Capítulo 4

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—No, nada- sonrió mostrando completa su dentadura, era perfecta, blanca y reluciente.

—¿Ah no? ¿Y porqué estabas riendo?- me acerqué a él, quedando a unos centímetros de su rostro, lo miraba fijamente levantando mi barbilla, retándolo.

—De verdad, no creí que reaccionarías de esa manera, sólo quería jugar un poco, lo siento si no supe expresarlo como planeaba- se disculpó mirándome fijo, reflejaba sinceridad, los demás sólo permanecieron en silencio, expectantes.

—¿Jugar? ¿Crees que venimos a jugar?- pregunté irónica — ¿Cuál es tu nombre?

—Harry, Harry Styles- pronunció sin dejar de mirarme, con una sonrisa de costado, el muchacho parecía muy seguro de sí mismo, pero eso no me importaba, obedecería mis órdenes a como dé lugar, bueno, si quería salvar su trasero de los maleantes.

—Te diré algo Styles, ahórrate tus juegos conmigo, yo no pierdo el tiempo con tonterías como esa, sólo vengo a cumplir con mi trabajo, ¿entendido?- le interrogué firme.

—Nada de juegos, entendido agente- accedió levantando sus manos en rendición, fruncí el ceño, ¿porqué no está asustado? ¿o molesto por ordenarle? se veía extremadamente tranquilo, con la voz lenta, no mostraba nada en su rostro más que una pequeña mueca de resignación, qué irritante, no esperaba eso.

—Bien- lo fulminé con la mirada un par de segundos más y después dirigí mi vista a los demás, quienes al notarla se voltearon fingiendo que nada había ocurrido, aunque podía sentirse la tensión, no me importa, como había dicho antes, no vengo a hacer amigos; caminé hasta colocarme nuevamente frente a todos —correcto, otra cosa que haremos mientras el problema se resuelve será otorgarle un  par de policías a cada una de sus familias, no queremos que corran algún riesgo, necesito que pongan de su cooperación y obedezcan hasta que todo esté resuelto, así terminaremos más rápido, podrán salir sin preocupación alguna y librarse de nuestras reglas de seguridad, ¿están de acuerdo?- pregunté nuevamente, todos asintieron, al perecer habían comprendido, miré de nuevo al ruloso, también asentía, pero aún sus labios esbozaban una pequeña sonrisa, sus hoyuelos marcados lo delataban, tenía ganas de ahorcarlo, pero soy profesional, y los profesionales no ahorcamos a la gente, les demostrámos quien manda.

—¿Puedo hacer una pregunta?- interrogó un chico rubio, era de estatura media, su piel era bastante blanca y sus ojos eran de un azul intenso.

—Si- respondí intentando no parecer frustrada, comenzaba a desesperarme de explicar tanto, esto era tan nuevo, pero tenía que demostrárle al jefe Billy que podía ser paciente, no soy de las personas que se rinden tan fácil.

—¿Tenemos qué estar juntos todo el tiempo? Digo, ¿también en nuestro tiempo libre?

—Sí, por ahora, y es obligatorio- lo miré en forma de advertencia, el chico bufó pero accedió.

—¿Puedo preguntar algo?- pidió la palabra el ojiverde, Harry, ese era su nombre.

—No, suban al avión- ordené cortante y me acerqué a ellos, incitándolos a subir, fui lo más paciente que pude.

—Sólo quiero preguntar algo de...

— Si si si, lo harás después Styles- lo presioné a entrar al avión, suspiró resignado y finalmente entró.

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Entré al avión después de haberme cerciorado de que todo estaba en orden, y de que no había una bomba en el equipo del avión, los guardias de la banda ya habían supervisado antes, pero no podía confiarme hasta verlo por mí misma, era mi trabajo, había encargado a Tommy inspeccionar que todo estuviera corrento adentro.

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