Capítulo 2

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Bajo corriendo, y en la sala solo se encuentra Geoffrey.

« ¿Y la tipa qué estaba hace unos minutos aquí? ».

Camino hacia la puerta, y miro a mi mejor amiga sonriendo.


— ¡Lily! —Corro hacia ella y la abrazo, ella extiende sus finos brazos y me devuelve el gesto.

—Baby, sé que es muy noche pero tenía tantas ganas de verte —miente. La miro divertida, sólo porque sé bien el motivo del porque está aquí. Lily mira hacia todos lados, buscando a Edith, supongo—. ¿Estaban solos? —Pregunta.

—Sí, ¿por qué? —Aparece José. Su ceño se frunce con ligera confusión, por la pregunta de mi amiga.

—No, solo preguntaba —susurra—. Andrea, ¿podemos hablar en privado? —Sisea en voz baja, lo cual no sé si fue una pregunta o una súplica, pero digo que si con la cabeza.

—Espera... José, ¿y la mujer que estaba aquí, dónde está? —Lo miro esperando una respuesta sincera.

—Se fue hace un momento, ¿por qué? —Se cruza de brazos.

—Oh —miro a Lily y le índico que suba a mi habitación, ella asiente y sube—. ¿Te quedarás aquí Geoffrey? —Él me mira y rápidamente asiente con algo de nerviosismo.

—Eh, sí, espero y no te moleste —dice.

—No, para nada. José, mañana tú y yo —lo apunto primero a él y después me apunto a mí con mi dedo índice—, hablaremos seriamente —añado, regalándole una sonrisa no muy verdadera.

—De acuerdo, mejor ya ve a atender a tu loca amiga —riendo me toma por los hombros empujándome hacia las escaleras.

—Vuelves a decir algo así de ella, y te quito el bigote ese de un sólo tirón, ¿escuchaste? —Le medio grito. Éste se tensa, y Geoffrey me mira asustado—. Ahora tengo que ir a mi recámara con mi amiga. Con permiso.

Te juro que es capaz de cumplir eso que te dijo bro —logro escuchar decir a Geoffrey eso.

Créeme que yo también estoy seguro de eso, es mejor tener cuidado con esa loca hermana que tengo.

— ¡¡¡Te escuché José!!! —Grito desde arriba.


Camino por el pasillo, y entro a mi habitación, encontrándome a Liliana maldiciendo de las mil y un maneras.


— ¡Maldita estúpida! ¡Maldita zorra! ¡Edith te odio! Gggg...

—Oye tranquila, ¿qué es lo que sucede? —Me siento en la cama.

—Es que esa estúpida cucaracha seguro se dio cuenta de que vendría. Aggg... La odio, la odio.

—Mejor dime que tan famosa es esa tipa, vale.

Trato de no reír por el descarado apodo que le ha puesto a la pobre chica.

Mi amiga suspira tratando de contener su ira, para después decir...

El Amigo de mi Hermano [EDITANDO] « P. RoyceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora