Decido moverme de mi lugar. Aquel extraño está en el mismo lugar que el Doctor. Me niego a creer que es el mismo hombre que me había propuesto viajar con él. Ese no es mi Doctor.
Estoy a unos pasos de él y lo primero que se me ocurre hacer es darle un leve empujón en su hombre. La cara de ese hombre me sonríe divertido al ver mi reacción. Por su ropa hace que quede más confundida de lo que ya estoy.
- A ver, primero lo primer- empieza a tocarse diferentes partes de su cuerpo-. Notablemente estoy más delgado. Dos piernas. Dos pies. Dos manos. Dos orejas. Dos ojos. Cabello más largo. No está mal. ¡Oh! Tengo patillas, genial. Una nariz y esta de buen tamaño- se dirige directo a la consola-. A ver. Pongamos Barcelona, marzo, 27 y que sea miércoles, ¿les parece?
Sacudo la cabeza, como si todo esto es una maldita alucinación de mi parte. Todo esto es tan... extraño. No, sigo diciendo que ese hombre no es mi Doctor.
Alzo mi mirada para encontrarse con la de él, quien se encuentra ansioso por obtener una respuesta de parte de las dos. Lo miro de arriba hacia abajo, nuevamente. Como si eso lo trajera de vuelta.
- Vamos, Finnigan. Se que en el fondo sabes que soy yo.
- ¿Dónde...? - titubeo un poco. Miro a Rose, quién asiente de acuerdo a que le pregunto y regreso mi mirada ese chico-. ¿Dónde está él?
- Soy yo- pone su mano en su frente, murmurando algunas palabras para él-. Tú sabes con que puedes comprobar de que soy yo.
Extiendo mi mano hacia su pecho. Lo miro a él, quien asiente sin pensarlo dos veces. Pongo mi mano de su lado izquierdo, puedo sentir su palpitar contra mi mano. Hago lo mismo con su lado derecho, lo miro sorprendida al notar su latido del otro lado.
Sonrió al darme cuenta que si es el Doctor. Pero la duda entra a mí. Solo necesito reafirmar que si sea mi Doctor. Lo miro a los ojos, su expresión su suaviza al ver mi mirada un poco más tranquila que hace algunos momentos.
- Si tú eres el Doctor, dime algo que solo el él y yo sepamos.
- ¿Recuerdas aquel día que Mickey envió la bomba a 110 Dawning Street?-asiento levementa. Él me acerca a él mientras toca mi rostro-. Recuerdo que enviaste a Rose a la avenida a conseguir un taxi. Tú me preguntaste que era lo que me pasaba. Te respondí que podía salvar el universo, pero perderte a ti...- él sonríe divertido-. No me dejaste terminar porque me empezaste a besar. Me dijiste que hablo mucho y que no te importaba si era 881 años mayor y que tu siempre me amarías sin importar la edad de diferencia que hay entre los dos. Porque es la persona la que en verdad importa- pongo mi mano en mi pecho. Si, eso es algo que no se lo había contado a nadie.
- Doctor- me lanzó hacia él con una sonrisa-. Si eres MI Doctor.
Ese hombre es mi Doctor. Pensé en que si algún día volviera pasar, esa vez no lo dudaría. Me dio las pruebas necesarias para hacer. Siento como sus brazos envuelve mi cuerpo mientras me da un beso en mi mejilla. Yo también refuerzo mi agarre. No lo quiero dejar ir.
- ¿Estas segura de que es él?- el Doctor y yo nos separamos para ver su cara de asustada-. De seguro es... es... es un Slitheen-trata de sonar lo más firme que puede.
- Rose Tyler- el Doctor se acerca a ella a pasos lentos-. Recuerdo aquel día que estabas y asustada en esa bodega rodeada de maniquíes. Toda asustada, te agarre la mano y Elizabeth te dijo una solo palabra: agáchate. Y yo solo dije: corre.
- Doctor.
- Hola- alza su mano mientras su voz se escucha un tono de satisfacción.
Él empieza a caminar alrededor de la consola mientras nos dice a los lugares que tiene planeado llevarnos. Todo lo que quiere que conozcamos porque está seguro de que nos encantaría. La verdad, no pongo mucha atención a sus palabras porque se me hace extraños verlo completamente diferente a lo que era antes. Nada que ver.
Sonrío al ver que su ropa le queda muy grande para su cuerpo delgado. Mi cabeza aún no procesa por completo, pero lo está empezando a aceptar que para él es normal. Supongo...
Veo a Rose, quien se encuentra aún asustada por el nuevo Doctor. A la vez era como si tratará de reconocer aquella cara. No se que pensar de todo esto. Le regalo una sonrisa tímida al Doctor, pero su alegría se había desvanecido en algún punto de su monologo.
- Está bien- dice el Doctor al ver la cara de Rose-. Te llevaré a casa, Rose. Se que estás asustada, así que te llevaré de vuelta con Jackie. ¿Qué fecha sería buena?- se pregunta a si mismo-. ¡Ya sé! Navidad.
El Doctor se acerca para poner las coordenadas en la TARDIS.
Doy un grito cuando veo que cae al piso, como si fuera inevitable. Después, suelta un grito mientras se agarra del lado izquierdo. Empieza a balbucear palabras a las dos, que nos es imposible entenderlo. Trato de ayudarlo, pero el me jala hacia él. Se acerca a mi oído.
- Elizabeth, navega la nave por mi- me susurra con dificultad-. Confió en que llevarás a Rose de vuelta a casa.
Cae al piso inconsciente, Miro a Rose, quien se encuentra estática ante la reacción del Doctor. Algo me dice que está saliendo algo mal en lo que sea que le este pasando. No me agrada la idea, pero debo hacerlo.
Me levanto de mi lugar y empiezo pilotear como pueda a la TARDIS. Soy yo la responsable que lleguemos con bien a casa. Aun que no es nada prometedor tener un Doctor inconsciente, Rose confundida y asustada por lo que esta pasando y yo, tratando de navegar a través del Espacio y Tiempo a la TARDIS.
Definitivamente no es nada prometedor.
= El Doctor, Abigail y Rose regresarán en La Invasión de Navidad=
(Nota de la autora:
Bueno en realidad tenía planeado subir este capítulo la próxima semana, pero me veo la necesidad de adelantarlo, ya que hoy murió una persona muy querido por mi y esta es mi forma de recordarlo.
Hablando de otras cosas les tengo tres noticias. 1) La triste es que ya se acabo la primera parte :( 2) La buena es que va ver una segunda parte :D 3) La mala es que no se cuando la empezare a subir pero les dejare el link para que lo lean.
Bueno eso es todo por ahora)
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Doctor Who (I): The Beginning of a Journey [Editado]
FanficA veces, la vida nos da golpes duro de la realidad, que difícilmente se pueden superar. O eso le pasa a la mayoría. Después de una serie de eventos, que a mucha gente dejaría sin esperanzas, aparece él en mi vida. Él me ofreció un boleto de un viaje...