Estoy frente a mi nuevo locker, con una nueva contraseña y sin poder abrirla.
-tienes que golpearla por aquí y se abrirá sin problemas- un chico alto, musculoso, cabello castaño y con los ojos color café, se acercaba para golpear el costado del locker. Esperen un momento ese chico es... -¿Kevin?- que diablos hace hablándome, ¿no le deje claro que no quiero verlo? Esté chico no capta el lenguaje de miradas.
-Si, esta chica me pertenecía antes, así que quise darme una vuelta para ayudar a su nueva propietaria- dijo señalando el locker
-Ah bueno gracias, pero yo podía sola igual- dije con mi cara de pocos amigos
-¿Lucinda, porque no te caigo bien?-
Cuando empecé a abrir la boca, ni siquiera sabía que iba a decir.
Suena el timbre, tal vez mi suerte empieza a cambiar porque ese timbre me salvo la vida, me di la vuelta y corrí a mi salón, sentí a Kevin gritar mi nombre pero no me gire, no sabía que iba a contestarle, porque yo sabía que todo lo que pensaba de él, en realidad era un juego de mi mente, que aún quería tener un culpable.
Durante toda la hora de Literatura, mientras el señor Montgomery, pasaba lista y nos ponía al tanto de los temas que íbamos a dar durante todo el año, yo estaba en una guerra interior, aún no me sacaba de la mente la pregunta de Kevin, ¿Por qué, no te caigo bien?, tiene razón me eh comportado como una perra con él, tal vez se siente igual que yo y está sufriendo. Mi amiga jamás me perdonaría si lo trato mal solo para que mi mente se sienta mejor.
-Soy estúpida!! - mierda... ¿eso lo dije en vos alta?
-Es bueno que lo sepas- anuncia la líder de las OSE, Katty mientras toda la clase se ríe. Se acuerdan que dije que en el fondo ella tenía corazón, olvídense porque de seguro, aunque escarben nunca se lo van a encontrar.
-¿Se siente bien, señorita Jones?-
-Si profesor, disculpe-dije avergonzada. El profesor Montgomery es bueno, y se nota que tiene cierta pasión por esta materia, es bastante exigente pero nunca tuve problemas para la literatura, es más me gusta.
-Bien, entonces sigamos con la clase- dijo y como si nada hubiese pasado, siguió hablando de sus autores favoritos y los temas de este año.
Logre superar las clases de literatura, matemáticas, biología. Solo tenía que sobrevivir al almuerzo y dos horas de historia y se acabaría oficialmente mi calvario, seria libre de acostarme y escuchar música en la comodidad de mi casa.
Mientras llevaba mi sándwich de atún y una cola light a una mesa junto a la ventana, Lara Parker y Stacy Morrison se acercaron y se sentaron conmigo. Lara era alta, ojos azules, cabello rubio hasta la cadera, era porrista al igual que Stacy que tenia las mismas características solo que el color de sus ojos eran verdes, parecían hermanas y a veces les gustaba bromear con eso.
-¿No te molesta que nos sentemos contigo?- preguntó Lara. Nunca la había visto tan nerviosa, ella era muy confiada, pasaba sonriendo y ahora parecía un zombie acorralado.
-claro, no pasa nada, ¿están bien chicas?- el año pasado nos sentamos a almorzar todo el año juntas, ¿porque me preguntan esto ahora?
-sí, pero la extrañamos mucho, ¿vos estas bien? ¿Cómo lo estas llevando?- me preguntaron las dos al mismo tiempo como si se hubieran sincronizado. De repente me sentí de nuevo en el ómnibus, con todas esas miradas en mí, me sentí enferma.
-humm... bien, es difícil teniendo tantas personas que te lo recuerdan cada minuto- No quería sonar brusca, no es que no aprecie que se preocupen por mi, solo es que me estaba impacientado que todo el mundo me mirará y preguntará como estoy cada cinco minutos.
-oh, Lucy lo sentimos, no queríamos ponerte triste-
Por fin el clima tenso se fue, incapaz de terminar mi sándwich, me quede a escuchar como en las vacaciones Stacy conoció un chico, que piensa es su alma gemela, solo que vive a unos 1235km.
Lara había ido al spa con su madre, están superando bastante bien que el señor Parker las abandonará por una mujer cinco años mayor que Lara.
Con Caroline y Stacy estuvimos toda una noche tratando de calmarla, cuando se entero del eminente divorcio de sus padres. Eso es lo que hacen las amigas aparte de inventar muñecos vudú y tratar de echarle un mal de ojo a la nueva mujer de su padre.
Y así fue pasando la semana, me encantaría decir que cesaron las miradas en el autobús y los chismes sobre que estaba afrontando una depresión. El miércoles, mientras estaba en clase de astronomía, pasaron en altavoces que debía visitar a la consejera estudiantil. Al finalizar la clase fui, hablamos de un montón de cosas, era fácil hablar con ella, de una forma u otra logro que le contara que no había sido capaz de llorar, me miro como desconcertada, fue la misma mirada que puso mi madre cuando le conté, solo que la consejera pudo disimular mejor. Me acuerdo que le pregunte ¿Por qué no había llorado? Y ella solo me miro y dijo -va a ocurrir, confía en mí-
Mí fin de semana lo pase estudiando, comiendo pizza y viendo episodios de los Simpson con mi padre. Todos los sábados le tocaba trabajar el turno de la noche en la farmacia a mi madre.
Lara y Stacy me habían invitado a una fiesta en casa de Logan García pero ya saben que no soy muy fiestera, así que se dieron por vencidas la quinta vez que les dije que no iría. No tenía muchas ganas de ver como un puñado de adolescentes se emborrachan.
Hace días que no vengo durmiendo bien, tengo sueños que se convierten en pesadillas, me despierto en medio de la noche sin poder respirar, pero aun así, ni una lágrima. No eh llorado desde que ocurrió, no sé que está mal conmigo. No sé cómo respirar adecuadamente ahora que mi amiga se fue, quiero patear, gritar y traerla devuelta, daría cualquier cosa para que este horrible vacío en mi desaparezca. Más que nada yo no quiero decir adiós, así que no lo hare, solo voy a decir gracias por haberla conocido, creo que no hay necesidad de decir adiós cuando la voy a recordar por siempre. Si llorara quiere decir que es real y que ella no va a volver, tengo miedo de que si empiezo a llorar no fuera capaz de parar nunca.
\M-@hi]@
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Después de ti...
Teen FictionUn terrible accidente pone patas para arriba la vida de Lucinda Jones, que a sus diecisiete años intenta ordenar sus ideas, sobrevivir al divorcio de sus padres y luchar una guerra interna para aceptar la pérdida de su mejor amiga Caroline. Mientr...