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Cameron Dallas 1/2 *Hot*

Te encontrabas trabajando en la oficina, estabas agotada ya que hoy estaba siendo un día con mucho ajetreo. No parabas de teclear el ordenado, rellenar informes, atender a llamadas ect... Y lo peor de todo es que aparte de tu trabajo, también eres la secretaria de tu maravilloso (sarcasmo) jefe Cameron Dallas, un tipo serio, que se preocupaba por su empresa, demasiado diría, siempre es muy amable con todos pero cuando quiere puede llegar a ser una auténtica pesadilla, a ti no te caía muy bien te parecía un engreído, pero aún así siempre te a atraido muchísimo, ya que es un chico muy atractivo todas las chicas de la empresa babean y se arrastran por el, menos tu, que ibas a tu bola, ya que no eras de esas que se arrastraba a la gente; el te pone muchísimo, eso no lo niegas pero puedes controlarlo. Después de 4 horas por fin terminaste los informes que te mando el señor Dallas a hacer, miraste a tu lrededor y ya no había nadie, como siempre todos se van a su casa a la hora menos tu, que te quedas haciendo trabajo extra por culpa de tu jefe.
Suspiraste cansada, cogiste los informes y caminaste a paso firme hacia la oficina del señor Dallas, no sabia el por que pero te encontrabas bastante nerviosa, ya que nunca habías estado tan cerca del despacho del señor Dallas, a pesar de que fueras su secretaria, ya que el siempre estaba ocupado, cuando tenias que entregarle algo se lo dejabas en la recepción y al cabo de unos minutos ya iba a buscarlo, aún así el siempre salía tarde de trabajar, hasta que tu terminaras o mas, pero hoy te había pedido que le dieras esos informes personalmente, que eran urgentes.
Tragaste saliva y tocaste a la puerta, al instante se escucho un "adelante", abriste la puerta y te sorprendiste, era todo muy moderno y bonito, con las usuales ventanas de cristal con vistas a más edificios, los típicos muebles de madera caro y esas cosas. Seguiste andando hasta llegar al frente de la mesa del señor Dallas, el estaba sentado dándote la espalda detrás de un gran sillón negro.

_S-Señor Dallas, ya termine sus informes. -Tragaste saliva disimuladamente y te reclinaste para dejar los papeles en su mesa, estabas dispuesta a irte ya que te sentías bastante incomoda estando asolas con el, no esperaste respuesta de su parte, te diste la vuelta para irte pero justo en ese momento...-

_Está bien señorita Williams, pero aún no se vaya, quiero hablar con usted un momento. -Ahora ya estabas mas nerviosa que antes, su voz grave era tan sensual, dominante... Te diste la vuelta lentamente, el señor Dallas ya estaba sentado de frente, de manera que estabais cara a cara por así decirlo, el te estaba mirando fijamente sin ninguna expresión en su rostro, llevaba puesto un sombrero enorme, cosa que te parecía normal ya que lo a llevado en varias ocasiones. Mientras tu te preguntabas, de que querrá hablar conmigo? Será algo malo? Me ira a despedir?...-

-De que se trata señor?. -El hizo un gesto con su cabeza indicando que te sentaras, asentiste y te sentaste en la silla frente a el. El estaba con una expresión relajada en su rostro, mientras que tu estabas casi esta sudando de los nervios.-

-Solo quería decirle que estoy muy contento con su trabajo, se a esforzado mucho estos meses que lleva trabajando, estoy muy sorprendido ya que eres de las mejores trabajadoras que tenemos y me gustaría agradecerselo de alguna forma. -El señor Dallas apoyo los codos en la mesa, su barbilla estaba apoyada sobre sus manos, el seguía observandote pero estaba vez de una forma diferente. Cogió los informes que acababas de dejar sobre su mesa y los miro por encima asintiendo, después volvió a su posición inicial de los codos.-

_Oh, gracias, pero no hace falta que se moleste. Solo hago lo mejor que puedo en mi trabajo.

_Ya no estamos en horarios de oficina, por favor no me trates de usted, no soy tan viejo ni tu tampoco. Y no es molestia, creo que ya se como agradecertelo. -Sonríe de lado, eso fue bastante sexy pero es mi jefe, control, pensaste.-

_ ¿Y cómo me lo agradecerás? ¿Subiendome el sueldo? ¿Me darás el desayuno?. -Reíste nerviosa, el se rio de tu comentario, por primera vez después de 2 años trabajando con el, le habías escuchado reírse, era muy tierno, nunca pensaste que un hombre tan tranquilo, serio y sexy pudiera ser tierno hasta ahora.-

_Que chistosa eres _________. Me gusta. -Se humedece los labios, se quito el sombrero dejándolo por algún rincón de su despacho, se levanto del sillón acercandose a ti con toda la serenidad y tranquilidad del mundo, mientras que tu te sentías como la gelatina, temblando, sintiendo como el corazón se te aceleraba a mil por hora, por suerte lograste controlar tus temblores, el nunca te había llamado por tu nombre, al escucharlo sentiste escalofríos por todo tu cuerpo. Tu vista seguía al frente, escuchando como los pasos del señor Dallas estaban cada vez más cerca de ti, todo estaba en silencio. De repente la luz se apaga, estabas asustada no sabias que hacer ni lo que iba a pasar. Te sobre saltaste un poco al notar las manos del señor Dallas sobre tus hombros, ya que no te lo esperabas para nada.- Tranquila, no te asustes solo cierra los ojos y relájate... -Te susurro en el oído, sorprendiéndote ya que no te habías dado cuenta de que estaba a tu lado. Le hiciste caso cerraste los ojos tal y como el te dijo, respirando hondo, te sentías más relajada pero no demasiado. Sus manos masajeaban tus hombros delicadamente, descendiendo poco a poco, al mismo tiempo que quitaba tu chaqueta lentamente, llegando a tus brazos descubiertos, ya que tu camisa era de manga corta, te acariciaba tiernamente, tu simplemente te dejaste llevar, el con sumo cuidado retiro finalmente tu chaqueta dejándola sobre su escritorio, sus manos recorrieron un poco más de tu cuerpo, tus codos, manos, dedos, hasta llegar a tus muslos, pegaste un pequeño respingón al sentir como subían y bajaban tranquilamente por tus muslos, acariciándote hasta tus rodillas, volviendo a subir por tus muslos, el seguía susurrándote que te relajaras, que te dejaras llevar y cosas similares, tu simplemente le hiciste caso, notabas su aliento en tu cuello, sus gruesos labios dejando pequeños besos húmedos en el, eso hizo que tu piel se erizara. Siguió su recorrido por tu cuerpo, pero esta vez una de sus manos estaba subiendo por tu ombligo, acariciandolo por debajo de tu fina camisa, subiendo por tu vientre, mientras que la otra se dedicaba a desabrochar tu camisa, botón por botón, estabas completamente en trance con sus caricias, notando como sus manos acariciaban tus pechos por encima de tu sostén, no sabias ni en que momento tu camisa había desaparecido ni desde cuando el Señor Dallas te había girado la silla para quedar frente a el, era casi el paraíso para ti. Seguías con los ojos cerrados, dejándote llevar por las caricias del señor Dallas, no querías abrirlos por si era otro de tus muchos sueños calientes con el, tenías unas ganas inmensas de gemir, decirle que siguiera y que te diera muy duro en la mesa, allí mismo y ahora.-

_Señor Dallas... -Lo nombraste en un suspiro algo excitado y agudo, tanto que casi parecía un gemido, tu no lo sabías pero eso al señor Dallas le encendió, provocándole una pequeña erección en los pantalones, le encantaba que le llamaras así.-

_Ahora llámame solo Cam. -Asentiste y notaste como sus labios gruesos se juntaran con los tuyos, encajaban a la perfección, era un beso apasionado, con muchos sentimientos ocultos, definitivamente era el paraíso para los dos, no tardaste nada en seguirle el beso, rodeando su cuello con tus manos, envolviendo tus dedos en su sedoso cabello, mientras que el te cogía por el trasero para levantarte de la silla, sin dejar de besarte, tu inconscientemente enrollaste tus piernas en su cintura, logrando estar en sus brazos...-

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