-¿Te llevo a casa?, Creo que tenemos una charla pendiente- Es la primera vez que veo a Kevin desde el incidente en el locker, que por cierto aun me ocasiona algunos problemas al abrirla.
-Estoy esperando el autobús, pero gracias-
-Entonces me parece que vas a estar esperando un largo rato, el ultimo salió hace cinco minutos- me miraba y ponía media sonrisa, era tan lindo. Ahora comprendo a Caroline.
-Bueno en ese caso, como resistirme- la verdad no tengo muchas ganas de caminar las nueve calles hasta mi casa, hoy tuvimos gimnasia y me dolía todo el cuerpo.
-Deje el coche en el estacionamiento, vamos- intento llevar mis cuadernos pero me negué, ¿por qué es tan caballero?, hasta me abrió la puerta de su Audi. ¿Qué está pasando conmigo?, no puedo dejar de mirarlo.
-¿Estás bien?-
-S-s-i... estoy bien- me estoy comportando como una nena chica.
-No me respondiste- ¿Que acaso es sordo?, le dije que estaba bien...
-Estoy bien- fruncí el ceño, mientras él se reía
-Me alegro pero yo te hablaba de la otra vez en el locker, ¿te acuerdas que saliste huyendo?
-Oh...!- ¿por qué es tan insistente con eso?
-Yo nunca dije que no me caigas bien, en todo caso apenas te conozco, no es como si fuéramos amigos o vayamos a serlo- Sabía que una chica como yo no sería amiga del chico más popular de la escuela. Lo tenía más que claro.
-Lucy... hemos sido compañeros de clase desde tercero, compartimos mesa en química- Bajo la mirada, parecía herido.
Cierto habíamos sido compañeros de clase pero jamás pensé que el me había notado. Porque lo haría, el es súper popular, el capitán del equipo de hockey, todas las chicas incluida Caroline enloquecían con solo verlo. Y yo solo era buena en matemáticas, nunca iba a ninguna fiesta y solo concurría a los partidos de hockey obligada por Caroline.
-Si lo se, pero pensé que tu no me veías- Supongo que no fue una brillante idea aceptar que me traiga a casa, ahora empezaba a arrepentirme.
-¿Qué, yo no te veía? Si vos me ignoraste todo el año, cada vez que te hablaba ni me mirabas.- apretó el volante con más fuerza.
Eso también era cierto, cada vez que él me hablaba se me aflojaban las rodillas, mi corazón latía a alta velocidad y era imposible emitir ni una sola palabra, a veces solo balbuceaba. En cierto modo era culpa de Caroline, pasaba hablando de lo apuesto que él era, de sus músculos, sus ojos, sus labios y todo el.-Lucy me gustas- al escucharlo rápidamente salí de mi trance mental, estoy segura que escuche mal, el no pudo decir que yo le gustaba, el había invitado a mi mejor amiga, ahora muerta a salir.
-Perdón ¿Qué dijiste?- El narco las cejas y respondió:
-Dije que me gustas- En el momento que las palabras fluían pude sentir un hilo de rabia que recorría mis venas. Por suerte habíamos llegado a mi casa.
-Es mejor que entre a casa- gruñí entre dientes, tenía tantas ganas de golpearlo.
-Lucinda, hablo enserio, quiero que salgas conmigo en una cita, este sábado. ¿Quieres? –
Después de bajarme del coche me gire y grite:
-NO!... jamás saldría contigo, eres tan idiota, por si no te acuerdas mi amiga la que invitaste a salir, la que te dijo que si, la que estaba enamorada de vos ahora está muerta- corrí a mi casa y me encerré, la antigua yo estaría llorando por horas después de esto, pero en cambio yo solo estaba sentada en el suelo intentando respirar correctamente, con angustia y rabia, como se atreve a invitarme a salir, y decir que yo le gusto, ¿no tiene sentimientos o qué?.
Después de tocar varias veces el timbre, se dio por vencido y se fue. Esa noche me escribió varios mensajes, no conteste ninguno, pero aun así mi mente no estaba tranquila, necesitaba respuestas, respuestas que solo él podía darme.
Después de clases el me estaba esperando en los lockers, su expresión era neutra, sus ojos tristes.
-No sé de donde sacaste que quería salir con Caroline- Solo dijo eso, y ya tenía ganas de golpearlo, ¿me estaba negando algo evidente? Todos querían salir con Caroline, ella era hermosa, simpática, única.
-Antes del accidente, ella me llamo, me dijo que vos habías hablado con ella y por eso se volvían antes- Dije mientras su expresión cambiaba de neutra a interrogante.
- ¿No te dijo que hablamos de vos?, yo le pedí consejos porque quería salir contigo Lucinda- Me miraba intranquilo.
Ahora comprendí, el no quería salir con Caroline, yo solo había imaginado que esa era la razón. No sé qué decir, me estoy sintiendo enferma, una opresión en el pecho no me deja respirar, solo me siento caer y cierro mis ojos.
Me despierto en la enfermería del instituto. Solo oigo dos personas murmurando, creo escuchar la vos de Kevin y la de una mujer.
-Se está despertando-Dijo Kevin. Aun no logro ver su cara, me siento mareada.
-¿Cómo te sientes cielo?- la mujer vestida de túnica blanca y un gorro gracioso con una cruz roja dibujada me preguntaba.
-¿Quieres que llamemos a tus padres?-
-Oh... no, no por favor, no quiero preocuparlos- Mis padres últimamente han estado muy sobreprotectores y un incidente como este puede alertarlos más y nadie quiere eso, por lo menos no yo.
-Yo te puedo llevar, no te preocupes- yo no estaba segura de querer ir con él, menos ahora que se que le gusto al amor imposible de mi amiga. Pero acepte, era él o mis padres.
Me di cuenta que tomo el camino más largo, eso significa que quiere pasar tiempo extra conmigo, aunque no le haya hablado en todo el camino.
Cada vez que estoy con el no sé cómo actuar, tengo miedo a decir algo estúpido, mi corazón late como si quisiera salirse de mi pecho, mis rodillas tiemblan, ahora lo comprendo estoy enamorada de Kevin es el único que hace que mis manos transpiren, mis rodillas fallen y mi mente se vuelva loca.
-También me gustas- Grite sin saber el porqué, pero si no lo decía ahora no lo iba a hacer nunca.
Kevin freno el auto y me regalo una sonrisa, no pude dejar de mirar su boca, era tan tentadora, con ella dijo que yo le gustaba.
El se inclino hacia mí, estábamos tan cerca que podía escuchar los latidos de su corazón, eran casi tan rápido como los míos, mis mano temblaban, tuve que tomar un poco de coraje para romper la distancia que había entre nosotros, me beso como nunca nadie lo había hecho, no era mi primer beso, pero era el mejor sin duda. Me aleje para tomar aire, el me miro, sonrió y volvió a besarme solo que más suave, sus labios jugaban con los míos, y yo disfrutaba el roce de los suyos, mi mente estaba en blanco, no pensaba en nada, solo éramos él y yo. Pero a medida que el beso se rompía, mi mente recobro el sentido.-Pero lo nuestro no puede ser, es por Caroline no podemos engañarla, yo no puedo, a ella le gustabas y yo era su mejor amiga, no me lo perdonaría- sonaba bastante segura diciéndolo pero, por dentro no me sentía para nada bien. Intente bajarme del auto, cuando me atrapo su mano.
-Te entiendo, pero no podes pensar que no te perdonaría, ella quisiera que fueras feliz, aunque sea conmigo, yo sé que puedo hacerte feliz Lucy, por favor cree en mi, ella donde sea que este lo entiende- el parecía desesperado.
Tenía sentido Caroline siempre había cuidado de mi, así fue como la conocí en kínder, me había caído de la bici y me sangraba la rodilla, unos niños estaban rodeándome y riéndose de mí, entonces Caroline apareció de la multitud y me ayudo a pararme, se quedo conmigo y me llevo a la enfermería solo teníamos 6 años pero a partir de ahí fuimos inseparables. Es difícil y hasta doloroso pensar que ella podría odiarme. Supongo que desde siempre tuve este enamoramiento hacia Kevin solo recién ahora me doy cuenta.
-Lo siento, no puedo hacerlo-me baje del auto lo más rápido que pude, mientras Kevin Wilson me miraba desconcertado, tenía que salir rápido de ahí antes que cambie de opinión.
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Después de ti...
Teen FictionUn terrible accidente pone patas para arriba la vida de Lucinda Jones, que a sus diecisiete años intenta ordenar sus ideas, sobrevivir al divorcio de sus padres y luchar una guerra interna para aceptar la pérdida de su mejor amiga Caroline. Mientr...