Capitulo 14

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Por fin llego el día de mi cumpleaños, mis padres me despertaron esta mañana. Si lo se, es raro, pero es nuestra tonta tradición, siempre venían juntos a mi cuarto y me despertaban con el feliz cumpleaños. Y hoy no era la excepción, tal parece que una hoja de papel no puede romper largas tradiciones familiares.

-Que los cumpla feliz, que los cumpla feliz, que los cumpla Lucinda que los cumpla feliz!!- Aplaudían con una sonrisa en el rostro mientras cantaban. Es muy inquietante que te canten cada ves que cumplís años, por suerte solo lo hacen una vez al año sino seria muy molesto hacer la cara de boluda muchas veces. ¿Todo el mundo se sentirá igual de raro cuando le cantan?

Me hizo volver el tiempo atrás y soñar con que Caroline en cualquier momento entraría por esa puerta y seria todo como antes, normal.

De pronto la puerta se abre de golpe y miro desesperada pero no es Caroline, son Lara y Stacy. Trato de ocultar mi decepción y supongo que lo logré.

-¿Como esta la cumpleañera?- Grita Stacy mientras se abalanza en mi cama dándome un beso en la mejilla.

-Te trajimos regalos!- Exclama Lara que imita lo que hizo Stacy y me alcanza una bolsa.

-Chicas no se hubieran puesto en gastos- Digo pero ¿a quien engaño? Amo los regalos, me decido a abrirlos de a uno. Comienzo con el de Lara que resultan ser unos hermosos zapatos taco alto color negros.

-Pensé que podían servirte para esta noche- Dijo con una sonrisa.

-Completamente los voy a usar esta noche- Exclamé.

Luego me puse a abrir el de Stacy y encontré un delicado collar de plata con una hermosa piedra color esmeralda y lo juro me enamoré.

-Oh... me encantaaa!- Exclamé

-Si lo se, a mi también. Si no te lo daba ya, me lo iba a quedar es tan lindo- Dice Stacy y se que no es broma, ella completamente se lo quedaría.

-Cariño con tu padre también tenemos un regalo para ti- Dijo mi madre con una sonrisa en el rostro.

-¿Si? ¿Dónde?- Lo busco pero no veo ninguna bolsa, ni paquete en sus manos.

-Para esta sorpresa querida vas a tener que levantarte de la cama- Exclama mi padre con la misma sonrisa en el rostro que mi madre.

No tardo ni un minuto en ponerme la bata y bajar las escaleras, busco mi regalo sobre la mesa del comedor, en la cocina pero no veo nada.

-¿Dónde esta?- Pregunto enarcando las cejas

-Esta afuera- Dice mi madre

-¿Afuera?- Pregunto con desconfianza.

¿Por qué van a poner mi regalo afuera? Me pregunto mientras una chispa aturde mi cerebro ¿Sera lo que estoy pensando? No ni hablar, no creo.

Salgo corriendo a la puerta y grito de la emoción, no puedo creer lo que mis ojos ven.

-Es un Beetle convertible uno punto ocho turbo- Digo acercándome al auto color blanco. Se que es un Beetle porque desde mis dieciséis años estoy soñando con uno.

-Me encanta!- Voy corriendo y abrazo a mis padres, lloro de la emoción, jamás me imagine este regalo.

-Wow...es el mejor, quiero ya una vuelta!- Declaro Stacy

-Es uno de los nuevos modelos, me encanta- Siguió Lara

-Me alegro que les guste chicas, tal vez puedan ir a dar una vuelta cuando Lucinda se vista- Dijo mi padre observando mi bata.

-Ya mismo estoy en eso- Grite mientras desaparezco por la puerta.

Ahora mismo nos encontramos paseando por la ciudad, en mi nuevo auto. Escuchamos la radio y cantamos la canción Summertime Sadness de Lana del Rey es nuestra canción preferida, la habremos escuchado un millón de veces pero nunca nos aburrimos.

Después de ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora