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Entre cuerdas ˗ˏˋ ✉︎ ˎˊ˗
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⚯ ͛
El sol se colaba tímidamente por las ventanas del estudio, haciendo brillar el piercing de Tom mientras afinaba su guitarra.
Chloe, sentada en el pequeño sofá de cuero al fondo del cuarto, lo observaba con una sonrisa que no podía evitar.
Llevaban seis meses juntos, y aunque ella ya conocía su lado más íntimo (el que no salía en los escenarios) aún se sorprendía de lo tierno que podía ser aunque aparentaba ser un chico rudo con Chloe era todo lo contrario.
—¿Sabes que no hay nada más sexy que verte concentrado en tu guitarra? —dijo Chloe, cruzando las piernas.
Tom levantó la vista, con una ceja arqueada y una media sonrisa.
—Y no sabes lo mucho que me gusta que veas cuando crees que no te estoy viendo—Dejo la guitarra a un lado y acercándose a ella.
—Bueno… —rió Chloe, nerviosa mientras él se sentaba a su lado y la rodeaba con un brazo.
Pasaron unos minutos en silencio, solo con la música suave de fondo y el murmullo de la ciudad afuera. Tom apoyó su frente contra la de ella y cerró los ojos.
—¿Te dije hoy que te amo? —susurró.
Chloe sonrió, apoyando su mano en el pecho de él, justo donde sentía los latidos de su corazón.
—Lo dijiste esta mañana. Pero nunca me canso de escucharlo.
Tom la miró en silencio. Sus dedos jugueteaban con una de las pulseras que ella siempre llevaba en la muñeca.
—Ven conmigo —dijo de repente, poniéndose de pie.
—¿A dónde?
—Confía en mí.
Chloe rió, pero se dejó guiar. Tom la llevó por el pasillo del departamento hasta la terraza. Era de noche y el cielo estaba limpio, lleno de estrellas. Pero lo que más llamaba la atención no era el cielo… sino lo que él había preparado.
Luces cálidas colgaban alrededor, una manta en el suelo, dos copas de vino, y una pequeña bocina que soltaba una melodía suave. Parecía sacado de una película.
—¿Qué es esto? —preguntó Chloe, sin poder ocultar la sorpresa.
—Una cita. Porque a veces me olvido de que incluso siendo tu novio… todavía quiero seguir conquistándote.
Chloe lo tomo de la nuca y lo acerco a ella
—Te amo—Dijo en un susurro contra sus labios antes de besarlo
—Yo te amo más—
Tom le ofreció su copa y se sentaron juntos. Bebieron en silencio un momento y luego Tom habló.
—He tenido muchas cosas en mi vida escenarios, fama, viajes. Pero nada me hizo sentir tan completo como tú.
—Tom…
—No, déjame decirlo. Tú me das paz, Chloe. Y no sabía cuánto la necesitaba hasta que te conocí, tu me hiciste cambiar... Para bien y por eso te amo
Ella lo besó sin contenerse. Fue un beso largo, lento, de esos que no se dan todos los días. Y cuando se separaron, ella apoyó su frente contra la de él.
—Prométeme que siempre vamos a encontrar momentos así, aunque estemos a mil kilómetros o en medio del caos.
—Lo prometo. Y si alguna vez nos perdemos un poco, volveremos aquí. Volveré aquí contigo—Dijo Tom y la volvió a besar
Esa noche no durmieron, se quedaron hablando hasta que amaneció. No necesitaban dormir. Estaban soñando, despiertos, juntos.