Capitulo 4: Los Muertos Inquietos

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– ¿A donde nos dirigimos?- pregunta Rose mientras los dos apretamos botones

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– ¿A donde nos dirigimos?- pregunta Rose mientras los dos apretamos botones.

- Nápoles, 1860- responde el Doctor muy emocionado-. Les sugiero que se vayan a cambiar antes de que hagan algún desastre.

Me dirijo hacia mi cuarto y abro el enorme enorme armario con diferentes ropas de diferentes épocas y lugares que tengo. El primer mes que estuve con él lugar que parábamos, lugar que comprábamos ropa.

Decido ponerme un vestido azul rey brilloso de la época y unos botines negros con tacones, me agarro el cabello en un chongo y me pongo un tocado que combina con mi vestido. Me dirijo hacia donde estaba el Doctor.

– Te ves hermosa con ese vestido- el Doctor se acerca a mí con una gran sonrisa en su boca.

– Tu me lo regalaste- comento divertida.

– Una de las mejores elecciones que he hecho en mi vida- me da un beso en la frente-. Eres hermosa y siempre lo serás aunque...- se detiene, parece que se arrepiente de lo que va a decir.

– ¿Aunque qué?

– Aunque seas humana.

– Ya estoy lista- Rose nos interrumpe. El Doctor y yo nos separamos antes de que llegara.

Rose pregunta como se ve mientras el Doctor estaciona la TARDIS en alguna calle abandonada. Salimos de ella y lo primero que busco es un periódico. A veces no confío en la orientación del Doctor y hoy es justamente uno de esos días, encuentro uno sobre el barril.

– Doctor.

– ¿Que pasa?

– No estamos ni en Nápoles, ni en 1860- le enseño el periódico-. Estamos en Cardiff. 24 de diciembre, 1869.

El Doctor me quita el periódico que traigo en mis manos, no podía creer que se había equivocado otra vez y según mis cuentas de mis viajes la siguiente y empató eso hace que el Doctor me enseñe algo nuevo.

Escuchamos gritos lo cual hace que volteáramos de donde provenía, nos acercamos y vemos muchas gente estaba corriendo como loca desesperada. Rose se da cuenta de algo y se separó de nosotros, estamos buscando algo hasta que vi como la metían a la fuerza en una carroza funeraria.

– Doctor- trató de obtener su atención.

– Ahora no, Abigail. Quiero investigar que demonios pasa.

– Doctor es Rose. Se la han llevado en una carroza funeraria. Eso es raro.

Vamos a buscar una carroza. La primera en la que nos metemos sin importar si estaba ocupada o no. Abre la puerta y me siento de lado de donde esta el chofer, él se sienta en frente de mí cerrando la puerta.

– Siga esa carroza y le pago el doble que usualmente lo hacen- dice desesperado.

– Doctor, tenemos compañía- digo preocupada al ver a un hombre que se encuentra a su lado.

Doctor Who (I): The Beginning of a Journey [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora