Capítulo 3

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No se que hice para merecerme esto. Estaría necesitando saberlo. No me gusta todo esto. Esto de estar tan mal por un chico. Es la primera vez que me encuentro tan sola. Nunca había pasado por algo así, nunca antes había llorado tanto por un hombre. Odio la soledad, pero también odio que todo el mundo sepa por lo que estoy pasando y me tengan lastima, así que decido no entablar conversación con nadie, ni siquiera con mi mejor amiga. Odio a la gente mentirosa, a esa gente que intenta ocultar algo cuando en realidad yo ya lo sé todo. Odio que me traten como si fuese una tonta. Y fue justo lo que hizo Gaston. Tomarme como una tonta, mentirme, dejarme sola y muchas cosas más totalmente imperdonables.
"Cuanto me queres eeh, se nota que estas celosa, me encanta que me celes".
Sus palabras rebotan en mi cabeza a cada rato. Los celos. Una de las cosas que causó nuestra separación. Soy muy celosa, el también lo era. Soy ese tipo de chica de 16 años que se pelearia con cualquier otra que se meta con su novio. Ese tipo de chica que quiere a su hombre solo para ella todo el tiempo. Capaz no es lo mejor de la personalidad de una, pero a el le gustaba. Comienzo a recordar lo que le gustaba de mi. O le gusta. Ya no se si siente algo por mi. Mi pelo morocho, "de mujercita grande" decía el, porque lo tengo corto por los hombros y según el me hace parecer más adulta. Mis ojos oscuros, iguales a los suyos. Según el, un color café. Mi sonrisa de oreja a oreja. Bueno, prácticamente, le gustaba todo de mi. Me decía enana, lo recuerdo y sonrio, solo lo decia porque el era un poco más alto que yo entonces me consideraba asi. Que lindos momentos en los que nos reíamos debatiendo si era o no verdad. Pero se que no puedo volver el tiempo atrás. "Admitime que sos una enanita, Isabela"- (acompañado de cosquillas).

Una Vida Sin ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora