Hoy empieza la semana. Uff, Lunes. No tengo ni las mínimas ganas de ir al colegio. Ya no veo la hora de que pase este año y medio que me falta para egresarme y escaparme de todo esto. La mayoría de la gente dice que al irnos vamos a extrañar muchísimo porque los dos últimos años de la secundaria son lo mejor. No pienso lo mismo, yo no voy a extrañar nada de esto. Salvo mis amigos y amigas, nada mas. Las aulas, los profesores, los directivos, encerrarme todo el tiempo a estudiar, el ruido de las hojas todas escritas con apuntes flameando por todos lados y de las tizas contra el pizarron, los típicos "bueno chicos, para tal día tienen la prueba de esto, esto y esto", etcétera. No me banco nada de eso. Lo peor de todo es que perdí las ansias del viaje a Bariloche del próximo año. Antes de que me pase todo esto estaba tan emocionada y ansiosa, ahora lo pienso y no puedo evitar comerme la cabeza tratando de imaginarme como voy a estar; bien o mal. No lo sé.
Entro al aula y todos me miran con cara de "ay, ¿mamita que te paso?". Mi cara debe ser un desastre. Se me debe notar que hace días estoy llorando. Ya no voy con el mismo entusiasmo de antes. Los otros días iba con una sonrisa en mi cara, por más que no me gustase el colegio, yo estaba contenta junto a todos mis compañeros y compañeras. No miro a nadie. Solo camino hacia mi banco. Tengo la suerte de sentarme con mi mejor amiga que sabe todo y no me llena a preguntas. Emma es una persona muy importante en mi vida. Morocha, ojos marrones, altura normal, flaca, muy coqueta, querida por todos, un corazon especial, en conclusión, es divina. Hace 10 años que somos amigas, o sea que hace 10 años que me aguanta con cada problema mio, así que se merece de todo, pero en estos momentos no creo poder ofrecerle mucho estando como estoy.- Hola Bella, ¿como te sentis?- como es ella tan delicada, agarrándome de las manos.
- Hola, em bueno yo que se, igual que hace una semana. Gracias- ya tenía los ojos llorosos nuevamente.
-Ay que mal amiga, ¿por que hoy no venis a casa así no estas sola en la tuya y de paso hablamos un poco? -Sinceramente quiero decirle que no, pero no por ella, si no porque sé que van a estar sus padres y seguramente saben todo lo que me pasó y me daría vergüenza que me vean así. ¿Y si me ven llorar? O mucho peor, ¿si me preguntan sobre Gaston ?.
Pero decido decirle que sí. Voy a liberarme un poco del encierro de mi casa y me va a hacer bien estar un rato con una amiga. Ella y mi madre son las únicas que me entienden.
Así que, al salir del colegio voy para mi casa a buscar un par de cosas y después me voy hasta lo de Emma.
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Una Vida Sin El
RandomLa historia de una joven que por primera vez toma contacto con la soledad. Su necesidad de sentir amor, la oportunidad de sentirlo y los pensamientos negativos le juegan en contra.