Capítulo 18: No te quiero dar tiempo ni espacio

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¡Aviso especiaaaaal! La verdad es que llevo unos días pensando que los primeros capítulos de esta historia no me gustan especialmente... son muy monótonos y se nota mucho que no sabía como iba a orientar la historia jaja. Así que voy a dedicar esta tarde a cambiar los primeros capítulos (desde el primero hasta el tercero o el cuarto) pero sin aumentar nada en la trama, es decir, no voy a contar nada nuevo que os haga tener que leerlo, simplemente lo hago para que quede la historia más atractiva y no tenga tanto relleno.

Que me voy del tema, todo esto solo lo aviso porque quizás queda eliminado un capítulo y no quiero que os volváis locas con la numeración :-)

Sin más dilación os dejo con este capítulo y, como siempre, os agradezco el apoyo!

❤ Un besazo 

Sara

Apoyo las manos en el colchón y levanto mi cuerpo a pulso. Abro rápido mi bolso en busca de los calmantes y me tomo uno, sin agua, no puedo esperar. Miro el reloj y me doy cuenta de que hace casi una hora que debía habérmelo tomado, no me extraña lo mucho que me duele.

Dejo caer sobre el colchón todo el peso de mi cuerpo e intento respirar y pensar en lo ocurrido. ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Cómo he dejado que todo esto ocurra? A mí nunca me habían tratado así porque nunca había dejado que me tratasen así.

Y lo que es peor, nunca me ha afectado. Hasta hoy. Sus palabras me han atravesado de derecha a izquierda y de arriba abajo explotando dentro de mí y dejándome vacía.

Cuando me doy cuenta estoy llorando sin poder evitarlo, las lágrimas caen seguidas rodando por mis mejillas y aterrizando en la almohada, pero no puedo juntar las fuerzas suficientes como para detenerlas así que prefiero dejarlas ir.

¿Por qué estoy así? Si la solución no puede ser más fácil. Nunca jamás me he preocupado por nada que no mereciese la pena. Y Luca no puede merecer menos la pena.

El mundo y mi intuición tenían toda la razón y aun así he jugado sobre la ficha equivocada. Decidí abrirme más de lo necesario con quien no debía y ha conseguido entrar a mi corazón para derribarlo desde dentro.

Y mientras tanto he estado jugando con una persona que realmente sí ha echado todas sus cartas por mí y se ha mantenido a mi lado sin apenas conocerme. Alguien que sí juega en mi equipo y no en mi contra.

Soy estúpida. Llevo toda la semana pensando que había conectado a la perfección con Luca pero lo único que ha hecho es jugar conmigo porque el muy cabrón tiene la técnica tan usada que sabe qué hacer para que le funcione sean cuales sean las condiciones a las que se enfrente.

Ha hecho que tire por tierra en menos de siete días todo lo que siempre he sido y he querido ser. Ha hecho que me rebaje por una causa que no ha valido la pena. Me ha usado, nos hemos besado bajo sus condiciones y lo hemos dejado de hacer cuando él lo ha querido.

Yo de tonta pensando que era yo quien llevaba el volante del coche sin saber que estaba a bordo de un barco en el que él era el capitán. Lo odio a él y odio a quien soy cuando estoy con él. Y ahora mismo odio esta cama que todavía me trae su recuerdo y odio mi nombre puesto en su boca.

(...)

No sé en qué momento me he dormido pero sé que ha tenido que ser tarde porque cuando me he despertado siento un ardor en los ojos que no es ni medio normal.

Detecto de donde proviene el ruido que me ha hecho salir de mi sueño: el timbre. Me levanto despacio intentando no mover mucho la pierna para que no me duela más de lo necesario y abro sin preguntar.

Ropa por romper: ALASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora