estaba pensando?

-si debo hacer algo  solo la convertiré, así no se quedará ciega, por lo menos .