Comer sin ser comido

Capítulo 23

Yioua no aparecía y yo hacia caso omiso a los comentarios de los demás acerca de que estaría bien, que si era fuerte, muy lista...
Pero no podía estar tranquilo. Era imposible pensar en otra cosa que no fuese en ella. Y no quería caer en pensamientos negativos acerca de su paradero.
Podía estar en cualquier parte. Y no sabíamos con quién. Teníamos que esperar la respuesta del sistema.
Teníamos que entrar. No pensaba dejar a Yioua sola ahí dentro.
Tras varios minutos que se volvieron insoportables, el sistema volvió a hablar con esa tediosa voz metálica:
-He hablado con Squilo,
Y para mi sorpresa
Ha decidido que tienes talento,
Aunque yo con dicha decisión
No ando muy contento.
Al parecer tienes permiso para entrar
Pero también
he descubierto algo más
Desconocía que venías
Con tanta compañía
Así que hemos cerrado un trato,
De los que estáis aquí
solo entrarán cuatro.
-No podemos dejar a uno atrás. O entramos todos o no entra nadie. - Dijo alterada Sanda.
-Bien esa es vuestra elección,
Mejor cierro las puertas,
No vaya a ser que entren
Muchachas yertas.
-No, dejanos unos minutos a solas. Necesitamos pensarlo bien.
-Está bien pero no tardeis mucho
Que aquí somos un poco raros
Y si no os veo
Me piro y hasta luego.
-Vale, sólo será un momento.
Me acerqué al resto y dije con aplomo:
-Lo siento chicos pero tengo que entrar. No puedo dejar a Yioua ahí dentro. A saber como lo estará pasando. Si preferis quedaos fuera me parece bien. Yo entro.  Está decidido.
-Marcus yo también voy. - Exclamó Bianca.
Como era de esperar Natham también decidió entrar.
Sanda haciendo uso de su más acusada rebeldía dijo que ella también entraba, que necesitaba un poco de diversión y que era preferible que Sam se quedase fuera por si ocurría algo extraño.
A Sam no le pareció tan buena idea.
-Yo también quiero entrar. ¿Y si me pasa algo y estoy solo? ¿A quién voy a pedir ayuda?
-Sam no te va a pasar nada. Los Kiops me dijeron que iban a estar pendientes de nosotros y que si pasaba algo intervendrian.
Si ves que la cosa se pone fea regresas. - Marcus eso está muy bien pero si estaban pendientes deberían haber protegido a Yioua y no lo han hecho.

Estaba claro que Sam tenía razón pero alguien debía quedar fuera y sintiéndolo mucho por el cariño que le tenía inventé un argumento que no diese lugar a dudas.
-Seguro que Yioua ya se ha teletransportado y está echando un vistazo al castillo. Ya sabéis como es.
-Marcus quiero entrar. Este castillo me da mala espina.
-Sam,  dentro puede haber cosas peores. Es mejor que nos esperes aquí y así estás pendiente por si Yioua vuelve.
Parece que aquello terminó de convencerle porque asintió y se quedó atrás.
Avanzamos hacia el sistema y en un susurro le dije que estábamos listos.
-Ya se han decidido
Los pequeñuelos
Parece que reunieron valor
Y se hicieron de hierro.
Eso sí tened cuidado con el castillo
Pues muchos peligros se hallan en él.
Puede haber miles de trampas
O amigos tal vez
Id con precaución
Y con los ojos muy abiertos
O todos saldréis de aquí muertos.
Las palabras del sistema eran reconfortantes. Estábamos a punto de meternos en la boca del lobo. Y lo peor de todo era que ya habíamos perdido a dos del grupo. Sam estaría bien. Pero Yioua..
Ojalá que ella también esté a salvo.
Tenía que encontrarla.
El sistema comenzó a hacer ruidos sordos y se movió ligeramente la roca en la que estaba apoyado.
-Bienvenidos al castillo de Fian,
Estáis en vuestra casa,
Eso si tened cuidado
Porque aquí de todo pasa.