- Hola mi amor, ¡te extrañamos mucho! ¿como estas?- Que lindo volver a sentir la voz de mi madre y un abrazo tan dulce.
-¡Hola! ¡Yo a ustedes! ¿Como les fue? Yo.. Yo.. - No me salían las palabras- Yo estoy bien- dije finalmente.
Pero mi mamá me conoce como ninguna otra persona en este mundo y enseguida se dio cuenta de que algo no andaba bien en mi.
-Bela, ¿que te pasa?-
-Nada ma, solo que... los extrañaba muchisimo-
-Ay mi reina, nosotros también, pero ya estamos acá, tranquila- dijo mi papá.
Después de eso los ayude a desempacar todo y a ordenar un poco. Me contaron que tal les había ido en todas las reuniones ya que, justamente viajaban por trabajo. Me preguntaron sobre el colegio, si todo iba bien con el estudio, también sobre que había hecho estos días en casa sola, etcétera. Hasta que llegó la peor parte en la que mi madre preguntó por Gaston. ¿Tenía que ser posible? Dios mio.
-Em.. Si bien, el anda en su casa con.. con sus primos que hoy llegaron de Ushuaia.. y bueno- Obviamente era todo mentira, ni siquiera se si tiene familia allá pero era lo único que se me ocurrió en el momento, por ahora no quiero que sepa que estoy tan mal por ese chico. No me gustaría que le agarrase odio. Lo adora tanto como yo.
-¿Desde Ushuaia? Puff ¡Cuanto viaje! Bueno si, ¡que aproveche con su familia! ¿Vino a casa en la semana? -
-Teníamos mucho que estudiar los dos y se nos hacía difícil vernos pe.. pero estube con él en el colegio- ya no sabia que inventar. No me gusta mentirle a mi mamá pero no me quedaba otra opción.
-Ah bueno, ¡me alegro por ustedes, hija!-
Por suerte no escabullo más en el tema y continuamos los tres ordenando sin decir nada. En principio, mi papá no había comentado nada del tema así que estube más tranquila.
Mientras tanto intentaba imaginar que estaría pensando Gaston. Yo calculo que habrá estado ahí por lo menos durante media hora, hasta que a mi padre se le dio por ir al baño.
-¡No! ¡¡¡¡¡Papaaaaa no entres!!!!!- corrí para frenarlo.
-¿Por que no Bela? Necesito entrar- intentandome sacar de enfrente para dejarle el camino libre.
Pero yo seguía insistiendo, no podía permitir que abra la puerta y se encuentre con Gaston ahí adentro - Por.. Porque.. ¡Porque esta tarde vomite y me olvide de tirar la cadena! No me gustaría que vieses eso papá por favor, anda al de arriba, yo mientras voy a limpiar-
-¿En serio Isabela? ¿Y como no nos dijiste? ¿Como te sentis ahora? Pero igual no aguanto hasta arriba, por favor nena, sos mi hija, no me da asco, yo me encargo de tirarla, quédate tranquila-
-¡No papá! Enserio no. Dale, corre dale, ¡apurate y llegas!, no serás tan tonto de hacerte ensima- comencé a ponerme nerviosa y a darle empujoncitos para que por fin acceda.
Sin decir nada, se fue. No pude evitar reírme por su notable sonrisa. Extrañaba reírme con el.
Entonces abrí la puerta y ahí estaba el, en el piso sentado con su celular. Tan irresistible como siempre, con sus Jeans bordo que siempre me fascinaron, una remera negra simple y su campera de cuero encima.
-¡Bela! ¿Ya puedo salir así hablamos tranquilos? -
-¡Shhhhhhhh! Habla bajito por favor, no quiero que te escuchen y no vamos a hablar nada, estoy esperando el momento justo para abrirte la puerta de acá atrás asi podes irte- me dolía en el alma decírselo. Como me hubiese gustado que pueda quedarse a compartir aquellas tardes conmigo y mi familia tomando mate o simplemente hablando de la vida.
Recuerdo esos días.. Pero tengo que aceptar que eso ya es parte de mi pasado y no se puede volver.
-Pero por favor, ¿por que no me escuchas aunque sea un segundo? -
-Gaston, ya dije que no, veni- lo agarré de la remera y abri la puerta rápidamente y lo empuje hacia afuera.
Le tire las llaves para que pudiese abrir el portón y lo ultimo que le dije fue:
-Apurate, agarra las llaves y abríla- señalandole el portón.
Tiró de mi y terminé pegada a sus labios.
No se como hizo pero finalmente terminó acercándose a mi.. Acercándose a mis labios. Y lo hizo. Beso mis labios otra vez después de tanto tiempo aunque me termine alejando porque no íbamos a llegar a nada y porque sabía que estaba mal. Lo mire con tanto enojo y tanto amor al mismo tiempo. Se fue enseguida. ¿Por que siempre tiene que salirse con la suya? Me da muchisima impotencia pero al mismo tiempo me gustó haber vuelto a sentirlo de esa forma. Ya no se que pensar. Me encantaría olvidarme de todo y perdonarlo. Pensar en lo bueno, en que podría volver a tenerlo conmigo como siempre pude. Pero mis pensamientos malos le ganan a mis deseos..
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Una Vida Sin El
De TodoLa historia de una joven que por primera vez toma contacto con la soledad. Su necesidad de sentir amor, la oportunidad de sentirlo y los pensamientos negativos le juegan en contra.