Doce

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En algun lugar de este apartamento se encuentra perdido mi aire, ese aire que la rubia dejo salir al irse por esa puerta, definitivamente no tengo palabras, mi boca esta seca y esto es todo, no tengo nada para decirle a Mario.

De alguna manera logro tomar fuerzas para caminar hacia mi habitación, empiezo de forma despacio y con el tiempo logro acelerar mi paso.

No entiendo nada de lo que dijo esa rubia, pero me da lo mismo. Intento mantener mi cabeza en algún asunto que ocupe la gran parte de mis pensamientos y funciona, en una semana entro a la escuela, no tengo casi nada listo y en dos días tengo que ir para poder ponerme al tanto de todas las clases que debo de tomar.

Luego de un rato de enlistar todo lo que necesito, decido llamarle a mi mamá para informarle que las cosas están bien (confusas pero bien al final). Un rato después de una adorable plática me despido de ella, pero antes de bloquear el celular recibo un mensaje:

"Hola soy David, ¿te acuerdas de mi?"

"Explicame una cosa ¿como podría olvidarme de alguien que acabo de conocer apenas esta mañana?"

"Tienes mucha razón. Bueno en fin ¿Que tal ha estado tu día?"

"He tenido mejores, ¿y el tuyo?"

"Algo ocupado con el tema de la universidad"

"¿Vas a entrar? ¿a cual?"

"Si voy a entrar a la UNAM. ¿tu vas a entrar a alguna?"

"Si, curiosamente a la misma"

"Es bueno saberlo. Me preguntaba si te gustaría salir mañana conmigo y unos amigos, bueno, solo si tu quieres"

"Me encantaría, ¿donde nos vemos?"

"¿te parece bien si voy por ti a tu departamento?"

"Perfecto, oye pero, ¿como sabes donde vivo?"

"Aquí los rumores se corren rápido, paso por ti alas 5:00"

"Okay. Nos vemos. Que tengas buenas noches"

"Igual, sueña conmigo."

Al leer estas ultimas palabras, una sonrisa se formo en mi rostro pero desapareció en el momento en que un sonido salia de mi estómago, y no lo culpo, no he comido mucho que digamos el día de hoy.

Rápidamente salí de mi habitación en busca de algún alimento que me pueda ayudar a calmar a la fiera que tengo dentro.

Entrando en la cocina me encuentro con un pan y un yogurth que no servirán de mucho pero definitivamente no tengo ganas de cocinar.

Cuando por fin termine de comer regrese por donde llegue necesitaba dormir ya que los próximos serian días largos.

solo conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora