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Noche de esas ˗ˏˋ ✉︎ ˎˊ˗
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⚯ ͛
Tom y Camila
Bajaron del coche.
El Audi negro estaba estacionado a un lado de la carretera , con la vista al cielo estrellado. Las luces apagadas, el motor en silencio. La música apenas sonaba, como si no quisiera interrumpir lo que estaba pasando.
Tom tenía una mano en el volante y la otra acariciándole suavemente la pierna a Camila, trazando un camino invisible. Camila sonrió viendo a Tom, sus trenzas caían sobre sus hombros «Me encanta cómo le quedan». Su banda negra en su frente «No es solo un accesorio, es parte de él».
«Ese piercing en el labio no sabés lo que me provoca. Me dan ganas de besarlo lento»
—¿Te das cuenta de que cada vez que salimos, terminamos así? —Camila hablo entre risas
—¿Así cómo?
—Entre besos y besos
Tom no respondió. Se acercó y la besó. No fue un beso corto, ni apurado. Fue de esos que se dan cuando no hay prisa. Sus labios se buscaron lento, con esa mezcla de ternura y deseo que solo tienen los dos.
Los dedos de Tom se enredaban en el pelo de Camila, y ella acariciaba su nuca, acercándolo aún más. Por un momento, el mundo quedó fuera del coche.
Cuando se separaron, ambos tenían la respiración agitada y los labios hinchados.
—Tenemos que bajar —dijo ella, sin muchas ganas.
—O quedarnos a vivir acá.
—Tentador…
Rieron juntos. Finalmente bajaron del Audi. El aire fresco les rozó la piel, La piel sorojada de Camila
Camila dio unos pasos, y Tom la alcanzó desde atrás, la rodeó por la cintura y la volvió a besar, esta vez contra la puerta del coche. Fue un beso más profundo, con las emociones aún más intensas que las del momento anterior, con las manos que hablaban más que las palabras.
—¿Por qué me mirás así? —preguntó ella, aún entre sus brazos.
—Porque no puedo creer que seas mía. Porque si no te beso ahora, me voy a arrepentir toda la noche.
—Entonces no pares —susurró Camila, rozándole los labios con los suyos.
Y no lo hizo.
La noche siguió. Ellos también. Como si el amor no tuviera frenos. Como si esa fuera solo una noche más.
