Capítulo 3- Los Hermanos Brujos

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Y vi salir a un chico de cabello rubio, ojos verdes olivo, piel blanca, alto y delgado. El chico me observó detenidamente.
—Damian, deja a la pobre chica apenas tuvo suerte de escapar de ese lobo. Al contrario, deberías llevarla a una habitación para que pueda descansar en lo que regresa el amo de la casa el decidirá que hacer con ella dijo el chico. — No tengo porque hacerte caso Jonathan, además yo hago lo que se me pegue en gana, y como yo encontré a la chica yo decido que hacer con ella...— dijo el tal Damian. — Pues no se tú, pero yo creo que la que te encontró a ti fui yo, no tu a mi, ya que yo estaba explorando la casa y me encontré con un supuesto "gato" y ese eras tú. Además que yo sepa yo soy la que tomo mis decisiones. — dije yo. Damian me miró retante pero algo en mi lo hizo cambiar de opinión y se alejó de mi. — ¿Eres bruja?—me preguntó.  Lo miré, — ¿ Te importa?— le dije, Damian me miro enojado y hizo un gesto despreocupado con los hombros,— me da igual en realidad. — y diciendo esto se puso las manos dentro de los bolsillos y se fue por el pasillo dejándome con el tal Jonathan que por lo que se veía, era mucho más amable que Damian.

Jonathan me guió por el pasillo mientras hablábamos, y si, era mas amable y simpático. El me dijo que Damian siempre ha sido un malcriado y que era así de grosero que no me preocupara por eso, también me dijo que ambos eran hermanos y que Damian se la pasaba rondando por la casa en su forma de gato mientras que el se la pasaba en su habitación encerrado. Yo le pregunté sobre la casa y el me dijo que la casa era mágica y que solo los brujos o criaturas fantásticas la podían ver, y que lo humanos normales podían pasar por allí y no iban a captar nada ni siquiera por equivocación ya que habían unas barreras protectoras que ocultaban la casa y a los que estaban dentro de ella para que ningún humano o animal normal pudiese verla. Yo le pregunté que si les pasaba algo a las barreras que iban a hacer y Jonathan me dijo que no me preocupase ya que las barreras se reforzaban cada tres meses para evitar que estas perdiesen su fuerza.

De pronto habíamos llegado a una puerta y Jonathan la abrió y me dijo que era uno de los cuartos de visitas y que las demás habitaciones son para aquellas criaturas fantásticas o brujos se quedasen permanentemente como ellos o por un tiempo prolongado o indefinido. Y las habitaciones de los visitantes (ya que eran varias) eran para aquellos viajeros que se habían o extraviado o que solo necesitaban reponerse de su viaje y alimentarse, pero que en este caso yo me quedaría allí hasta que el dueño volviera. Me siguió explicando que si deseaba darme un baño que podía porque el cuarto tenia su baño privado y si necesitara ropa que fuera al gran armario mágico que tenia en la habitación que colocara las manos sobre las puertas y que pensara en lo que quería ponerme y luego abriera las puertas y allí iba a ver ropa de mi talla. Le di las gracias, y el me dijo que cualquier cosa podía buscarlo, yo solo asentí.

♪Hola, hola que tal? Tercer capítulo yey!! Espero que les guste y compartan la historia pleeeeaase, voten y comenten sin miedo que no muerdo :3

-Genesilee♪

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