Vemos como todas aquellas personas se empiezan a acercar a nosotros lentamente. hacia nosotros. Una loca idea se me ocurre en ese preciso instante haciendo que de un pasa adelante. Siento la mano del Doctor deteniéndome, pero lo hago a un lado.
Una oportunidad era la poca esperanza que tengo de que podamos sobrevivir. No estoy segura de que funcione, pero no se pierde nada con intentarlo, ¿no? Doy un suspiro para poder sentir el control que me puede dar esta locura.
- ¿Eres mi mami?- vuelven a preguntar el ejército de personas con máscara de gas.
- Si soy tu mamá- hago el tono más fuerte que puedo-. Y estoy muy molesta contigo. Vete a tu cuarto, porque estas castigado.
Cómo si le hubiera dado una señal, todas las personas se dan media vuelta. Veo la sonrisa de satisfacción del Doctor y la cara de alivio entre el Capitán Jack y Rose. Al menos podemos estar un poco más tranquilos.
- Abigail Elizabeth Finnigan, eres brillante- el Doctor da un par de zancadas y después me abraza-. Nunca se me hubiera ocurrido algo parecido. Acabas de enviar a la cama a un niño con el poder de un dios.
- Míralos radiantes como si fueran papá Noel.
- ¿Quién dice que no lo somos?- contesto con un sonrisa mientras me separo del Doctor.
- La bicicleta roja, cuando tú tenias 12 años- termina mi oración el Doctor.
- ¿Cómo se te ocurrió?- pregunta sorprendido Jack.
- Cuando vives en un orfanato por siete años, aprendes que siempre te regañan cuando algo no les gusta.
- Bueno, eso me enseña que no te debo hacer enojar- Jack me abraza mientras que yo me limito a darle un par de golpecitos a su espalda-. Créeme que sentiré lástima de nuestros hijos si undía te hace enojar.
-¿Eres mi mami?- una voz infantil interrumpe nuestros segundos de alegría.
Jaime se encuentra en frente de nosotros mientras dirige su mirada a los cuatro. Esto no es nada bueno, definitivamente. Actuó más rápido de lo que me pudiera imaginar. Y el estar encerrados en este cuarto con él, no mejoraba las cosas para nada.
- Tranquilas- Jack saca su pistola de su funda para apuntar al niño que esta en frente de nosotros-. Yo las protegeré.
- No lances el plátano.
- ¿Porque no?
- Porque tiene mucho potasio.
Jack avienta el plátano en dirección al niño. El Doctor dispara con la arma de Jack hacia una de las paredes, para sacarnos al pasillo. Los cuatro logramos salir sin ninguna herida mientras nos empezamos a dirigir hacia otro cuarto más seguro para nosotros.
- ¿Donde los consiguieron?- pregunta Jack.
- Es de los plataneros de Gillengard- trato de recuperar mi respiración mientras aligeró el paso.
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Doctor Who (I): The Beginning of a Journey [Editado]
FanfictionA veces, la vida nos da golpes duro de la realidad, que difícilmente se pueden superar. O eso le pasa a la mayoría. Después de una serie de eventos, que a mucha gente dejaría sin esperanzas, aparece él en mi vida. Él me ofreció un boleto de un viaje...