Intento Alcanzarte

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(Diez días después de la vuelta de Natasha)

Las chicas ya no sabían que hacer. La caída de malas noticias había sido una auténtica patada al corazón de la rusa. El dinero no era problema, ya que con la venta de todo lo que quedaba en Rusia y los mismos fondos que habían pasado a ser parte de ella, prácticamente estaban delante de una millonaria. Habían cosas que Sharon, desde su vista de abogada, no comprendía, y quería revisar a fondo todos los papeles que había manejado su amiga en aquel país. Era obvio que las leyes eran diferentes en cada país, pero la curiosidad la mandaba. Tania y Tesla intentaron ayudarla en lo poco que sabían de esos trozos íntimos de su amiga, pero poco era mucho en ese momento. 

- Es que algo sigue sin encajarme...¿Donde esta?- ninguna de los dos sabía a que se refería- ¿Donde esta ese...como se llame o el dinero de sus padres?

-Sharon, os obvio que al morir los padres, fue Petrovich quien manejo los bienes al ser Nat una menor de edad. Y lo del hermano es una sorpresa para todos

- ¡Es verdad! Es un supuesto hermano- rió ante el desconcierto de sus amigas rusas- Petrovich tenía que saber donde estaba el "hermano" para hacerle una prueba, ya que esta dado por muerto y ella es la única que podría verificar que es su hermano

- ¿No crees que es darle demasiadas vueltas?- entro Tesla- Para ella nunca sera su hermano, han estado separados demasiado tiempo, Sharona... sería estar delante de un desconocido

- Ella quiere encontrarlo- fue lo único que dijo la americana antes de volver al trabajo. Lo sentimental importaba bien poco cuando se hablan de leyes. Eso lo sabía bien, como abogada que era, sabía que a Natasha le faltaba una part y si hacía falta, ella lucharía por su amiga. - Espera...¿porque no hay una carta certificada que aclare todo esto? Tengo que contratar a un detective privado para encontrar al presunto Romanov

Natasha estaba ajena a todo eso. Realmente no conseguía salir del gran bache que acababa de encontrar. Por una parte, pensaba que en cualquier momento despertaría y estaría al lado de su padre, de Petrovich, como una familia, y no sola con un padre perdido de la mano de dios. También había encontrado más depresión cuando Iryna, la secretaría de Antonovna, le dijo las malas noticias. Ella también estaba muerta...la edad nunca perdonaba. Pero que momento tenía la edad para molestar con otra muerte. Sin trabajo, mucho dinero, un hermano perdido, un lío de amores...sin duda alguna, su vida era un mosaico completo de putadas desencadenadas por algo desconocido. ¿el destino, el karma, el dios de la mala fortuna? ¡¿El que?!

No podía seguir alimentada de helado bajo en calorías y una depresión de canciones tristes en ruso. Si de algo debía enorgullecerse Iván Petrovich era de criar a una mujer que sabía ir adelante sin ayuda de nadie, que podía contra todas aquellas desgracias que venían sin medida alguna, debía levantar cabeza de inmediato o las chicas pondrían alguna comedia estúpida para animarla. Se levanto de la cama, se cambio de ropa, ordeno la habitación, abrió las ventanas para que la luz y el aire fresco los inundara de forma brusca. Entró en el baño y no salió hasta pasada casi una hora, donde se atrevió a darse el arreglo de su vida, incluyendo un cambio de peinado. Debía entrar a trabajar de lo que fuera. Desde la entrada se despidió de Tania, quien le deseo la mejor de las suertes.

No vio nada representable, ninguna obra en el realmente la necesitaran dada las alturas en las que lo pedía. Pero algo llamado suerte y potra, al segundo día, encontró una marca que precisaba de modelo. Aquello no llamaba para nada la atención, ella simplemente era actriz. Pero debía trabajar en algo hasta que saliera algún casting donde entrar. Dios apretaba, pero no ahorcaba. ¡Un trabajo temporal! Era la primera vez que posaba, pero ara algo sencillo a cada indicación y puesta, y jugaba con algo de ventaja, solo debía recordar la vez que estuvo en el estudio de Steve, calmada y como pedían. Eran unos dineros que realmente les iría muy bien al bolsillo. 

-¡Nat!- se sorprendió de ver a Steve en la salida, sonriente- Sharon me contó lo del señor Iván...lo siento mucho

- Em...¿gracias?- ¿Desde cuándo él y Carter eran amigos?- ¿Que haces aquí?

- Un trabajo...pagan muy bien. Por aquí cerca hay un Starbucks... ¿que tal si nos pedimos algo y actualizamos un poco?

Realmente no sabía como actuar. La había cogido por sorpresa en algo que ni le había contado a Bucky, por lo que se sentía un tanto mal pero a la vez alagada de que se interesará en ella. Sharon y él estaban haciendo una amistad que él mismo reconocía, diciendo que le gustaba más esa Sharon Carter que la 13 de Hydra y que deseaba que conociera más a Sam Wilson, ya que este le contó de una pequeña "cita" extraña que tuvieron. Natasha le contó absolutamente todo, incluyendo la parte del dinero. Ella no sabía que tenía que hacer, ya que quería encontrar a ese su hermano pero también quería demostrarle a su difunto padrastro que ella podía con todo, incluso esos sentimientos tan extraños que pasaban por su cabeza. Steve estaba realmente enfadado, ya que quería darle una patada al zanahorio de Shostakov, pero por razones obvias, no podía, al igual que a Belova. 

- Un día de estos pásate por mi estudio- ella se sorprendió bastante al descubrir que tenía estudio propio- hace tiempo que no pinto nada como una rusa hermosa...estoy harto de modelos como esta

Ella arqueo una ceja, si la rubia que tenía pintada se veía realmente hermosa. Él siempre intentando ser caballeroso...aunque no le pintase nada mal. Ella accedió finalmente, aunque se sintió un tanto extraña. Quedaron de hacerlo el día siguiente.

Ella todavía le debía una carta a Bucky.

-¿Esta es la casa de Natalya Romanova? Es que estoy buscando a mi hermanita...

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