Capítulo 7

50 1 0
                                    

Dudaba si debía preguntarle su nombre. Aquella chica no le inspiraba confianza pero su curiosidad superaba su timidez.
Se acercó sigilosamente a aquella extraña chica que no había dejado de mirarle y tras aclararse la garganta susurró:
-¿Cómo te llamas?.¿Qué haces aquí?.¿Por qué estamos aquí?
La chica comenzó a mirarle mal.
-Pero que te crees que soy. ¿Una enciclopedia con 365 respuestas a tus estúpidas 365 preguntas?
Mark ya sabía que no era buena idea responderle de la misma forma pero no pudo evitarlo.
-¿Te crees que a mí me gusta estar aquí sin tener ni puñetera idea de porqué estoy en este lugar? A ver si piensas que te pregunto porque me aburro. Desde que el meteorito o lo que fuese aquello cayó no tengo ni idea de que ha pasado.
Los ojos de la chica se avivaron rápidamente.
-Espera, ¿Has dicho meteorito?
-Sí, era algo así.
-¿Estás seguro?
-Más o menos. ¿Á que viene tanto interés?
-A que hace un año, mi ciudad fue arrasada por una especie de meteorito que acabó con todo y probablemente con todos. Pero nadie me ha dado una explicación.
Que se haya producido algo igual tras un año debe esconder alguna relación.
Esto cada vez me gusta menos y mira que ya lo odiaba.
Mark sentía que la cabeza le daba vueltas y que sólo quería dormir.
Apenas escuchó la voz de la chica antes de dormirse, que dijo:
-Tranquilo, son las asquerosas pastillas que mezclan con la comida. Acabarás acos...

Comer sin ser comidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora