Capitulo 5 - Problemas

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El pasillo estaba vacío no se veía a ninguno de los hermanos ni a Jonathan ni a Damian. Me acerqué a la escatalina, ya iba a pisar el primer escalón cuando de la nada salió Damian. Me llevé el susto de mi vida creo que con Damian voy a seguir pasando de susto en susto. Se me acercó con expresión amenazante y me acorraló contra el pasamano, me le quede mirando embobada a la cara no se, Damian siempre me causaba ese efecto.

El me observaba, intentando intimidarme.
- Damian, podrías permitirme aunque sea bajar las escaleras. Tengo hambre y creo que no seria buena idea verme de malas porque siempre me pongo de malas cuando tengo hambre.-le dije algo malhumorada.

- ¿Porque tendría que dejarte bajar? Y además creo que no me importa si tienes hambre o no y por mi has lo que quieras. Yo solo quiero que me respondas la pregunta de ayer ¿eres bruja?-me atajó
-¿Te importa?-le respondí de mala gana.
- Mira no me hagas enojar, te recomiendo que me contestes.-me dio enojado
- Pues tu tampoco me hagas enojar ya yo te lo advertí.-le dije

- ¡Solo contesta o si no...-me dijo amenazante
En ese momento Jonathan aparece al pie de la escatalina.

- ¿Osi no que?-dijo Jonathan

Damian gruño me miro con odio.
- solo me interesa saber si eres bruja o no porque si no lo eres seré el primero en correrte de la casa para echarte de comida a los lobos.-me dijo enojado y amenazador.
Y dicho esto se esfumo en el aire. Jonathan se me acerco y tal parece vio mi cara de rabia.
-¿Te dijo algo malo o te hizo algo?-me dijo
- Bueno, si que te quieran echar de comida a los lobos no es malo pues no, no me hizo nada.- dije sarcásticamente
Jonathan se sonrió al escuchar lo que acababa de decir y como lo había dicho.
- ¿Que?, ¿acaso te parece chistoso que me quieran echar de comida a los lobos?-le pregunté
- No, no es sólo que si Damian lo logra hacer, seria una lastima porque me caes bien ya que eres la única que tienes las agallas para enfrentarte a él.-me dijo
Yo lo mire y le sonreí.
- No te preocupes no creas que se la voy a dejar fácil.-
Jonathan sonrió mostrando sus dientes perfectos.
-¿Y como dormistes?-me preguntó
-Bien, y me encantó el armario mágico-
-Me lo imaginaba-me dijo sin dejarme de sonreír.
Luego me tomo por el brazo y nos fuimos al comedor a desayunar juntos.

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