Después de algunas horas de haber partido me cambio a algo casual una playera, un saco azul, una falda que me llega hasta la rodilla del mismo color y unos converse negros la verdad me sentía la mejor persona de este mundo.
Me dirijo a la consola como siempre ya había comido pizza, genial deje la dieta hace un año y medio pues nunca bajaba de peso así que me rendí seis meses antes de conocer al Doctor.
- Te ves bien para el año doscientos mil- siento como una pequeña sonrisa se asombra-. Es el Cuarto Gran y Generoso Imperio Humano.
- Gracias quería ser mas elegante para el futuro, quería llevar vestido pero no creo que sea muy cómodo para correr. Siempre terminamos corriendo.
Lo ayudo con la consola todo marcha bien hasta que aterrizamos y los dos terminamos tirados en el piso. Me ayudo a levantar y llega Rose emocionada por nuestra siguiente aventura. Entre las dos decidimos salir.
Era un satélite muy interesante. Era muy extraño el Cuarto Imperio Humano, muy parecido al siglo XXI.
- ¿Dónde estamos?- pregunto Rose una vez que el Doctor salió.
- Bien, es el año doscientos mil, no, es una nave espacial- voltea a ver la puerta como si fuera algo maravilloso-. Ah, y prueba a abrir esa puerta de ahí.
- ¿Doscientos mil?- esta chica se le ocurrió algo.
- Doscientos mil- le doy un puñetazo amigable en su hombro y nos reímos-. Perece que estas tramando algo con tu nueva conquista.
- Adam ya puedes salir- veo como sale todo asustado de la TARDIS, apuesto a cinco libras que Lucas lo hubiera molestado por eso.
- Dios mío... ¿Donde estamos?- Rose me ve con cara de una palabra que salga de tu boca sin mi aprobación y te mato, así que decido ver a mi alrededor.
- Buena pregunta- contesta Rose. Yo estaba volteando para tratar de no morir de risa-. A juzgar por su arquitectura, yo diría que alrededor del año doscientos mil.
- Ah... De acuerdo- perece que alguien poco sorprendido de que ya no estamos en el siglo XXI.
- Y si escuchas los reactores, estamos en alguna clase de estación espacial. Si es una estación espacial. Hace calor, podrían bajar la calefacción. Probemos a abrir esta puerta.
- Yo la abriré- abre la puerta el Doctor, después entran Adams y Rose, yo me quedo parada-. Te gustara la vista, lo prometo.
Al otro lado de la puerta nos encontramos con una enorme ventana con vista a la Tierra. Era totalmente impresionante. El Doctor siempre hacía que me sorprendiera cada vez más en cada viaje.
- Bueno dejare esto lo explique el Doctor- comenta Rose mientras nos acercábamos a la ventana había un objeto en medio de la habitación y tenía la figura de una mano. El Doctor nos cuenta que es para pedir información necesario de un tema.
ESTÁS LEYENDO
Doctor Who (I): The Beginning of a Journey [Editado]
أدب الهواةA veces, la vida nos da golpes duro de la realidad, que difícilmente se pueden superar. O eso le pasa a la mayoría. Después de una serie de eventos, que a mucha gente dejaría sin esperanzas, aparece él en mi vida. Él me ofreció un boleto de un viaje...