CAPITULO 2

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Penny sintió que su celular vibraba y leyó el mensaje.

-Es Leonard- le informó a Amy- dice que está llegando. Empecemos a salir.

Le pasó el brazo por debajo de los de su amiga y comenzaron a caminar. Amy sentía punzadas en la parte de los gemelos y cada paso necesitaba todo su esfuerzo. Cuando traspasaron la puerta pudo ver el auto de Leonard que se acercaba a estacionar, pero alguien venía con él.

-Oh no! – se lamentó Amy

-Tranquila, ya te vamos a subir al auto.

-¿Y viste quien más viene?- tratando de voltearse para no ser vista aunque era imposible. Penny se fijó en el auto y ahora entendió

-Sheldon! ¿Qué está haciendo aquí?

Las dos esperaron que Leonard estacionara y los amigos salieron del auto.

-Leonard! ¿En qué momento te dije que traigas a Sheldon contigo?

-Yo no lo quería traer, pero me escuchó cuando hablaba por teléfono y ya sabes cómo es.

Sheldon estaba parado al lado de la puerta del pasajero, solo mirando a Amy tomada en los brazos de Penny.

-Hola - dijo el físico

Amy lo miró por fin

-Hola... ¿A qué viniste Sheldon?

-Como dijo Leonard, escuché su conversación y quise asegurarme de que estabas bien, ¿lo estás?

-Sí, solo me duele caminar pero no hacía falta que vinieras.

- De todos modos aquí estoy.- contestó Sheldon un poco serio.

Amy se quedó callada y bajo los ojos al piso. Penny y Leonard se miraron como preguntándose: ¿y ahora qué? Leonard rompió el silencio:

-Bueno, ¿vamos chicas?

-Si vamos! Déjame ponerte atrás Amy- Dijo Penny mientras se dirigía a la parte de atrás.

-No! – las paró Sheldon- Que venga al asiento de adelante, es más espacioso.

Penny miró a Amy que asintió y la colocó en el asiento.

Una vez en el auto, todos permanecieron en silencio las tres cuadras hasta el llegar al edificio de Amy. Cuando Leonard paró, Sheldon se apresuró a salir para ayudar a Amy a salir del auto. Ella quería zafarse rápido de esa incómoda situación así que le siguió la corriente.

Penny salió del auto y su amiga le dijo:

-Gracias por venir a verme, te llamo mañana.

- Está bien, nos vemos!- Y entró al auto otra vez

Sheldon seguía sosteniendo a Amy para que pueda caminar y mientras abrían la puerta del edificio comentó:

-Menos mal que no vives conmigo, porque si no también tendrías que subir las escaleras.

-Si... que suerte. –Solo pudo responder Amy y llegaron a la puerta del ascensor- Ahora sigo sola. Emmm, gracias.

- De nada.- ya había bajado el ascensor y Amy estaba entrando- Bueno, adiós.

Sheldon se quedó un segundo para verla desaparecer cuando se cerraron las puertas.

Dio media vuelta y se encaminó hacia el auto, donde lo esperaban.

Abrió en la parte del acompañante y escuchó a Leonard:

-¿Nos vamos?

-No, creo que me voy a quedar.- dijo Sheldon

Leonard y Penny lo miraron atónitos.

-¿Amy te pidió que te quedaras?- Le preguntó su amiga

- No.

- ¿Entonces qué vas a hacer? ¿Cuál es el motivo por el que quieres quedarte?- inquirió Leonard

-Yo solo... quiero asegurarme de que se recupere bien de su lesión.

-Sheldon, sabes que no es para tanto y...

- Espera Leonard!- lo interrumpió Penny- Si Sheldon quiere quedarse, que lo haga. Pero si Amy te echa a patadas vuelves en autobús!- ahora dirigiéndose al otro.

-De acuerdo, si – dijo Sheldon mientras miraba hacia arriba como queriendo distinguir si se prendía la luz de la ventana de Amy.

Penny salió para sentarse al lado de su novio

-Está bien, como quieras Sheldon. Nos vemos.- Se despidió Leonard.

Mientras se alejaban, éste pregunto:

-¿Cómo estaba Amy? ¿Crees que reciba a Sheldon?

-Ella se veía muy mal, como si no hubiera dormido en días. Y en cuanto a Sheldon, creo que lo va a dejar quedarse porque, aunque no lo admita, se moría por verlo. Tal vez esta es la ocasión perfecta para que puedan hablar solos sobre todo esto. Después de todo ellos se aman.

- ¿Cómo nosotros?- Leonard dio un vistazo a Penny.

Ella lo miró un instante y volvió a ver a la carretera.

-Eso creía.

-Penny...

-Leonard, estoy muy cansada. Por favor, solo vamos a casa.

Él la miró con tristeza.

-Está bien.

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Amy abrió la puerta de su departamento, y fue directo a la cocina a poner la pava para prepararse un té. No sabía cómo había logrado no echarse en los brazos de Sheldon apenas lo vió salir del auto. Pasar de estar con él todos los días, a ni siquiera mandarle un mensaje fue un cambio para el que no estaba preparada. La reacción de Sheldon en la noche de cita, y nada menos en su aniversario, la había lastimado pero sobre todo sintió que la había despertado. Estar con él, pasar el resto de su vida juntos y formar una familia, era un sueño que ella sentía próximo a concretarse. Pero la reacción de su novio luego de compartir algo tan íntimo como es un beso, la hizo reflexionar que tal vez eso nunca iba a ocurrir. Mientras conducía a su casa esa noche, recordó todas las veces que sintió ser la "segunda" en el orden de prioridades para Sheldon. Además de que era un hombre que no le gustaban los cambios, tanto así que se fue de viaje sin siquiera decirle adiós. Al día siguiente, Penny le mandó un mensaje diciéndole que se iba a Las Vegas para casarse porque ya no quería perder más tiempo. Amy recordó el "top de parejas" que según Sheldon, la suya era la primera y la de Penny y Leonard era la última. Sin embargo, sus amigos iban a casarse ese día. ¿De verdad quería seguir en una relación que no iba hacia ninguna parte? Ella amaba a Sheldon y lo conocía mejor que nadie, cómo funcionaba su cerebro, todas sus manías y rarezas y desde que firmaron el acuerdo de relación, se esforzó en aceptarlo y hacerlo feliz porque no quería perderlo. Tal vez el sí podía vivir sin ella. Lo hizo bien durante 30 años, pensó. Por eso, cuando Sheldon la llamó ese viernes, Amy sabía que tenía que actuar rápido porque si no nunca tomaría la decisión de alejarse. Necesitaba tiempo para pensar todo esto con calma y decidir si esta relación ya no la hacía feliz.

Luego de prender el fuego y sacar su taza del estante, Amy escuchó que alguien llamaba a su puerta y no tuvo que adivinar quién era:

Knock, knock, knock, -Amy.

Knock, knock, knock, -Amy.

Knock, knock, knock, -Amy.

Las cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora