Capítulo 8

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*Reproduzcan la canción :3*

Al escuchar esas palabras torcí mis labios reprimiendo una sonrisa, podía sentir mi cara calentándose, estaba completamente segura de que estaba más roja que un tomate, ocurría algo no usual en mí, sus palabras me habían hecho sonrojarme.

—¿Destacarme?- pregunté nuevamente, sabía que era en ese momento o nunca para bombardearlo con preguntas, pues su estado de ebriedad no le permitiría recordar nada al día siguiente, era mi momento, no era que me interesara mucho saber qué era lo que él pensaba de mí, pero era un  buen entretenimiento.

—No de mala forma, tranquila- se justificó sin preocupación con  sus ojos adormilados. —Tienes algo especial- concluyó.

—No lo considero así- aseguré negando con un movimiento de cabeza, mirando el camino al frente.

—Bueno, si vieras lo que yo, lo entenderías- explicó.

Abrí mis ojos de par en par, no podía creer lo que había dicho, lo digerí unos segundos y después dirigí mi vista hacia él, se encontraba acurrucado sobre sus manos, durmiendo plácidamente, intenté aclarar mis pensamientos.

—Se confundió- pronuncié en voz baja, convenciéndome de que todo lo que dijo simplemente había sido una completa confusión, tal vez él creía que se encontraba con otra persona, posiblemente con la chica con la que lo había sorprendido hacía un rato, o alguna otra mujer especial en su vida, cualquiera, menos yo.

Finalmente nos acercábamos al hotel, estábamos a tan sólo una cuadra y ya se encontraba un mar de personas en el lugar, algunos curiosos y fotógrafos, suspiré frustrada. De algún modo me apiadaba de la vida de estos chicos, pues tenían que pasar por eso a diario, y yo que sólo lo había enfrentado un par de días no lo soportaba más, sólo quería huir y volver a lo de siempre. Al acercarnos a la entrada del hotel me percaté de las luces policíacas que iluminaban gran parte de la calle, la exaltación me invadió, pues había una unidad de ambulancia justo en la entrada del hotel, mi corazón comenzó a latir desbocado, como si hubiera corrido un maratón.

Intentaba adentrar el vehículo entre el gentío para acercarme, pero simplemente era imposible, si seguía así no llegaría a nada, eran demasiadas personas obstruyendo el paso. Respiré profundo y recargué un poco mi cabeza en el soporte del asiento para pensar con más claridad cuál sería mi acto seguido.

No podía dejar a Harry dentro, lo pondría en peligro, pero tampoco podía cargarlo, estaba demasiado borracho como para mantenerse en pie o caminar.

Inmediatamente llegó una idea, y no podía darme el lujo de pensar en descartarla o no, sólo debía actuar, y lo hice.

Tomé mi arma y asomándome por la ventana solté un disparo.

—A un lado!- exclamé, de inmediato las personas comenzaron a correr desesperadas por el sonido de un arma, abriendo el paso; pisé el acelerador y la camioneta avanzó, acortando la distancia para llegar a lo que estaba ocurriendo.

Una vez estando cerca bajé dando un portazo y aseguré la camioneta, Harry se movió incómodo, pero al parecer el alcohol lo había hecho perderse profundamente, pues no lograba despertar con el mayor de los ruidos. Caminé a toda prisa hasta el montón de gente fuera del hotel.

—No puede pasar señorita, retírese por favor- interrumpió un policía colocando su brazo en mi pecho, prohibiéndome el paso.

—Estoy hospedada en este hotel, tengo que saber de quien se trata- insistí en adentrarme.

—Ya le dije que no puede, retroceda hasta que nos retiremos- ordenó rechinando los dientes y tomándome bruscamente del brazo para alejarme.

—Pertenezco a la CIA idiota, ahora muévete!- lo golpeé en el pecho haciéndolo soltarme.

—Sí, como no- ironizó furioso y me tomó de ambos brazos, forzándome a irme. —Largo de aquí!- exclamó.

Finalmente perdí la paciencia y lo hice caer al suelo de un rodillazo en sus partes nobles.

—Seguridad!- pidió ayuda, tomé el arma y apunté a su rostro.

—Cierra la boca- ordené apuntándole con el arma haciéndolo callar al instante. Después corrí los pocos metros que me faltaban para lograr informarme de quien se trataba, rezaba porque no fueran los chicos, pero mis esperanzas se desvanecieron completamente al encontrarme con un Liam pálido y aterrorizado acercándose a mí, mientras se alejaba del montón de gente que se encontraba alrededor de la víctima que no lograba divisar.

—Liam! ¿qué ocurre?- pregunté preocupada, era evidente que algo grave había sucedido, podía sentir mi piel poniéndose de gallina y un enorme nudo formándose en mi garganta.

—E-es... un- tartamudeó asustado , mirando a la nada, en estado de shock.

—¿Un qué!!!????




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