Capítulo 12.

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—¿Mi nuevo asistente? —pregunté, más para mí misma que para él.

Esperaba una chica como asistente. No un chico. Eso iba a ser un poco incómodo. Mucho más si era un poco atractivo... Aunque muy nerd para mi gusto. Volviendo al tema; esperaba una chica. Igual de nerd que él pero que fuera mujer. Jamás había tenido a un hombre como asistente, digo, sería un poco raro ¿no? Si necesitas de emergencia cosas de mujeres, dudo mucho que sepan comprarlas.

—Sí. —aclaró su garganta. —¿Miranda no te lo dijo? —preguntó encarnando una ceja.

—Si me lo dijo, aunque sólo mencionó tu nombre, así que... pensé que serías una chica. —hablé sincera e incómoda.

"No quería a un chico como asistente."

—Lo entiendo. Mi nombre puede llegar a causar confusiones—rió un poco—Puedo hablar con Miranda, si no te parece que trabaje para ti.—dijo, con una sonrisa amable pero aun así lucía decepcionado.

Estaba empezando a sentirme mal por este chico. Parecía una buena persona -a pesar de que llegó diez minutos tarde-. Quizás debía darle una oportunidad. Si no funcionaba, conseguiría un asistente que fuese mujer y listo. Problema resuelto.

—No, está bien. —mentí un poco y le dediqué una sonrisa para tranquilizarlo. —No hay problema.

—Gracias. —asintió con la cabeza —Le avisé a Scott antes que tú que viniera por ti, si eso no te molesta. —informó. —Está abajo para llevarte a la entrevista.

—¡Como te lo agradezco! Voy muy tarde. —cerré la puerta del departamento y comencé a caminar hacia el estacionamiento. —Vamos, —le hice un ademán para que me siguiera. —a ver cómo te va.

Una sonrisa se dibujó en sus labios y me siguió.

**

—Jessie, ¿cierto? —dije, había dudado sobre su nombre hace unos minutos. Estaba sentado a mi lado, en la parte trasera de la camioneta. Scott conducía.

—Sí. —se limitó a decir, ojeando en una tablet.

—¿Cuántos años tienes, Jessie? —pregunté. Me sentí realmente curiosa sobre su edad, ya que tenía cara de niño. Fácilmente, si me preguntaran, diría que tiene dieciséis. Pero estaba trabajando como asistente para alguien, así que eso debía ser casi imposible.

—Veinticinco. —respondió mirándome.

—¡Vaya! —hablé más sorprendida de lo que pretendía. Jessie frunció un poco las cejas, indignado.—Digo... vaya. -corregí mi reacción a una más neutral.

Se mantuvo callado los próximos minutos. Parecía que no era muy conversador. "¡Es un amor de persona!" Recordé las palabras de Miranda, cuando yo aún pensaba que se refería a una chica. Bueno, apenas lo había conocido. No podía juzgarlo tan rápido. Quizás estaba nervioso.

"Cuéntame más sobre Harry Styles". Sus insistencias sobre que le contara nuestra relación eran muy molestas. Aseguré que no habíamos pasado esa línea del trabajo, y que tampoco lo haríamos.

¿Cómo actuaría hoy si me preguntaban sobre él? No había tenido tiempo de pensar en eso.

—Rayos, ¿qué diré? —murmuré para mí misma.

—¿Estás nerviosa, señorita Smith?—preguntó Jessie. Me volteé a verlo y me dí cuenta de que había escuchado mis pensamientos en voz alta.

—No, es otra cosa... —negué con la cabeza. —Llámame Bryana, por favor. —pedí, tanta formalidad no era necesaria.

—¿Puedo ayudarte con esa "cosa", Bryana? —dijo mi nombre de forma divertida y me reí.

Sólo es Trabajo. | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora